jueves, 3 de junio de 2010

Campesinos exportan cacao fino de aroma

Los agricultores de cacao fino de aroma de cinco cantones de Manabí exportan directamente su producción y ya no dependen de los comerciantes.

Son 670 productores de Portoviejo, Bolívar, Tosagua, Junín y Chone, quienes se unieron hace cinco años. “Sabíamos que nuestro cacao tiene aceptación en el mercado internacional, por eso nos juntamos, eliminamos a los tercerizadores. Así ganamos más y el dinero lo tenemos apenas entregamos el grano”, comenta Abel Cuzme Zambrano, del sitio Canuto del cantón Chone.

Los agricultores conformaron la asociación Fortaleza del Valle y bajo este nombre exportan a Suiza, México, EE.UU. e Italia.

En el 2006 concretaron el primer envío de 25 toneladas de cacao. Lo hicieron por vía marítima. Esa cantidad también se repitió en el 2008 y el año pasado.

Bertho Zambrano, presidente de la agrupación, señala que para este año tienen proyectado enviar 400 toneladas. “Todo depende de la cosecha que empezó este mes y se extenderá hasta septiembre”.

El precio de la tonelada en el mercado internacional está en USD 3 300. Los campesinos reciben USD 135 por el quintal del producto cosechado; es decir, ocho dólares más que en el mercado local.

Pero estos agricultores no solo se han concentrado en la comercialización sino también en la producción. Ellos saben que su carta de presentación a escala internacional es el cultivo sin la utilización de productos químicos.

“Buena parte de las 56 000 hectáreas que se cultivan en Manabí se siembra de manera orgánica”, asegura Eduardo Almeida, agricultor del sitio La Estancilla, en el cantón Tosagua.

Zambrano cuenta que empezaron con 70 productores y cuando la gente empezó a ver los resultados se fue sumando paulatinamente al grupo.

Cada productor tiene en promedio 2,5 hectáreas del cultivo. Con la cosecha cubren la demanda que tiene la asociación para la exportación y para vender en el mercado local a las empresas.

Fortaleza del Valle tiene su centro de acopio en el kilómetro tres de la vía Calceta-Chone. En dos hectáreas construyeron cuatro cajones para el fermentado y ocho marquesinas (sitios de secado) tipo invernadero. Eso permite lograr un secado uniforme y conservar su hidratación.

“Estamos en un sitio céntrico. Los productores de los cinco cantones llegan con rapidez y sin contratiempos. Además, la carretera fue rehabilitada aunque faltan algunos tramos por reparar ”, agrega Zambrano.