lunes, 4 de mayo de 2009

La crisis golpea a la prensa libre

El colapso financiero mundial e Internet debilitan a los medios por falta de recursos para financiar corresponsalías e investigación

La crisis económica que afecta particularmente al mundo de la comunicación constituye un peligro para la libertad de expresión debido a la desaparición de medios, la reducción de recursos y la precariedad laboral que hacen más arriesgada la crítica, según los expertos.

Ayer, en el Día Internacional por la Libertad de Prensa, se rindió homenaje a los periodistas muertos en el ejercicio de su profesión en conflictos o lugares en los que los poderes políticos u otros actores no toleran la libre información. Pero también en las sociedades democráticas existe peligro de censura más o menos indirecta y, aún más, en tiempos de crisis.

"La crisis económica y especialmente la de los medios (derivada también del auge de Internet) debilita financieramente a esos medios, a los que les faltan recursos para corresponsales o periodismo de investigación, que son la esencia del periodismo de calidad", comentó Stephan Weichert, reconocido experto alemán en temas de comunicación.

En el último informe sobre excelencia en periodismo del Instituto Pew de los EEUU, varios reporteros que cubrieron la última campaña presidencial reconocieron que habían realizado menos trabajos de fondo por falta de medios y tiempo, pues a la reducción de personal se suma el que deben alimentar varios canales multimedia.

Según el politólogo español Ignacio Sotelo, la desaparición de periódicos afecta a la libertad de expresión: "Cuanto menos medios, más monopolio y más capacidad de control". Ante eso, ambos analistas ven un peligro en que se debata la intervención del Estado.

"Esa dependencia puede llevar a una instrumentalización por parte de la política", dice Weichert, que cita como ejemplos nefastos de complicidad entre mandatarios y algunos grupos mediáticos a Francia e Italia.

En los EEUU, los especialistas temen un mayor poder de presión de las empresas anunciantes o los accionistas. Según un estudio sobre autocensura del Instituto Pew, 52% de los periodistas estadounidenses confiesa haber desestimado un tema importante por ser demasiado complejo; 35%, por ser información contraria a los intereses de la empresa, y 29%, por serlo a los de los anunciantes.