lunes, 2 de marzo de 2009

El día que cayó Raúl Reyes

Un congreso de militantes izquierdistas se realizó en Quito. Es probable que inteligencia colombiana haya hecho un seguimiento y que se confirmara la presencia del segundo al mando de las Farc en Ecuador
En una sala del hospital Militar, en una habitación en la que estaban dos guardias, tres mujeres se recuperan. Una tiene un suero. Las otras están aletargadas. Hablan poco a pesar de la insistencia de los reporteros que llegan en turnos y tratan de conseguir sus palabras. Son Martha, Diana y Lucía.
Las dos primeras son colombianas. Su acento las delata. Martha es la que más habla. Diana ha sido intervenida quirúrgicamente, apenas hace 24 horas. La tercera es mexicana, y se llama Lucía Morett.
Las tres llevan dos días en la habitación 502 del Hospital Militar de Quito. Fueron rescatadas de una zona que prácticamente fue devastada por la explosión de bombas, la noche del 1º. de marzo de 2008.
Son las sobrevivientes del bombardeo realizado por el Ejército de Colombia, y con el que se le dio muerte al número 2 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), "Raúl Reyes", cuyo verdadero nombre era Luis Édgar Devia, quien contaba con 59 años al momento del ataque.
El ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, al anunciar la muerte de Reyes, la tarde del 1.º de marzo de 2008, aseguró: "Es el golpe más duro a las FARC en toda su historia". Hasta ese momento las versiones eran confusas sobre la violación del territorio ecuatoriano por parte del Ejército de Colombia. Solo por la noche, el presidente Correa se pronunció al respecto y se rompieron las relaciones con el Gobierno de Colombia.
La Operación Fénix. El 1 de marzo de 2008, a las 00:25, se inició la operación militar que dejó como saldo 21 guerrilleros de las Farc muertos, así como el deceso de un soldado del Ejército Colombiano, de quien se dijo que falleció, posteriormente a la operación, debido a la caída de un árbol.
La operación contó con la participación del Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía de Colombia. Se lanzaron unas cuatro smart bombs (bombas inteligentes), que según fuentes colombianas fueron lanzadas desde dos aviones Súpertucano (de fabricación brasileña). Para transportar al personal de asalto, se contó con la participación de dos helicópteros Black hawk.
El ataque ocurrió en un campamento clandestino de las Farc, en territorio ecuatoriano, a 1 800 metros de la línea de frontera, en un sector conocido como Angostura, en la población de Santa Rosa de Yanamaru, en la provincia de Sucumbíos.
Entre los muertos, estaban cinco estudiantes mexicanos. que habían llegado días antes.
Las hipótesis. La versión más difundida, sobre todo por el Gobierno de Colombia, acerca de la localización de campamento de Angostura, es que la intercepción de una llamada a un teléfono satelital que, supuestamente, manejaba Raúl Reyes.
Aun así, según la revista mexicana Cambio, todo un aparataje de inteligencia permitió rastrear las posiciones de los cinco estudiantes mexicanos que llegaron a Ecuador para asistir al segundo Congreso de la Coordinadora Continental Simón Bolívar, que se realizó en Quito, entre el 24 y el 29 de febrero de 2008.
A la cita asistieron 500 representantes de movimientos y partidos de izquierda de todo el continente. Para ese encuentro, la Casa de la Cultura Ecuatoriana facilitó el Teatro Nacional, así como las salas Demetrio Aguilera Malta, Benjamín Carrión, Jorge Icaza y el Teatro Prometeo. La parte logística estuvo a cargo de Catalina Campos, quien es la ex esposa de José Ignacio Chauvin.
En el evento no se permitió la presencia de medios de comunicación. Aun así, hay versiones de que hubo un saludo de Reyes en un video. La mesa de trabajo N.º 7 de este Congreso hizo una declaración en la que solicita "el reconocimiento de las FARC-EP y del ELN como fuerzas beligerantes en el propósito de propiciar el canje de prisioneros de guerra".
No solo los mexicanos fueron seguidos en su paso por Ecuador. Siete asistentes peruanos a este congreso en Quito fueron capturados cuando habían cruzado la frontera entre Ecuador y Perú, en Aguas Verdes. Se los acusó de asociación con grupos irregulares de Colombia y se los vinculó al grupo terrorista MRTA.
Según las declaraciones de Lucía Morett, la única de los cinco mexicanos que salió con vida del ataque colombiano, ellos habían ido en canoa y luego a pie hasta el campamento.
Allí se suponía que estaba Julián Conrado, el cantor de las Farc. Según uno de los supuestos correos electrónicos encontrados en las computadoras de Reyes, se habla que Conrado había estado en el campamento.
Los militares colombianos se llevaron un cuerpo, creyendo que era el de Conrado. Se trataba del ecuatoriano Fránklin Aisalla, quien a pesar de un bajo perfil en Quito (trabajaba como cerrajero), resultó ser uno de los contactos de las Farc en Ecuador.
Al siguiente día, al lugar de los hechos acudieron los entonces ministros de Defensa, Wellington Sandoval, y de Seguridad, Gustavo Larrea. Acompañados por José Ignacio Chauvin, ex subsecretario de Larrea.