El volcán Reventador, situado a unos cien kilómetros al este de Quito, mantiene una alta actividad sísmica, por lo que las autoridades ecuatorianas han decidido redoblar su vigilancia.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional informó de que "la actividad del volcán se mantiene en un nivel considerado como alto", con permanentes señales sísmicas y de explosiones.
Además, el último informe especial del IG señala que se observa incandescencia en la zona del cráter y en el flanco sur del volcán, mientras que pobladores de la zona han reportado ruidos constantes similares a bramidos de diversas intensidades y cañonazos relacionados con explosiones.
También informó de que un domo de lava sólida continúa en un proceso de crecimiento en la zona del cráter. No obstante, el Instituto señala que, pese a ser alta, la actual actividad del volcán no alcanza los "altos niveles de energía liberados" durante un pulso eruptivo en noviembre 2002, cuando el coloso expulsó millones de toneladas de ceniza, que por efectos del viento, gran cantidad de ese material se depositó en Quito.
De su lado, la secretaria nacional de Gestión de Riesgos, María del Pilar Cornejo, indicó que esa dependencia trabaja directamente con el IG para observar la evolución de la actividad del Reventador.
Cornejo indicó que personal de la Secretaría de Gestión de Riesgo en la provincia amazónica de Sucumbíos, donde se ubica el Reventador, efectuará un recorrido por la zona del volcán para observar de cerca la situación.
El Reventador, cuyo actual proceso eruptivo empezó en 2002, registró el pasado miércoles un aumento de su actividad sísmica, luego de meses de baja intensidad, como ha sido su característica desde hace siete años.
El volcán, de 3.485 metros, es uno de los más activos de Ecuador, junto con el Tungurahua, que desde hace meses se mantiene en calma.
El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional informó de que "la actividad del volcán se mantiene en un nivel considerado como alto", con permanentes señales sísmicas y de explosiones.
Además, el último informe especial del IG señala que se observa incandescencia en la zona del cráter y en el flanco sur del volcán, mientras que pobladores de la zona han reportado ruidos constantes similares a bramidos de diversas intensidades y cañonazos relacionados con explosiones.
También informó de que un domo de lava sólida continúa en un proceso de crecimiento en la zona del cráter. No obstante, el Instituto señala que, pese a ser alta, la actual actividad del volcán no alcanza los "altos niveles de energía liberados" durante un pulso eruptivo en noviembre 2002, cuando el coloso expulsó millones de toneladas de ceniza, que por efectos del viento, gran cantidad de ese material se depositó en Quito.
De su lado, la secretaria nacional de Gestión de Riesgos, María del Pilar Cornejo, indicó que esa dependencia trabaja directamente con el IG para observar la evolución de la actividad del Reventador.
Cornejo indicó que personal de la Secretaría de Gestión de Riesgo en la provincia amazónica de Sucumbíos, donde se ubica el Reventador, efectuará un recorrido por la zona del volcán para observar de cerca la situación.
El Reventador, cuyo actual proceso eruptivo empezó en 2002, registró el pasado miércoles un aumento de su actividad sísmica, luego de meses de baja intensidad, como ha sido su característica desde hace siete años.
El volcán, de 3.485 metros, es uno de los más activos de Ecuador, junto con el Tungurahua, que desde hace meses se mantiene en calma.