El Gabinete Ministerial tacha de irresponsable y de aliado de las mentiras de la oposición reaccionaria al asambleísta Jorge Escala, quien el día de ayer acusó al Gobierno, y en particular al Presidente de la República, de perpetrar un crimen de Estado en referencia a la muerte del maestro shuar Bosco Visún. El asambleísta Escala conoce las evidencias que existen en el caso, que apuntan a que el perdigón provino del arma de uno de los manifestantes.
Como asambleísta, Escala conoce que los informes señalan que la Policía actuó únicamente con equipos antimotines durante las protestas, y que los manifestantes, armados con lanzas y escopetas, hirieron a más de 40 policías. Por esto, los Ministros resaltaron las palabras del Ministro de Gobierno, apoyadas por los hechos: la Policía no cuenta en su dotación con municiones de tipo perdigón, y más aún, en el caso de Macas, los efectivos que participaron estuvieron desarmados.
Por tanto, resulta lamentable la innoble actitud del asambleísta Escala, quien sin ningún escrúpulo intenta utilizar la muerte de un hermano shuar como plataforma para las aspiraciones políticas propias y de su grupo, en confabulación con los sectores más antipopulares y retardatarios del país, a pesar de conocer con certeza la correcta actuación del Gobierno Nacional y del personal policial.
Los Ministros de Estado lamentan profundamente la muerte del maestro shuar de educación intercultural bilingüe, piden que se abandone el discurso de ciertos dirigentes indígenas que exacerba el racismo y la violencia, y solicitan que se depongan medidas de hecho que han caído en la violencia extrema y atentan contra la Constitución, que hace menos de un año el país aprobó por abrumadora mayoría.
Por supuesto que los responsables deben ser juzgados, pero esos responsables deben buscarse entre quienes blandieron armas con municiones de perdigones. El asambleísta Escala oyó cantar al gallo y no sabe por dónde.
Finalmente, el Gabinete Ministerial señala que la espiral de la violencia y de los violentos, crece cuando se quieren imponer intereses corporativos con medidas de fuerza que agreden a la ciudadanía en el ejercicio de sus derechos. El paro de la UNE, el cierre de carreteras, el llamado a derrocar al gobierno, etc., son acciones que atentan contra los derechos de las personas.
“Nosotros, los miembros del Gabinete, sólo somos transitorios servidores de la ciudadanía; en este servicio, hacemos frente a los garroteros que amenazan nuestra integridad personal, a los que siembran terror en las calles, y a sus intelectuales orgánicos, enfermos de resentimiento, que defienden a los violentos abusando del poder que les da el uso de la palabra.”
Como asambleísta, Escala conoce que los informes señalan que la Policía actuó únicamente con equipos antimotines durante las protestas, y que los manifestantes, armados con lanzas y escopetas, hirieron a más de 40 policías. Por esto, los Ministros resaltaron las palabras del Ministro de Gobierno, apoyadas por los hechos: la Policía no cuenta en su dotación con municiones de tipo perdigón, y más aún, en el caso de Macas, los efectivos que participaron estuvieron desarmados.
Por tanto, resulta lamentable la innoble actitud del asambleísta Escala, quien sin ningún escrúpulo intenta utilizar la muerte de un hermano shuar como plataforma para las aspiraciones políticas propias y de su grupo, en confabulación con los sectores más antipopulares y retardatarios del país, a pesar de conocer con certeza la correcta actuación del Gobierno Nacional y del personal policial.
Los Ministros de Estado lamentan profundamente la muerte del maestro shuar de educación intercultural bilingüe, piden que se abandone el discurso de ciertos dirigentes indígenas que exacerba el racismo y la violencia, y solicitan que se depongan medidas de hecho que han caído en la violencia extrema y atentan contra la Constitución, que hace menos de un año el país aprobó por abrumadora mayoría.
Por supuesto que los responsables deben ser juzgados, pero esos responsables deben buscarse entre quienes blandieron armas con municiones de perdigones. El asambleísta Escala oyó cantar al gallo y no sabe por dónde.
Finalmente, el Gabinete Ministerial señala que la espiral de la violencia y de los violentos, crece cuando se quieren imponer intereses corporativos con medidas de fuerza que agreden a la ciudadanía en el ejercicio de sus derechos. El paro de la UNE, el cierre de carreteras, el llamado a derrocar al gobierno, etc., son acciones que atentan contra los derechos de las personas.
“Nosotros, los miembros del Gabinete, sólo somos transitorios servidores de la ciudadanía; en este servicio, hacemos frente a los garroteros que amenazan nuestra integridad personal, a los que siembran terror en las calles, y a sus intelectuales orgánicos, enfermos de resentimiento, que defienden a los violentos abusando del poder que les da el uso de la palabra.”