El Presidente de la República, Rafael Correa, recibió en su despacho a los miembros de la Comisión que se encarga de investigar los hechos suscitados a partir del ataque colombiano a territorio ecuatoriano, el 1 de marzo de 2008, en la zona de Angostura, en el que murió el líder de las FARC alias Raúl Reyes.
El objetivo de la reunión fue recoger la versión del Presidente de la República, para que la Comisión siga encaminando la investigación para la que fue designada y logre esclarecer los hechos mencionados.
Varios fueron los temas a los que atendió el Mandatario, quien debió rememorar los hechos y presentar información sobre distintos ámbitos de la investigación, tal como lo hiciera a la Nación en varias ocasiones, mediante los medios de comunicación y la opinión pública.
De plano, uno de los resultados que arrojó este proceso, -mencionó el Presidente- fue la modificación de la anterior UIES, en manos de Manuel Silva, ya que su trabajo en este caso fue incompetente y negativo para los intereses del Estado.
Sobre el papel de las Fuerzas Armadas, mencionó que el área de inteligencia sabía varios hechos que jamás fueron comunicados al Presidente, ni a sus ministros, incluso, según el Presidente, este estamento conocía el papel del ecuatoriano Franklin Aisalia, que resultó muerto en el campamento de los grupos irregulares. El coronel Mario Pazmiño fue el jefe de Inteligencia del Ejército en los momentos en que ocurrió el bombardeo colombiano en Ecuador.
Ratificó que se enteró del hecho por una llamada del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien le comunicó una versión errada del bombardeo, que al final dio como resultado el rechazo del Ecuador a la acción colombiana.
El Presidente además dijo que a partir de los hechos mencionados, Ecuador hoy ha tomado todas las medidas para que nunca más se vuelva a repetir un hecho similar. Por ejemplo, las Fuerzas Armadas se han tecnificado con la compra de radares, seis helicópteros, Super Tucanos y se plantea una renovación de flota supersónica.
Reiteró no conocer a ningún miembro de las FARC, sin embargo, dijo no poder garantizar que en todos los estamentos del Gobierno no haya habido algún contacto con las FARC, por ejemplo, mencionó al ex subsecretario Ignacio Chauvín, que colaboró tres meses al inicio del Gobierno. No obstante, recalcó que si se descubre que este ex funcionario se reunió en Angostura con Reyes, se deben tomar acciones legales por el delito de atentar a la seguridad del Estado.
Nuevamente, dio a conocer que este Gobierno ha sido el régimen en el que más se ha controlado la situación de la frontera, con captura de laboratorios de procesamiento de drogas, campamentos y estrategias de seguridad. También se reforzó la seguridad militar y policial en la zona fronteriza para evitar los actos de filtración de miembros irregulares.
Una vez más, el Presidente contó que autorizó una reunión del ex ministro Gustavo Larrea con un miembro de las FARC (cuyo nombre desconocía), en un sitio neutral por causas de negociación humanitaria. “Nunca autoricé absolutamente a nadie del Gobierno para que hable con la Coordinadora Bolivariana, con las FARC, en términos políticos”, agregó.
Dijo desconocer, asimismo, acerca del Congreso Continental Bolivariano que se realizó en Quito, días previos al bombardeo.
De igual forma, dijo ignorar cómo marcha el proceso de auscultamiento del supuesto diario de Raúl Reyes, cuya autenticidad se encuentra en investigación en manos de la Fiscalía General del Estado.
Finalmente, ratificó su intención de someterse a un polígrafo para responder si sabía algo de las FARC, siempre y cuando el Presidente Uribe se someta a un proceso similar sobre su conocimiento acerca de relaciones con el Paramilitarismo.
Además de los miembros de la Comisión, Francisco Huerta, Carlos Moncayo, Enrique Galarza, Walter Gellibert e Israel Batista; acompañaron al Jefe de Estado, los ministros de Defensa, Javier Ponce; Gobierno, Gustavo Jalkh; Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal; y Fander Falconí, ministro de Relaciones Exteriores.
El objetivo de la reunión fue recoger la versión del Presidente de la República, para que la Comisión siga encaminando la investigación para la que fue designada y logre esclarecer los hechos mencionados.
Varios fueron los temas a los que atendió el Mandatario, quien debió rememorar los hechos y presentar información sobre distintos ámbitos de la investigación, tal como lo hiciera a la Nación en varias ocasiones, mediante los medios de comunicación y la opinión pública.
De plano, uno de los resultados que arrojó este proceso, -mencionó el Presidente- fue la modificación de la anterior UIES, en manos de Manuel Silva, ya que su trabajo en este caso fue incompetente y negativo para los intereses del Estado.
Sobre el papel de las Fuerzas Armadas, mencionó que el área de inteligencia sabía varios hechos que jamás fueron comunicados al Presidente, ni a sus ministros, incluso, según el Presidente, este estamento conocía el papel del ecuatoriano Franklin Aisalia, que resultó muerto en el campamento de los grupos irregulares. El coronel Mario Pazmiño fue el jefe de Inteligencia del Ejército en los momentos en que ocurrió el bombardeo colombiano en Ecuador.
Ratificó que se enteró del hecho por una llamada del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, quien le comunicó una versión errada del bombardeo, que al final dio como resultado el rechazo del Ecuador a la acción colombiana.
El Presidente además dijo que a partir de los hechos mencionados, Ecuador hoy ha tomado todas las medidas para que nunca más se vuelva a repetir un hecho similar. Por ejemplo, las Fuerzas Armadas se han tecnificado con la compra de radares, seis helicópteros, Super Tucanos y se plantea una renovación de flota supersónica.
Reiteró no conocer a ningún miembro de las FARC, sin embargo, dijo no poder garantizar que en todos los estamentos del Gobierno no haya habido algún contacto con las FARC, por ejemplo, mencionó al ex subsecretario Ignacio Chauvín, que colaboró tres meses al inicio del Gobierno. No obstante, recalcó que si se descubre que este ex funcionario se reunió en Angostura con Reyes, se deben tomar acciones legales por el delito de atentar a la seguridad del Estado.
Nuevamente, dio a conocer que este Gobierno ha sido el régimen en el que más se ha controlado la situación de la frontera, con captura de laboratorios de procesamiento de drogas, campamentos y estrategias de seguridad. También se reforzó la seguridad militar y policial en la zona fronteriza para evitar los actos de filtración de miembros irregulares.
Una vez más, el Presidente contó que autorizó una reunión del ex ministro Gustavo Larrea con un miembro de las FARC (cuyo nombre desconocía), en un sitio neutral por causas de negociación humanitaria. “Nunca autoricé absolutamente a nadie del Gobierno para que hable con la Coordinadora Bolivariana, con las FARC, en términos políticos”, agregó.
Dijo desconocer, asimismo, acerca del Congreso Continental Bolivariano que se realizó en Quito, días previos al bombardeo.
De igual forma, dijo ignorar cómo marcha el proceso de auscultamiento del supuesto diario de Raúl Reyes, cuya autenticidad se encuentra en investigación en manos de la Fiscalía General del Estado.
Finalmente, ratificó su intención de someterse a un polígrafo para responder si sabía algo de las FARC, siempre y cuando el Presidente Uribe se someta a un proceso similar sobre su conocimiento acerca de relaciones con el Paramilitarismo.
Además de los miembros de la Comisión, Francisco Huerta, Carlos Moncayo, Enrique Galarza, Walter Gellibert e Israel Batista; acompañaron al Jefe de Estado, los ministros de Defensa, Javier Ponce; Gobierno, Gustavo Jalkh; Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal; y Fander Falconí, ministro de Relaciones Exteriores.