Un 21,4 por ciento de niños, niñas y adolescentes de Ecuador ha sufrido en alguna ocasión algún tipo de abuso sexual, según se desprende de un estudio elaborado por el Instituto de la Niñez y la Familia (INFA) y el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), al que hoy tuvo acceso Efe.
La investigación, que estudió la situación de 2.567.101 niños, niñas y adolescentes, determina que 548.229 de los encuestados sufrieron al menos una situación de abuso sexual por parte, en su mayoría, de familiares, parejas o amigos.
Los resultados de la investigación también apuntan a que en la región amazónica y en las islas Galápagos se registraron mayores casos de abuso (27,7%) que en la región costera (21,8%) o en la sierra (20,3%). Por ciudades, Quito, con 24,5 por ciento de casos, supera ligeramente a Guayaquil, la ciudad más poblada del país, que tiene un 23,3 por ciento de casos, mientras que el resto de las grandes ciudades registra un porcentaje del 20,3 por ciento.
Los tipos de abuso que más casos se registran son propuestas sexuales (68,2%), tocamiento de genitales (56,8%) o exhibición (49,9%), producidos sobre todo por personas en una franja de edad comprendida entre los 18 y los 30 años.
La mayoría de los niños, niñas y adolescentes que han sufrido esos tipos de situación sexual tienen entre 15 y 17 años de edad, seguidos de los que tienen 11 o menos.
El 28 por ciento de ellos no ha comunicado a nadie que sufrieron un abuso, mientras que el 34,7 por ciento optó por comunicarlo a algún amigo y el 15,5 por ciento a su madre.
Asimismo, entre los motivos que más llevaron a los menores a participar en las situaciones sexuales se cuentan que se trataba de una persona a la que ellos querían (36,90%) o porque les dijeron que era algo normal (19,20%), mientras que al 38,7 por ciento les generó un sentimiento de miedo y al 29,4 por ciento, vergüenza.
De acuerdo con el INFA, el objetivo de la investigación publicada es "contribuir a la revisión y rediseño de políticas y acciones dirigidas a enfrentar el fenómeno de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes en el país", así como "establecer la magnitud del problema y determinar las principales características del fenómeno".
Desde 1991 no se había realizado en Ecuador un estudio sobre la problemática, pero en ese momento se centró únicamente en las dos ciudades más importantes de Ecuador, Quito y Guayaquil, mientras que el estudio actual es a nivel nacional.
Con estos datos, el INFA y el MIES se proponen trabajar para "establecer una legislación que no permita ninguna clase de impunidad", a la vez que implementar programas de prevención para fortalecer el respeto a los derechos de los menores, "uno de los grupos más vulnerables y descuidados por la sociedad y el Estado".
Los principales grupos receptores de esos programas serán las familias, las escuelas, las iglesias y los medios de comunicación.
Asimismo, se buscará "mejorar el sistema judicial, agilizar los procesos y mejorarlos" para evitar, por ejemplo, "la re-victimización de la persona agredida".
El INFA también se propone mejorar procesos de asistencia domiciliaria, mejorar programas de educación preventiva y establecer acuerdos y redes de trabajo entre instituciones.
Actualmente Ecuador cuenta con 43 Centros de Protección de Derechos de los menores de edad, donde se ha realizado una capacitación en atención especializada en abuso sexual.
La investigación, que estudió la situación de 2.567.101 niños, niñas y adolescentes, determina que 548.229 de los encuestados sufrieron al menos una situación de abuso sexual por parte, en su mayoría, de familiares, parejas o amigos.
Los resultados de la investigación también apuntan a que en la región amazónica y en las islas Galápagos se registraron mayores casos de abuso (27,7%) que en la región costera (21,8%) o en la sierra (20,3%). Por ciudades, Quito, con 24,5 por ciento de casos, supera ligeramente a Guayaquil, la ciudad más poblada del país, que tiene un 23,3 por ciento de casos, mientras que el resto de las grandes ciudades registra un porcentaje del 20,3 por ciento.
Los tipos de abuso que más casos se registran son propuestas sexuales (68,2%), tocamiento de genitales (56,8%) o exhibición (49,9%), producidos sobre todo por personas en una franja de edad comprendida entre los 18 y los 30 años.
La mayoría de los niños, niñas y adolescentes que han sufrido esos tipos de situación sexual tienen entre 15 y 17 años de edad, seguidos de los que tienen 11 o menos.
El 28 por ciento de ellos no ha comunicado a nadie que sufrieron un abuso, mientras que el 34,7 por ciento optó por comunicarlo a algún amigo y el 15,5 por ciento a su madre.
Asimismo, entre los motivos que más llevaron a los menores a participar en las situaciones sexuales se cuentan que se trataba de una persona a la que ellos querían (36,90%) o porque les dijeron que era algo normal (19,20%), mientras que al 38,7 por ciento les generó un sentimiento de miedo y al 29,4 por ciento, vergüenza.
De acuerdo con el INFA, el objetivo de la investigación publicada es "contribuir a la revisión y rediseño de políticas y acciones dirigidas a enfrentar el fenómeno de abuso sexual a niños, niñas y adolescentes en el país", así como "establecer la magnitud del problema y determinar las principales características del fenómeno".
Desde 1991 no se había realizado en Ecuador un estudio sobre la problemática, pero en ese momento se centró únicamente en las dos ciudades más importantes de Ecuador, Quito y Guayaquil, mientras que el estudio actual es a nivel nacional.
Con estos datos, el INFA y el MIES se proponen trabajar para "establecer una legislación que no permita ninguna clase de impunidad", a la vez que implementar programas de prevención para fortalecer el respeto a los derechos de los menores, "uno de los grupos más vulnerables y descuidados por la sociedad y el Estado".
Los principales grupos receptores de esos programas serán las familias, las escuelas, las iglesias y los medios de comunicación.
Asimismo, se buscará "mejorar el sistema judicial, agilizar los procesos y mejorarlos" para evitar, por ejemplo, "la re-victimización de la persona agredida".
El INFA también se propone mejorar procesos de asistencia domiciliaria, mejorar programas de educación preventiva y establecer acuerdos y redes de trabajo entre instituciones.
Actualmente Ecuador cuenta con 43 Centros de Protección de Derechos de los menores de edad, donde se ha realizado una capacitación en atención especializada en abuso sexual.