Seis acuerdos se alcanzaron durante la reunión que los dirigentes del Magisterio mantuvieron con el ministro de Educación, Raúl Vallejo, y en la que el vicepresidente de la República, Lenín Moreno, actuó como mediador.
No obstante, según el politólogo Jorge León, el estrechón de manos protagonizado por Mery Zamora, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), y Raúl Vallejo, constituye "una paz simbólica" lograda por el Gobierno en medio de "la bola de nieve formada por el paro de las nacionalidades indígenas y de la UNE".
El experto considera que lo ocurrido en las últimas dos semanas significó el retorno de los movimientos sociales al escenario político.
"Finalmente, el Gobierno ha tenido que reconocerlos como contrapartes políticas, formadas por grupos con posiciones, ante las cuales tiene que negociar", manifestó.
León considera que el Gobierno cedió "completamente" ante la presión del gremio. "De la posición que tenía sobre no negociar y no reconocer a estos grupos, pasó a la contraria", afirmó.
Por su parte, Claudia Arteaga, directora de la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (Fidal), considera que la UNE salió "fortalecida de este proceso".
Según Arteaga, el logro fundamental de la UNE fue que se archiven los sumarios administrativos contra docentes que no rindieron la evaluación y que se les dé otra oportunidad para rendirla. No obstante, resaltó su desacuerdo con la paralización de los docentes.
Por su parte, Francisco Rojas, vicepresidente de la UNE en Pichincha, señaló que, de haberse agilitado el proceso de diálogo, el paro no se habría prolongado. "Nosotros siempre tuvimos la razón", argumentó.
Por su parte, el asambleísta del MPD Jorge Escala compartió esta postura manifestando que, "una vez más, se ha demostrado que la lucha es el camino para defender la dignidad de los movimientos sociales".
Según el asambleísta, la "paz simbólica" podría no ser tan duradera, puesto que "si no se materializan los compromisos adquiridos con el magisterio, de seguro se reactivarán las protestas".
Esta es una posibilidad, supone Arteaga, debido a que los acuerdos dejaron temas por los cuales el Magisterio podría seguir presionando al Gobierno, como es, por ejemplo, la conformación del organismo autónomo que realizaría la evaluación docente.
Finalmente León, considera que lo acontecido reveló un problema en el sistema de Gobierno. "Debido a la jerarquía del poder centrada en Rafael Correa, los funcionarios no tienen la oportunidad de seguir sus propias iniciativas", comentó.
Sin embargo, descartó que exista falta de liderazgo en los funcionarios del régimen.
"El problema es que tienen muy limitado su campo de acción", dijo.
No obstante, según el politólogo Jorge León, el estrechón de manos protagonizado por Mery Zamora, presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), y Raúl Vallejo, constituye "una paz simbólica" lograda por el Gobierno en medio de "la bola de nieve formada por el paro de las nacionalidades indígenas y de la UNE".
El experto considera que lo ocurrido en las últimas dos semanas significó el retorno de los movimientos sociales al escenario político.
"Finalmente, el Gobierno ha tenido que reconocerlos como contrapartes políticas, formadas por grupos con posiciones, ante las cuales tiene que negociar", manifestó.
León considera que el Gobierno cedió "completamente" ante la presión del gremio. "De la posición que tenía sobre no negociar y no reconocer a estos grupos, pasó a la contraria", afirmó.
Por su parte, Claudia Arteaga, directora de la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (Fidal), considera que la UNE salió "fortalecida de este proceso".
Según Arteaga, el logro fundamental de la UNE fue que se archiven los sumarios administrativos contra docentes que no rindieron la evaluación y que se les dé otra oportunidad para rendirla. No obstante, resaltó su desacuerdo con la paralización de los docentes.
Por su parte, Francisco Rojas, vicepresidente de la UNE en Pichincha, señaló que, de haberse agilitado el proceso de diálogo, el paro no se habría prolongado. "Nosotros siempre tuvimos la razón", argumentó.
Por su parte, el asambleísta del MPD Jorge Escala compartió esta postura manifestando que, "una vez más, se ha demostrado que la lucha es el camino para defender la dignidad de los movimientos sociales".
Según el asambleísta, la "paz simbólica" podría no ser tan duradera, puesto que "si no se materializan los compromisos adquiridos con el magisterio, de seguro se reactivarán las protestas".
Esta es una posibilidad, supone Arteaga, debido a que los acuerdos dejaron temas por los cuales el Magisterio podría seguir presionando al Gobierno, como es, por ejemplo, la conformación del organismo autónomo que realizaría la evaluación docente.
Finalmente León, considera que lo acontecido reveló un problema en el sistema de Gobierno. "Debido a la jerarquía del poder centrada en Rafael Correa, los funcionarios no tienen la oportunidad de seguir sus propias iniciativas", comentó.
Sin embargo, descartó que exista falta de liderazgo en los funcionarios del régimen.
"El problema es que tienen muy limitado su campo de acción", dijo.