viernes, 8 de abril de 2011

Obama y Santos aprueban el plan de acción para destrabar el TLC

Washington, EFE. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, aprobaron hoy el plan de acción para destrabar el Tratado de Libre Comercio, que establece que el 22 de abril debe iniciarse el proceso para presentarlo al Congreso estadounidense.

"Me complace anunciar que hemos aprobado un Plan de Acción en favor de los derechos sindicales", anunció Obama en una declaración ante la prensa junto a Santos, al término de una reunión en el Despacho Oval.

El plan, aseguró Obama, no sólo "es consistente con los intereses de Estados Unidos, sino también con la visión de Santos de una Colombia más próspera" y servirá "para avanzar un tratado de libre comercio entre EE.UU. y Colombia".

El presidente estadounidense destacó los logros del país suramericano, donde "ha florecido una democracia fuerte que respeta los derechos humanos y avanza para proporcionar prosperidad económica a su pueblo".

Por su parte, el presidente colombiano afirmó que el 22 de abril, la primera fecha que establece el plan para comenzar a poner en práctica las medidas previstas, "se inicia el proceso para la presentación al Congreso del TLC", que aguarda desde hace cinco años su ratificación en el Capitolio estadounidense.

El logro del acuerdo representa "una noticia muy satisfactoria", subrayó Santos, quien recordó: "llevábamos cinco años buscando la luz verde. Hoy, finalmente, tenemos la luz verde".

La puesta en marcha del TLC, aseguró, representará "más empleo, más comercio, más inversión, más prosperidad. También para Estados Unidos, que había perdido mercado en Colombia", sostuvo el mandatario colombiano.

La aprobación del TLC, continuó, "despeja el terreno para seguir fortaleciendo las relaciones", indicó Santos.

Las declaraciones del presidente colombiano se producen después de que funcionarios estadounidenses, al anunciar el acuerdo el miércoles, subrayaran que la fecha de presentación del TLC ante el Congreso dependerá de las negociaciones entre el Gobierno y el Capitolio.

El representante de Comercio Exterior, Ron Kirk, había subrayado en declaraciones a la prensa que no hay aún una fecha para llevar el documento ante el Congreso, aunque sí indicó que una vez se presente el tratado contará con una "mayoría robusta".

Dentro del plan de acción, Colombia se compromete a reformar para el 15 de junio el Código Penal de modo que se castiguen las medidas o amenazas que puedan afectar los derechos fundamentales de los trabajadores.

También la Policía colombiana deberá nombrar 95 investigadores para antes de fin de año que se encargarán de apoyar las investigaciones de delitos contra sindicalistas.

Para el 22 de abril, el Gobierno de Santos expandirá las protecciones a los activistas sindicales, a los trabajadores que quieren sumarse a un gremio o a los exsindicalistas que se vean amenazados por actividades pasadas.

La Oficina de Comercio Exterior de EE.UU. calcula que una vez esté en marcha el TLC, las exportaciones estadounidenses a Colombia se expandirán en mil millones de dólares al año más, que se sumarán a los actuales 12.000 millones de dólares anuales.

El acuerdo permitirá que un 80 por ciento de las exportaciones de productos de consumo e industriales de EE.UU. a Colombia estén exentas de aranceles, mientras que al restante 20 por ciento se le eliminarán las tasas a lo largo de diez años.

En torno a la mitad de las exportaciones agrícolas también estarán exentas de impuestos, mientras que el resto quedará libre de aranceles en un plazo de quince años.

El TLC con Colombia se encontraba pendiente de ratificación en el Congreso estadounidense por las preocupaciones demócratas acerca de derechos laborales y la violencia contra sindicalistas en el país suramericano.

Los republicanos, por contra, reclamaban que se presentara el tratado ante el Congreso para su ratificación y amenazaban de otro modo con bloquear una serie de nombramientos gubernamentales en el Senado.

Obama considera el libre comercio una de las piedras angulares para hacer realidad su promesa de doblar las exportaciones estadounidenses en el plazo de cinco años.