miércoles, 13 de abril de 2011

En Manabí sequía obliga a ganaderos a vender reses

Aunque llovió en la última semana, Jimmy Muñoz, ganadero del cantón Chone (Manabí) tiene un objetivo claro: seguir vendiendo la reses de su hacienda, pues teme que enflaquezcan tanto y mueran como ya sucedió en 2005 cuando las vacas morían ante la falta de pasto y agua.

Pese a que ya es temporada de lluvias, los ganaderos y agricultores de Manabí sufren por la persistente sequía.

La falta de agua acabó con los cultivos y luego con el pasto, el alimento principal (y casi único) de las reses en este sector de Ecuador.

Cuando las vacas comen menos no producen leche, dijo José Zambrano, presidente de la Federación de Ganaderos de Ecuador.

Zambrano explicó que una vaca normalmente produce cinco litros de leche diario pero sin alimento baja a dos litros y en ocasiones a cero, pues los ganaderos para no estresarlas prefieren no ordeñarlas.

Ante esa crisis, la solución que han hallado es empezar a vender el ganado.

Esto, sin embargo, es aprovechado por los intermediarios que llegan desde distintas zonas del Ecuador hasta las haciendas de Chone, Tosagua, Bahía y El Carmen a comprar las reses a un promedio de Ç45 por cada libra de res en pie. Así por las vacas las pagan hasta $200 cada una, cuando el precio real supera los $500, dijo el ganadero Genaro Zambrano, de El Carmen.

Los ganaderos Teodoro Andrade, Juan Alcívar y Sigifredo Chávez señalaron que con las lluvias moderadas que han caído en la zona norte de Manabí el pasto empezó a reverdecer.

Andrade, sin embargo, dijo que aunque comience a llover muchos campesinos seguirán vendiendo sus reses porque deben pagar las deudas contraídas con el Banco Nacional de Fomento.

Los campesinos, además, viven otro drama, pues ya las siembras son irrecuperables.

El Ministerio de Agricultura ha identificado 100 mil hectáreas de cultivos perdidos y 60 mil hectáreas en riesgo de perderse, todos de ciclo corto como arroz, maíz y pasto.

Leonardo Cedeño, del Centro Agrícola del cantón Tosagua, dijo que ellos esperan que les flexibilicen los plazos de las deudas con el Banco de Fomento y además que se implementen planes de riego para aprovechar el agua de las represas Poza Honda y La Esperanza ubicadas en el centro de Manabí y los únicos lugares donde se acopia agua en toda la provincia.