miércoles, 20 de abril de 2011

Indígenas retiran ‘mando’ a Correa

La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y varias organizaciones de Cotopaxi retirarán este sábado el bastón de mando al presidente Rafael Correa en Zumbahua, parroquia de esa provincia.

Ese bastón fue entregado a Correa en enero del 2007 en un acto simbólico previo a su asunción al poder. En el acto participaron los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Venezuela, Hugo Chávez.

La presidenta del Movimiento Indígena de Cotopaxi, Diocelinda Iza, explicó que ese retiro se debe a los continuos insultos del jefe de Estado en contra de los indígenas, quien ha dicho al expresidente de la Conaie, Marlon Santi, “incapaz y mentiroso” por su oposición a los proyectos de Ley de Agua y de Minería. “Corruptos e indios salvajes” son otros epítetos que se han usado para referirse a la dirigencia.

Para Iza, durante su gobierno Correa se ha dedicado en sus enlaces sabatinos a discriminar y a insultar. “Ha excluido a la Conaie, ha burlado sus propuestas de cambio. Ha irrespetado a los pueblos y nacionalidades y no pone en práctica el estado plurinacional”.

Iza aseveró que el mandatario no los representa porque no ha producido cambios como ofreció. A pesar de que en la zona de Zumbahua se construyó una Escuela del Milenio, y un hospital, la dirigente explicó que eso no implica una división en la comunidad. “Estos servicios son un derecho; el presidente no está poniendo de su sueldo, no es un regalo”, dijo.

Agregó que el bastón de mando es importante para el movimiento indígena porque es un símbolo de autoridad para pedir que haga lo que pide el pueblo. El bastón se lo entrega al presidente de la Conaie, de la Ecuarunari o a los presidentes de los cabildos.

Al retiro de este bastón de mando acudirán asambleístas, dirigentes y el nuevo presidente de la Conaie, Humberto Cholango. Ese símbolo equivale al bastón de oro que tenían los jefes indígenas antes de la colonización y que actualmente está elaborado en madera del árbol de chonta, envuelto en un látigo y formado por una serie de simbolismos con tres principios de las leyes indígenas: no robar, no mentir y no ser perezoso.