lunes, 11 de abril de 2011

Atpdea no afecta bienes de menor tradición

De prolongarse la no renovación de las preferencias arancelarias andinas (Atpdea, en inglés) y el Sistema General de Preferencias (SGP), cuya aprobación depende de la legislatura estadounidense, los sectores exportadores no tradicionales vinculados al agro, como las rosas, frutas y vegetales, serán los más perjudicados.

A diferencia de productos tradicionales como el banano, camarón y cacao, que se exportan a EE.UU. sin pagar aranceles por compromisos adquiridos en la Organización Mundial de Comercio (OMC), existen decenas de productos como las rosas que al perder el Atpdea no podrían acogerse de inmediato a otro programa preferencial, advierten empresarios.

El SGP y Atpdea, este último creado como un beneficio por la lucha contra las drogas, son los dos programas de exoneraciones y rebajas arancelarias que entrega Estados Unidos a Ecuador. Y ambos vencieron, en diciembre y mediados de febrero, en ese orden.

Un exportador explicó que aunque se llegara a renovar el SGP y no el Atpdea hay partidas que no podrán ser elegibles para migrar al primer programa.

“No todos los productos pueden buscar otras alternativas; es cierto que hay partidas que sí pueden acoger el SGP, pero si este no se renueva igual da. Además, la tramitología para ir al SGP es complicada”, indicó.

El gobierno, al simular escenarios por la pérdida del Atpdea y el SGP, ha estimado que eso solo afectaría a una parte de las exportaciones, aunque reconoce que los productos más perjudicados serían las rosas, elaborados de maderas, frutas y hortalizas (brócoli), que se han desarrollado bajo las preferencias arancelarias.

Un estudio que está en manos del Ministerio de Coordinación de Política Económica refiere que si se pierde el Atpdea y el SGP un total de 437 partidas (ítems con beneficios arancelarios) tendrían que pagar impuestos. Con ello, los importadores estadounidenses tendrían que cancelar $ 25,5 millones en aranceles para llevar los productos ecuatorianos a su mercado.

La ministra de la Política Económica, Katiuska King afirmó que el efecto de una no renovación “es manejable y está bajo el control y no son de la magnitud de la cual se habla”.