martes, 9 de agosto de 2011

En pocas décadas, el gas podría ser el combustible más demandado

El desarrollo de un esquisto bituminoso (reserva) de gas en los Estados Unidos y en otros países, así como el incremento del procesamiento del gas natural licuado podría aumentar los rangos de producción de este combustible alternativo, cuya demanda aumenta a nivel internacional.

Si el auge persiste, el gas tomará el lugar del carbón como el segundo recurso más favorito del mundo en solo pocas décadas y millones de personas podrán respirar mucho mejor.

Aquello es porque, aunque no sea barato, el recurso es atractivo por su limpieza. Aunque el proceso de extracción hidráulica es peligroso, una vez que está fuera de la tierra, este es mucho más limpio que el propio carbón.

Por ejemplo, no distribuye mercurio neurotóxico alrededor del planeta, no contamina el aire de la ciudad ni la de los pulmones de aquellas personas aledañas que lo respiran con hollín y sulfuro.

Para el calentamiento global es una bendición. Produce menos dióxido de carbono por cada unidad de energía que el carbón o el petróleo.

Al mismo tiempo, la disponibilidad de un combustible relativamente verde y barato puede mover un consumo de energía global. La Agencia de Energía Internacional proyecta que en el 2035, según un informe recientemente publicado, el incremento del uso de energía balancearía los retornos de los inversionistas por quemar el gas en lugar de carbón.

El sulfuro en la estratosfera, un resultado natural de erupciones volcánicas, proporciona mucho más enfriamiento por tonelada que el que hace la emisión de carbón. Las emisiones deliberadas en la estratosfera (usando una tecnología un poco menos perjudicial que un volcán) pudiera proporcionar un enfriamiento como aquel producido por el carbón sin unos catastróficos efectos secundarios.

Pero el mundo no está ni científica ni políticamente listo para considerar esta geoingeniería. Una manera más práctica será apoyar los fuertes precios del carbón, bajo el cual el gas todavía lo desplaza, aunque se ve difícil reemplazar las opciones genuinas. A este evento se suma el apoyo para la investigación y desarrollo (R & D) de una electricidad más barata generada por el carbono y el almacenamiento de energía y dióxido de carbono.

Otra razón para darle la bienvenida al auge del gas es que este demuestra cómo el R & D, aquel que trajo el esquito bituminoso de gas, puede cambiar la perspectiva del mundo de la energía. Ni un solo avance tecnológico resuelve todo, pero es bueno acordarnos que el progreso es posible.(The Economist)