martes, 9 de agosto de 2011

En debate un proyecto de ley para regular el mercado interno

El Gobierno presentó ayer a los empresarios, académicos y entidades públicas el proyecto de Ley Orgánica de Control de Poder de Mercado. El documento plantea el control y la regulación a las empresas productoras y comercializadoras para evitar que estas fijen los precios y las cuotas en los mercados.

Según Diego Martínez, subsecretario de Planificación de Senplades, los estudios técnicos previos han permitido identificar los sectores y los grupos económicos que tienen el control de la mayoría de productos y servicios.

Los estudios revelan que las pasteurizadoras y la industria de lácteos, las bebidas no alcohólicas y la mueblería tienen posiciones predominantes en el mercado nacional.

El documento también determina que hay concentración en los sectores de papel y cartón, textiles, farmacéuticas e industria alimenticia, maquinaria y equipo agropecuario.

Según los informes de Senplades, en el sector comercial hay poder de mercado en la comercialización de carne de res y de ganado porcino, aceites comestibles, y otros.

"El objetivo de la ley es la protección al consumidor -dijo Mateo Villalba, subsecretario de Senplades- mediante el castigo a quienes abusan del poder económico que poseen".

Cuando la Superintendencia de Competencias determine que una empresa realice prácticas que violen los derechos del consumidor o apliquen la competencia desleal en el mercado, como bajar los precios para quebrar a su similar, se les hará un llamado de atención primero. Si no hay una corrección de ese abuso de poder, se les aplicará una multa pecuniaria y si continúa esa práctica se llegará hasta la escisión de la empresa. "El proyecto de ley será enviado con el carácter de urgente en materia económica -dijo Verónica Sion, ministra de Industrias- en las próximas semanas, para que entre en vigencia en el último trimestre del año".

Para la Cámara de Comercio de Quito, hay que tener mucho cuidado con esta ley, "ya que, a pretexto de una ley de regulación de mercados, se podría caer en el error de afectar duramente a sectores económicos que han desarrollado empresas líderes". Por ejemplo, "los grandes autoservicios, que han disminuido los precios y han mejorado la calidad, pueden ser castigados injustamente".