domingo, 7 de agosto de 2011

El G7 busca coordinar una respuesta para evitar derrumbe bursátil el lunes

PARÍS. El grupo de los países más industrializados, el G7, estaba bajo presión este domingo para intentar coordinar una respuesta a la crisis de la deuda de la Eurozona y la degradación de la nota crediticia de Estados Unidos para evitar un nuevo derrumbe de las bolsas mundiales el lunes.

Como primer indicador de la situación en los mercados después de la catarsis provocada por la degradación de la nota crediticia de Estados Unidos, la bolsa de Tel Aviv, una de las pocas que abre el domingo, cayó más de un 6%.

El sábado, la primera plaza bursátil en operar tras la noticia, la Bolsa de Riad, la más importante de los países árabes, cayó un 5,46%.

Standard & Poor's (S&P) retiró el viernes a la primera potencia mundial la prestigiosa nota "AAA", característica de los emisores de obligaciones más fiables.

S&P bajó la nota de Estados Unidos a "AA+", una sanción inédita desde la creación de la agencia en 1941, debido a los "riesgos políticos" relacionados con la enorme deuda pública estadounidense, que supera los 14,5 billones de dólares.

El Tesoro de Estados Unidos cuestionó la decisión, poniendo en duda la "integridad" de la agencia. Según la institución, S&P cometió un "error de dos billones de dólares" en las proyecciones de déficit presupuestario hasta 2021.

"Los mercados ya se lo esperaban", explicó el domingo el economista jefe para Europa de S&P, Jean-Michel Six, para quien la preocupación de los mercados "tiene que ver mucho más con la reactivación, con la fuerza de la reactivación económica, que con una y otra nota en concreto".

Sin embargo, muchos expertos temen que los mercados se desplomen el lunes.

"El hecho de que Standard & Poor's haya finalmente apretado el gatillo (...) hará sin ninguna duda que los mercados financieros se derrumben en la apertura del lunes", aseguró Paul Dale, analista de Capital Economics, con base en Estados Unidos.

La sanción infligida a la primera economía del mundo hace que todavía sea más urgente una respuesta coordinada de los dirigentes europeos y estadounidenses, incapaces hasta ahora de frenar la espiral de descenso de las bolsas mundiales.

Los ministros de Economía y presidentes de los países del G7 -formado por Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Italia y Gran Bretaña- multiplicaron este fin de semana los contactos telefónicos para poder elaborar una estrategia común.

Los países del G20, que reúne a las principales economías del planeta, mantuvieron el domingo una conferencia telefónica de urgencia sobre las crisis de la deuda y la degradación de la nota de Estados Unidos, informó el viceministro surcoreano de Economía, Choi Jong-Ku.

La conversación se llevó a cabo varias horas después de que los titulares de Economía del G7 y sus consejeros mantuvieran una teleconferencia durante la noche del sábado, rodeada del máximo secretismo.

Otra teleconferencia entre los ministros de Finanzas y los principales banqueros del G7 está prevista antes de que abran los parqués asiáticos el lunes, según medios japoneses, quienes hablan de una posible declaración conjunta para calmar a los mercados.

El Consejo de Gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) también tenía previsto reunirse por videoconferencia hacia las 16H00 GMT del domingo, según fuentes cercanas a la institución citadas por la agencia financiera Dow Jones Newswires.

Entre las medidas que se estudiarán está la posible intervención del BCE, que desde el lunes podría comprar obligaciones de Italia. Este proyecto fue anunciado por el ministro italiano de Reformas Institucionales, Umberto Bossi, pero no fue confirmado por la institución europea.

Los mercados habían reclamado una intervención de este tipo. Pero el discurso del pasado jueves del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, que prometió nuevas compras en el mercado de la deuda, no tuvo efecto en los inversores.

Éstos esperaban que la compra fuera dirigida principalmente a España e Italia, pero Trichet no dijo nada sobre esta cuestión.

Como consecuencia, las primas de riesgo de estos dos país en los mercados de la deuda frente a Alemania, país de referencia de la zona euro, alcanzaron nuevos récords.

La decisión de S&P "provocará un efecto rebote en España e Italia y pondrá a Francia bajo presión", estimó Charles Wyplosz, profesor de Economía de la universidad de Estudios Superiores de Ginebra.

"La zona euro baja al infierno", alertó.(AFP)