Al menos en este año, el Ecuador ha venido registrando un promedio de cinco asesinatos cada día; 1 284 robos y asaltos a personas cada mes o el equivalente a 42,8 por día; y 878,7 robos a domicilios mensuales, entre otros
Las estadísticas, las encuestas y los hechos demuestran que la inseguridad, la delincuencia y la violencia están convirtiendo al Ecuador en su presa desde hace algún tiempo.
Guayas, Pichincha, Esmeraldas y Manabí son, por lo menos en los dos últimos años, en donde más delitos contra la vida de las personas, los bienes y la propiedad se cometen, según cifras de la Policía Judicial (ver gráficos en las páginas. 2 y 3).
Así, de enero a octubre de 2010, el país registró 1 514 asesinatos, equivalentes a un promedio de 151,4 por mes o cinco por día. De ellos, Guayas reportó 626; Esmeraldas, 226, y Manabí, 157.
Pese a las cifras, Juan Mina, jefe de Operaciones de la Policía de Esmeraldas, dice que el índice de crímenes bajó en 2010 en esa provincia. Como ejemplo, señaló que, en 2009, se registraban 35 crímenes al mes y, en 2010, 16 cada mes.
Familiares de víctimas, en cambio, no creen que la violencia haya bajado y culpan de ello no solo a la falta de acciones concretas y globales del Gobierno, sino al sistema judicial. Carlos Saud, dueño de radio La Voz de Su Amigo, de Esmeraldas, cuestiona la liberación de Frixon Gómez Micolta, presunto asesino de su hijo Jean Carlos, registrado en 2008 cerca al Municipio, por resistirse al robo.
El detenido fue sentenciado a cuatro años pero ya está libre con la rebaja del 2x1.
En cuanto a robo y asalto a personas, como le ocurrió al hijo del radiodifusor, en lo que va de 2010, se suma un total de 12 840 denuncias, equivalente a 1 284 por mes o 42,8 por día.
Pero no solo las cifras policiales dan cuenta de que la inseguridad no es solo percepción. Según una encuesta presentada la semana anterior por Informe Confidencial, se ve de 2008 a 2010 un aumento importante de la percepción de inseguridad en las dos principales ciudades del país. En Quito, en 2008 era del 61%; en 2009, del 68%, y a noviembre de este año, llegó al 84% de las personas que piensan que la delincuencia se ha incrementado en la capital.
En Guayaquil: en 2008, fue del 64% la percepción de inseguridad e incremento de la delincuencia; en 2009, subió al 69%, y en 2010, al 85%.
Las encuestas determinaron también que el 56% de quiteños y el 56% de guayaquileños dicen que alguien que vive en su hogar ha sido víctima de algún delito.
Mientras, según cifras de la Central de Llamadas de Emergencia 911, en Quito, se denuncian 2 000 delitos diarios en promedio.
Medardo Oleas, abogado del Movimiento Marcha Blanca en Quito, cree que solo se podrá combatir la inseguridad a través de cinco ejes: prevención, investigación, juzgamiento, rehabilitación y redición de cuentas cambiando el sistema judicial y la estructura policial.
'La delincuencia es de dos clases'
El sociólogo Fernando Carvajal opina que la violencia en el país no es solo cuestión de percepción: "La inseguridad que vivimos es de dos clases: aquella delincuencia común que se origina ante la falta de respuesta del Estado a las necesidades de pobreza, la que se tiene que enfrentar otorgando educación, vivienda y empleo. Por otro lado, está el problema más grave, que es la violencia organizada, como el narcotráfico, la trata de personas y el sicariato, situaciones que involucran a la Policía, las Fuerzas Armadas, y los poderes Legislativo y Judicial, temas que tienen que afrontarse a escala internacional en instancias como la Unasur o la OEA".
Las estadísticas, las encuestas y los hechos demuestran que la inseguridad, la delincuencia y la violencia están convirtiendo al Ecuador en su presa desde hace algún tiempo.
Guayas, Pichincha, Esmeraldas y Manabí son, por lo menos en los dos últimos años, en donde más delitos contra la vida de las personas, los bienes y la propiedad se cometen, según cifras de la Policía Judicial (ver gráficos en las páginas. 2 y 3).
Así, de enero a octubre de 2010, el país registró 1 514 asesinatos, equivalentes a un promedio de 151,4 por mes o cinco por día. De ellos, Guayas reportó 626; Esmeraldas, 226, y Manabí, 157.
Pese a las cifras, Juan Mina, jefe de Operaciones de la Policía de Esmeraldas, dice que el índice de crímenes bajó en 2010 en esa provincia. Como ejemplo, señaló que, en 2009, se registraban 35 crímenes al mes y, en 2010, 16 cada mes.
Familiares de víctimas, en cambio, no creen que la violencia haya bajado y culpan de ello no solo a la falta de acciones concretas y globales del Gobierno, sino al sistema judicial. Carlos Saud, dueño de radio La Voz de Su Amigo, de Esmeraldas, cuestiona la liberación de Frixon Gómez Micolta, presunto asesino de su hijo Jean Carlos, registrado en 2008 cerca al Municipio, por resistirse al robo.
El detenido fue sentenciado a cuatro años pero ya está libre con la rebaja del 2x1.
En cuanto a robo y asalto a personas, como le ocurrió al hijo del radiodifusor, en lo que va de 2010, se suma un total de 12 840 denuncias, equivalente a 1 284 por mes o 42,8 por día.
Pero no solo las cifras policiales dan cuenta de que la inseguridad no es solo percepción. Según una encuesta presentada la semana anterior por Informe Confidencial, se ve de 2008 a 2010 un aumento importante de la percepción de inseguridad en las dos principales ciudades del país. En Quito, en 2008 era del 61%; en 2009, del 68%, y a noviembre de este año, llegó al 84% de las personas que piensan que la delincuencia se ha incrementado en la capital.
En Guayaquil: en 2008, fue del 64% la percepción de inseguridad e incremento de la delincuencia; en 2009, subió al 69%, y en 2010, al 85%.
Las encuestas determinaron también que el 56% de quiteños y el 56% de guayaquileños dicen que alguien que vive en su hogar ha sido víctima de algún delito.
Mientras, según cifras de la Central de Llamadas de Emergencia 911, en Quito, se denuncian 2 000 delitos diarios en promedio.
Medardo Oleas, abogado del Movimiento Marcha Blanca en Quito, cree que solo se podrá combatir la inseguridad a través de cinco ejes: prevención, investigación, juzgamiento, rehabilitación y redición de cuentas cambiando el sistema judicial y la estructura policial.
'La delincuencia es de dos clases'
El sociólogo Fernando Carvajal opina que la violencia en el país no es solo cuestión de percepción: "La inseguridad que vivimos es de dos clases: aquella delincuencia común que se origina ante la falta de respuesta del Estado a las necesidades de pobreza, la que se tiene que enfrentar otorgando educación, vivienda y empleo. Por otro lado, está el problema más grave, que es la violencia organizada, como el narcotráfico, la trata de personas y el sicariato, situaciones que involucran a la Policía, las Fuerzas Armadas, y los poderes Legislativo y Judicial, temas que tienen que afrontarse a escala internacional en instancias como la Unasur o la OEA".