Quito La central hidroeléctrica Mazar, ubicada al sur este del Ecuador, ha maximizado la energía hidroeléctrica y evitado los racionamientos de energía este año, que pudieron ser mayores al anterior estiaje 2009-2010.
“El presente estiaje es el más crítico de los últimos 46 años. Sin embargo, la energía que se entrega al Sistema Nacional Interconectado es normal porque existen suficientes reservas para cubrir la demanda hasta que termine este período de falta de lluvias en la cuenca amazónica”, dijo el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Miguel Calahorrano.
El estiaje, que comienza en octubre, se intensifica en diciembre y termina en marzo, afecta la generación de las centrales hidroeléctricas del país, principalmente Paute, que aporta con más del 35% de energía.
Según el ministro, en estos últimos tres meses, Paute ha bajado sus caudales hasta 10 y ocho metros cúbicos por segundo. “En Quito y la Sierra en general tenemos mucha pluviosidad, pero en Paute es a la inversa”, señaló Calahorrano.
Dijo que haber evitado los apagones se debe al esfuerzo del Gobierno del Presidente Correa que aportó con más del 70% de toda la inversión para la construcción de Mazar. Esto ha permitido “maximizar la energía hidroeléctrica y el país ahorre enormemente en la compra de combustibles y de energía a Colombia y el Perú”, manifestó.
Según el ministro, el anterior estiaje le costó al país alrededor de $700 millones, período en el cual el país disponía de apenas 100 gigavatios hora de energía; hoy, las reservas de agua en las represas, especialmente en Mazar, permiten contar con 800 gigavatios.
Mazar, que entró en operación en junio anterior y fue inaugurado oficialmente hoy por el Presidente de la República, Rafael Correa, tiene capacidad para almacenar 410 millones de pies cúbicos de agua y generar, a la vez, 160 megavatios (MW) de energía.
Consiste en la segunda etapa de la explotación de la energía potencial del curso medio del río Paute.
La primera fase del aprovechamiento consistió en el proyecto Paute-Molino, con una capacidad instalada de 1.075 MW, en funcionamiento en 1983. Mazar debió haberse construido inmediatamente, con el objeto de que regule el caudal del río Paute, almacene un importante volumen de agua, genere electricidad y detenga los sedimentos que se depositan en la presa Amaluza de Paute, con lo cual ayude a prolongar la vida útil del embalse.
Se calcula que los sedimentos se reducirían en dos millones de metros cúbicos.(El ciudadano)
“El presente estiaje es el más crítico de los últimos 46 años. Sin embargo, la energía que se entrega al Sistema Nacional Interconectado es normal porque existen suficientes reservas para cubrir la demanda hasta que termine este período de falta de lluvias en la cuenca amazónica”, dijo el ministro de Electricidad y Energía Renovable, Miguel Calahorrano.
El estiaje, que comienza en octubre, se intensifica en diciembre y termina en marzo, afecta la generación de las centrales hidroeléctricas del país, principalmente Paute, que aporta con más del 35% de energía.
Según el ministro, en estos últimos tres meses, Paute ha bajado sus caudales hasta 10 y ocho metros cúbicos por segundo. “En Quito y la Sierra en general tenemos mucha pluviosidad, pero en Paute es a la inversa”, señaló Calahorrano.
Dijo que haber evitado los apagones se debe al esfuerzo del Gobierno del Presidente Correa que aportó con más del 70% de toda la inversión para la construcción de Mazar. Esto ha permitido “maximizar la energía hidroeléctrica y el país ahorre enormemente en la compra de combustibles y de energía a Colombia y el Perú”, manifestó.
Según el ministro, el anterior estiaje le costó al país alrededor de $700 millones, período en el cual el país disponía de apenas 100 gigavatios hora de energía; hoy, las reservas de agua en las represas, especialmente en Mazar, permiten contar con 800 gigavatios.
Mazar, que entró en operación en junio anterior y fue inaugurado oficialmente hoy por el Presidente de la República, Rafael Correa, tiene capacidad para almacenar 410 millones de pies cúbicos de agua y generar, a la vez, 160 megavatios (MW) de energía.
Consiste en la segunda etapa de la explotación de la energía potencial del curso medio del río Paute.
La primera fase del aprovechamiento consistió en el proyecto Paute-Molino, con una capacidad instalada de 1.075 MW, en funcionamiento en 1983. Mazar debió haberse construido inmediatamente, con el objeto de que regule el caudal del río Paute, almacene un importante volumen de agua, genere electricidad y detenga los sedimentos que se depositan en la presa Amaluza de Paute, con lo cual ayude a prolongar la vida útil del embalse.
Se calcula que los sedimentos se reducirían en dos millones de metros cúbicos.(El ciudadano)