Fernando Carrión, sociólogo y experto en temas de seguridad analizó el papel de la Policía en la sociedad actual desde el retorno a la democracia. Cree que es necesario hablar de una nueva Policía, en vez de una modernización que incluya más armas.
Carrión comentó que lo que sucedió con la Policía el 30-S no fue un hecho casual. “Hay fenómenos estructurales que explican esto”, dijo en una entrevista realizada en el programa de Radio Pública, Pasa la Voz.
Explicó que en el retorno a la democracia se creyó que exclusivamente debían transformarse las Fuerzas Armadas, por haber participado en los golpes de Estado y no la Policía. “Eso condujo a tener una Policía autónoma, con espíritu de cuerpo muy fuerte”, expresó.
Otro de los elementos fue que la Policía Nacional tenía personería jurídica propia y recursos para manejarse. Además la Policía en su interior actuaba independientemente y los grupos elite hacían lo mismo.
En la nueva década hay la presencia de mafias en territorio ecuatoriano, las mismas que empiezan a permear en la sociedad, en los aparatos del Estado y la Policía. “Así, de 2003 a 2006 se triplica el número de policías sin criterios muy claros (entre los requisitos se mencionan la estatura y no deben pasar por el polígrafo)”, añadió
Carrión consideró acertado que el Gobierno haya separado la política del Ministerio de Gobierno, creando el Ministerio de Interior.
“Lo peor que puede tener la Policía es la lógica de los regimientos, porque es una lógica militar”, agregó recordando que el Regimiento Quito es un cuartel militar, en el que el 30-S había 3 mil policías. “Si hubiera habido la desmilitarización de la Policía no hubiera ocurrido el 30-S”, acotó Carrión.
Expresó que la lógica de evolución histórica de la Policía caminaba a un ritmo distinto del proceso de transformación del país y del delito, entonces perdió piso.
Concluyó señalando que la Policía debe ser reformulada (nuevas nomenclaturas, eliminación de machismo, no diferenciar grupos de elite, uniformes, etc.), pues la propuesta de modernización, de dotar más armas no es efectiva. ETE / Prensa Presidencial
Carrión comentó que lo que sucedió con la Policía el 30-S no fue un hecho casual. “Hay fenómenos estructurales que explican esto”, dijo en una entrevista realizada en el programa de Radio Pública, Pasa la Voz.
Explicó que en el retorno a la democracia se creyó que exclusivamente debían transformarse las Fuerzas Armadas, por haber participado en los golpes de Estado y no la Policía. “Eso condujo a tener una Policía autónoma, con espíritu de cuerpo muy fuerte”, expresó.
Otro de los elementos fue que la Policía Nacional tenía personería jurídica propia y recursos para manejarse. Además la Policía en su interior actuaba independientemente y los grupos elite hacían lo mismo.
En la nueva década hay la presencia de mafias en territorio ecuatoriano, las mismas que empiezan a permear en la sociedad, en los aparatos del Estado y la Policía. “Así, de 2003 a 2006 se triplica el número de policías sin criterios muy claros (entre los requisitos se mencionan la estatura y no deben pasar por el polígrafo)”, añadió
Carrión consideró acertado que el Gobierno haya separado la política del Ministerio de Gobierno, creando el Ministerio de Interior.
“Lo peor que puede tener la Policía es la lógica de los regimientos, porque es una lógica militar”, agregó recordando que el Regimiento Quito es un cuartel militar, en el que el 30-S había 3 mil policías. “Si hubiera habido la desmilitarización de la Policía no hubiera ocurrido el 30-S”, acotó Carrión.
Expresó que la lógica de evolución histórica de la Policía caminaba a un ritmo distinto del proceso de transformación del país y del delito, entonces perdió piso.
Concluyó señalando que la Policía debe ser reformulada (nuevas nomenclaturas, eliminación de machismo, no diferenciar grupos de elite, uniformes, etc.), pues la propuesta de modernización, de dotar más armas no es efectiva. ETE / Prensa Presidencial
