Nueva York, (EFE).-Las comunidades de la Amazonía ecuatoriana enfrentadas con Chevron por un caso de contaminación medioambiental pedirán mañana a un tribunal de apelaciones en Nueva York recusar al juez que lleva parte del proceso en EE.UU. y revertir su decisión de bloquear la millonaria indemnización impuesta a la petrolera.
Así lo confirmó hoy a Efe una portavoz del equipo de abogados que representa a los demandantes en EE.UU., que acudirán este viernes al Tribunal Federal de Apelaciones del Segundo Circuito para pedir que el caso sea desestimado o, en su defecto, la recusación del juez Lewis Kaplan y la designación de otro magistrado.
"Argumentaremos que el juez hizo afirmaciones injuriosas en sus mandatos judiciales, y por ello debe ser retirado del caso", indicó la portavoz, quien insistió en que el tribunal no tiene jurisdicción sobre el caso porque bloqueó una sentencia de un juzgado de Ecuador y los demandantes son ecuatorianos.
En marzo pasado, el juez Kaplan bloqueó temporalmente la aplicación de la sentencia que exigía a Chevron el pago de una multa de miles de millones de dólares por contaminación medioambiental, una decisión recurrida por los demandantes, quienes pidieron entonces al magistrado que se retirara del caso, a lo que se opuso.
Un juzgado ecuatoriano falló un mes antes que Chevron debía pagar unos 18.000 millones de dólares por esos daños (9.500 millones si se disculpa ante los afectados), pero la firma petrolera desde hace años denuncia que ese proceso es fraudulento y ha interpuesto demandas en Ecuador, EE.UU. y Europa contra los demandantes, sus abogados y hasta el Gobierno.
El caso ha llegado incluso a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, que ordenó recientemente al Gobierno de Quito pagar 96 millones de dólares a la petrolera Chevron por daños y perjuicios, decisión que fue apelada el pasado 31 de agosto por las autoridades ecuatorianas.
La multa impuesta en Ecuador a Chevron, considerada la más cuantiosa de la historia por una cuestión medioambiental, es resultado de un caso judicial iniciado en 1993 por comunidades de la Amazonía ecuatoriana, tuteladas por abogados estadounidenses.
Los demandantes llevaron entonces a los tribunales a Texaco, posteriormente adquirida por Chevron, por la contaminación ocasionada por la petrolera entre 1964 y 1990 en unas 480.000 hectáreas de selva en la Amazonía, así como por daños irreversibles al ecosistema y enfermedades graves en sus habitantes.
Sin embargo, Chevron insiste en que ambas partes habían alcanzado previamente un acuerdo que exoneraba a Texaco de responsabilidades ambientales futuras, y dice que en el juicio en Ecuador los abogados de los demandantes falsificaron datos y presionaron a peritos científicos para encontrar contaminación donde no existía.
Las acciones de la petrolera estadounidense cerraron hoy con una subida del 2 % en la Bolsa de Nueva York, situadas en los 99,26 dólares por título, mientras que se han apreciado el 8,78 % desde que comenzó el año y acumulan una subida del 25,31 % en los últimos doce meses.
Así lo confirmó hoy a Efe una portavoz del equipo de abogados que representa a los demandantes en EE.UU., que acudirán este viernes al Tribunal Federal de Apelaciones del Segundo Circuito para pedir que el caso sea desestimado o, en su defecto, la recusación del juez Lewis Kaplan y la designación de otro magistrado.
"Argumentaremos que el juez hizo afirmaciones injuriosas en sus mandatos judiciales, y por ello debe ser retirado del caso", indicó la portavoz, quien insistió en que el tribunal no tiene jurisdicción sobre el caso porque bloqueó una sentencia de un juzgado de Ecuador y los demandantes son ecuatorianos.
En marzo pasado, el juez Kaplan bloqueó temporalmente la aplicación de la sentencia que exigía a Chevron el pago de una multa de miles de millones de dólares por contaminación medioambiental, una decisión recurrida por los demandantes, quienes pidieron entonces al magistrado que se retirara del caso, a lo que se opuso.
Un juzgado ecuatoriano falló un mes antes que Chevron debía pagar unos 18.000 millones de dólares por esos daños (9.500 millones si se disculpa ante los afectados), pero la firma petrolera desde hace años denuncia que ese proceso es fraudulento y ha interpuesto demandas en Ecuador, EE.UU. y Europa contra los demandantes, sus abogados y hasta el Gobierno.
El caso ha llegado incluso a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, que ordenó recientemente al Gobierno de Quito pagar 96 millones de dólares a la petrolera Chevron por daños y perjuicios, decisión que fue apelada el pasado 31 de agosto por las autoridades ecuatorianas.
La multa impuesta en Ecuador a Chevron, considerada la más cuantiosa de la historia por una cuestión medioambiental, es resultado de un caso judicial iniciado en 1993 por comunidades de la Amazonía ecuatoriana, tuteladas por abogados estadounidenses.
Los demandantes llevaron entonces a los tribunales a Texaco, posteriormente adquirida por Chevron, por la contaminación ocasionada por la petrolera entre 1964 y 1990 en unas 480.000 hectáreas de selva en la Amazonía, así como por daños irreversibles al ecosistema y enfermedades graves en sus habitantes.
Sin embargo, Chevron insiste en que ambas partes habían alcanzado previamente un acuerdo que exoneraba a Texaco de responsabilidades ambientales futuras, y dice que en el juicio en Ecuador los abogados de los demandantes falsificaron datos y presionaron a peritos científicos para encontrar contaminación donde no existía.
Las acciones de la petrolera estadounidense cerraron hoy con una subida del 2 % en la Bolsa de Nueva York, situadas en los 99,26 dólares por título, mientras que se han apreciado el 8,78 % desde que comenzó el año y acumulan una subida del 25,31 % en los últimos doce meses.