El Gobierno y la Federación Interprovincial de Centros Shuar firmaron un convenio el jueves pasado. El acuerdo se centra en ayudar e impulsar temas vinculados a la salud, educación, vivienda, empleo, sistemas de comunicación, conflictos de tierras, entre otros.
El presidente de la Federación Shuar, Francisco Shiki, dijo que este convenio se firmó para el beneficio de su etnia, “pero no se trata de una tregua política” con el Gobierno de turno. En 2009 falleció el maestro shuar, Bosco Wisuma, en medio de una protesta en Morona Santiago. Desde entonces hubo disputas entre esa etnia y el Régimen.
El convenio se firmó en Sucúa, Morona Santiago, sede la Federación Shuar. En el documento el Gobierno se comprometió a coordinar con otros organismos e instituciones la priorización de la atención y ejecución de los convenios que se suscriban a futuro.
Según Shiki, este acercamiento no se relaciona con acuerdos políticos. “Solo se centra en cumplir con lo que la Constitución prevé, el Buen Vivir para todos los ecuatorianos”.
El dirigente anunció que hoy iniciarán mesas de trabajo para elaborar los proyectos que involucran a cada uno de los ministerios. Estos proyectos se presentarán inmediatamente para que se ejecuten de forma individual.
“Como dirigente tengo que rendir cuentas a mi pueblo en enero (próximo) y decir qué hemos hecho por la educación, salud, solución de conflictos…”, dijo Shiki.
Él aseguró que su organización promueve la paz y no los conflictos, por ello exhortó al Gobierno a que cese la persecución contra los dirigentes indígenas.
En un comunicado del Ministerio de Coordinación de la Política, el viceministro de la Política, Edmundo Villavicencio, dijo que este acto es una muestra de madurez política y organizativa, “que ha llevado a vencer los obstáculos de desinformación y manipulación para llegar al diálogo concertado como único medio que permita a las comunidades alejadas acceder a los beneficios y derechos”.
Y para el viceministro de Gobernabilidad, Óscar Bonilla, es un paso importante en la construcción del Estado nacional reconociendo que la sociedad ecuatoriana no es homogénea ni solo de votantes, sino es una sociedad diversa, pluricultural...
Pero no todos están conformes con el acuerdo. Pepe Acacho, vicepresidente de la Conaie, señaló que este convenio es una burla. Según él, la firma debió hacerse con la ministra coordinadora de la Política, Doris Soliz, y no con un representante como fue el viceministro Villavicencio.
Acacho aseguró que ya se han realizado varios convenios anteriormente y no se han cumplido. “En el documento no se especifican montos y lo peor es que su tiempo de ejecución será de dos años, cuando al presidente Rafael Correa solo le falte uno para salir”. Sin embargo, dijo que estarán en diálogo, “pero que las soluciones deben ser concretas”. Otros dirigentes indígenas, como Lourdes Tibán, desconocen el acuerdo.
El presidente de la Federación Shuar, Francisco Shiki, dijo que este convenio se firmó para el beneficio de su etnia, “pero no se trata de una tregua política” con el Gobierno de turno. En 2009 falleció el maestro shuar, Bosco Wisuma, en medio de una protesta en Morona Santiago. Desde entonces hubo disputas entre esa etnia y el Régimen.
El convenio se firmó en Sucúa, Morona Santiago, sede la Federación Shuar. En el documento el Gobierno se comprometió a coordinar con otros organismos e instituciones la priorización de la atención y ejecución de los convenios que se suscriban a futuro.
Según Shiki, este acercamiento no se relaciona con acuerdos políticos. “Solo se centra en cumplir con lo que la Constitución prevé, el Buen Vivir para todos los ecuatorianos”.
El dirigente anunció que hoy iniciarán mesas de trabajo para elaborar los proyectos que involucran a cada uno de los ministerios. Estos proyectos se presentarán inmediatamente para que se ejecuten de forma individual.
“Como dirigente tengo que rendir cuentas a mi pueblo en enero (próximo) y decir qué hemos hecho por la educación, salud, solución de conflictos…”, dijo Shiki.
Él aseguró que su organización promueve la paz y no los conflictos, por ello exhortó al Gobierno a que cese la persecución contra los dirigentes indígenas.
En un comunicado del Ministerio de Coordinación de la Política, el viceministro de la Política, Edmundo Villavicencio, dijo que este acto es una muestra de madurez política y organizativa, “que ha llevado a vencer los obstáculos de desinformación y manipulación para llegar al diálogo concertado como único medio que permita a las comunidades alejadas acceder a los beneficios y derechos”.
Y para el viceministro de Gobernabilidad, Óscar Bonilla, es un paso importante en la construcción del Estado nacional reconociendo que la sociedad ecuatoriana no es homogénea ni solo de votantes, sino es una sociedad diversa, pluricultural...
Pero no todos están conformes con el acuerdo. Pepe Acacho, vicepresidente de la Conaie, señaló que este convenio es una burla. Según él, la firma debió hacerse con la ministra coordinadora de la Política, Doris Soliz, y no con un representante como fue el viceministro Villavicencio.
Acacho aseguró que ya se han realizado varios convenios anteriormente y no se han cumplido. “En el documento no se especifican montos y lo peor es que su tiempo de ejecución será de dos años, cuando al presidente Rafael Correa solo le falte uno para salir”. Sin embargo, dijo que estarán en diálogo, “pero que las soluciones deben ser concretas”. Otros dirigentes indígenas, como Lourdes Tibán, desconocen el acuerdo.