El director de El Universo, Carlos Pérez Barriga, propuso ayer un arbitraje internacional en el juicio penal que el presidente Rafael Correa sigue contra el diario.
El directivo guayaquileño dijo que está dispuesto a que el caso se lleve a una instancia internacional de arbitraje para que “se defina quién tiene la razón”.
La iniciativa surgió luego de que el Mandatario ofreció desistir de la querella una vez que “reconozcan su error, que mintieron, que pidan disculpas al país, no a Rafael Correa”. Lo dijo el martes pasado luego de que la Segunda Sala Penal del Guayas ratificó por mayoría (2 votos a 1) la sentencia a tres años de prisión contra los directivos del diario, el ex editor de Opinión, Emilio Palacio; y al pago de una indemnización por USD 40 millones.
La demanda por injuria calumniosa se inició por la columna ‘No a las mentiras’ que escribió Palacio, el 6 de febrero pasado, y que según el querellante le imputó los delitos de asesinato y lesa humanidad. El articulista mencionó que un nuevo presidente “podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles”, el 30 de septiembre del 2010.
Según Correa, “en esta clase de delito se puede perdonar en cualquier instancia del proceso”. Pero Carlos Pérez también dijo ayer que era complicado pedir perdón por algo “que no has hecho, y que te estén pidiendo desde la Presidencia es denigrante”.
Su hermano César añadió en Teleamazonas: “Perdón, y en otro momento nos llama mentirosos y antiéticos; cuando estás tratando de conciliar con esa agresividad se me hace difícil entenderlo”.
Alembert Vera, uno de los abogados del Presidente, dijo que primero habría que analizar las circunstancias para un arbitraje internacional. Aunque cree que existen medios más idóneos para el caso “en que ellos quieran llegar a una conciliación o quieran rectificar”, son preferibles los organismos nacionales.
Según Vera, primero que los directivos reconozcan que se equivocaron e imputaron falsamente a Correa , y luego “se buscaría una forma de instrumentalizar cualquier rectificación o arreglo”.
Paralelamente, ambas partes del proceso esperaban que la Sala Penal notificara por escrito la resolución que dictó verbalmente el martes pasado. Con dos votos a favor, de los conjueces Hellen Mantilla y Henry Morán, se ratificó la sentencia. Mientras Guillermo Freire, presidente del tribunal, salvó su voto y declaró inocentes a los hermanos Pérez, y libró a la compañía periodística de delito; pero estableció la culpabilidad de Emilio Palacio.
Una vez que reciban el fallo, la defensa estructucturá un recurso de casación que deberá ventilarse en una de las dos salas penales de la Corte Nacional. Jorge Roditi, uno de los abogados de la defensa, dijo ayer que esperaban que con la “misma agilidad” con la que actuaron los otros jueces, se convoque a la audiencia oral y contradictoria. Ahí se fundamentarán las violaciones a la ley en la “sentencia espúrea”.
Pero Alembert Vera cree que “no amerita la casación”, ya que no se ha violado ninguna ley. Dijo que la defensa ha agotado todos los recursos, de nulidad y apelaciones, y los ha perdido.
El directivo guayaquileño dijo que está dispuesto a que el caso se lleve a una instancia internacional de arbitraje para que “se defina quién tiene la razón”.
La iniciativa surgió luego de que el Mandatario ofreció desistir de la querella una vez que “reconozcan su error, que mintieron, que pidan disculpas al país, no a Rafael Correa”. Lo dijo el martes pasado luego de que la Segunda Sala Penal del Guayas ratificó por mayoría (2 votos a 1) la sentencia a tres años de prisión contra los directivos del diario, el ex editor de Opinión, Emilio Palacio; y al pago de una indemnización por USD 40 millones.
La demanda por injuria calumniosa se inició por la columna ‘No a las mentiras’ que escribió Palacio, el 6 de febrero pasado, y que según el querellante le imputó los delitos de asesinato y lesa humanidad. El articulista mencionó que un nuevo presidente “podría llevarlo ante una corte penal por haber ordenado fuego a discreción y sin previo aviso contra un hospital lleno de civiles”, el 30 de septiembre del 2010.
Según Correa, “en esta clase de delito se puede perdonar en cualquier instancia del proceso”. Pero Carlos Pérez también dijo ayer que era complicado pedir perdón por algo “que no has hecho, y que te estén pidiendo desde la Presidencia es denigrante”.
Su hermano César añadió en Teleamazonas: “Perdón, y en otro momento nos llama mentirosos y antiéticos; cuando estás tratando de conciliar con esa agresividad se me hace difícil entenderlo”.
Alembert Vera, uno de los abogados del Presidente, dijo que primero habría que analizar las circunstancias para un arbitraje internacional. Aunque cree que existen medios más idóneos para el caso “en que ellos quieran llegar a una conciliación o quieran rectificar”, son preferibles los organismos nacionales.
Según Vera, primero que los directivos reconozcan que se equivocaron e imputaron falsamente a Correa , y luego “se buscaría una forma de instrumentalizar cualquier rectificación o arreglo”.
Paralelamente, ambas partes del proceso esperaban que la Sala Penal notificara por escrito la resolución que dictó verbalmente el martes pasado. Con dos votos a favor, de los conjueces Hellen Mantilla y Henry Morán, se ratificó la sentencia. Mientras Guillermo Freire, presidente del tribunal, salvó su voto y declaró inocentes a los hermanos Pérez, y libró a la compañía periodística de delito; pero estableció la culpabilidad de Emilio Palacio.
Una vez que reciban el fallo, la defensa estructucturá un recurso de casación que deberá ventilarse en una de las dos salas penales de la Corte Nacional. Jorge Roditi, uno de los abogados de la defensa, dijo ayer que esperaban que con la “misma agilidad” con la que actuaron los otros jueces, se convoque a la audiencia oral y contradictoria. Ahí se fundamentarán las violaciones a la ley en la “sentencia espúrea”.
Pero Alembert Vera cree que “no amerita la casación”, ya que no se ha violado ninguna ley. Dijo que la defensa ha agotado todos los recursos, de nulidad y apelaciones, y los ha perdido.