Treinta y dos mil racimos de banano de calidad exportables compró el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) durante la primera semana de iniciada la comercialización de la fruta. El precio fue de $ 2 cada racimo.
La compra forma parte de la emergencia del sector bananero dictada el pasado 18 de agosto y la cual tendrá una duración de cinco semanas.
El ministro de Agricultura, Stanley Vera, informó ayer que los racimos comprados en las provincias del Guayas, Los Ríos y El Oro han sido entregados de forma gratuita a las asociaciones de ganaderos y servirá de alimento para el ganado.
La fruta que se adquiera durante las otras tres semanas de emergencia será entregada al Ministerio de Educación para alimentación escolar.
Vera explicó que el Magap tenía previsto comprar en la primera semana 62 racimos de banano, pero con el repunte que ha tenido el precio spot (venta de la fruta sin contrato) los productores prefieren vender la fruta en $ 4 y no en $ 2.
Señaló que esto ayudará a que el Magap adquiera menos banano y pueda utilizar los recursos que tiene para fumigaciones, para el control del hongo y la sigatoka negra
La compra forma parte de la emergencia del sector bananero dictada el pasado 18 de agosto y la cual tendrá una duración de cinco semanas.
El ministro de Agricultura, Stanley Vera, informó ayer que los racimos comprados en las provincias del Guayas, Los Ríos y El Oro han sido entregados de forma gratuita a las asociaciones de ganaderos y servirá de alimento para el ganado.
La fruta que se adquiera durante las otras tres semanas de emergencia será entregada al Ministerio de Educación para alimentación escolar.
Vera explicó que el Magap tenía previsto comprar en la primera semana 62 racimos de banano, pero con el repunte que ha tenido el precio spot (venta de la fruta sin contrato) los productores prefieren vender la fruta en $ 4 y no en $ 2.
Señaló que esto ayudará a que el Magap adquiera menos banano y pueda utilizar los recursos que tiene para fumigaciones, para el control del hongo y la sigatoka negra