La Junta Bancaria (JB) se reunió ayer con la Asociación dministradoras de Fondos y Fideicomisos (Aaffe) y la Asociación de Bancos Privados para exponer sus observaciones sobre la resolución que exige la desinversión de la banca en actividades ajenas a las financieras, como dispone la Constitución.
Ramiro Viteri, director ejecutivo de la AAFFE, explicó a los miembros de la JB, que la medida es de alto riesgo para los 340.000 ahorristas de fondos y provocará la concentración de recursos destinados al ahorro. Es decir, todos los fondos irán a parar en entidades intermediadoras o bancos.
Para Viteri, la medida generará tres efectos. En primer lugar, hay el riesgo de que estas entidades dejen de existir o reducir su calidad de seguridad y manejo de riesgos. Las administradoras manejan unos 700 millones de dólares.
El segundo efecto es que quedarán debilitadas ante la ausencia del respaldo y el apoyo técnico de los bancos. Y el tercero que la medida podría abrir la oportunidad a actores inescrupulosos que capten fondos, perjudicando a miles de ahorristas.
La Asociación de Bancos, en cambio, pidió una definición técnica de los porcentajes sobre las acciones. "Los bancos no están de acuerdo que se dé una calificación de principal accionista, cuando se tiene el 6% del paquete accionario de un banco.
También solicitaron a la JB que aclare la definición de "accionista principal y control indirecto" que consta en la resolución emitida y si seguirá o no permitiendo la conformación de grupos financieros. Además, proponen una ampliación del plazo para la desinversión, porque hasta julio del próximo año será muy difícil vender un sistema de seguros, de tarjetas de crédito, compañías de servicios auxiliares, administradoras de fondos y otras.
La JB analizará las propuestas y resolverá la próxima semana, si se hacen o no reformas a la resolución número 1973.
Ramiro Viteri, director ejecutivo de la AAFFE, explicó a los miembros de la JB, que la medida es de alto riesgo para los 340.000 ahorristas de fondos y provocará la concentración de recursos destinados al ahorro. Es decir, todos los fondos irán a parar en entidades intermediadoras o bancos.
Para Viteri, la medida generará tres efectos. En primer lugar, hay el riesgo de que estas entidades dejen de existir o reducir su calidad de seguridad y manejo de riesgos. Las administradoras manejan unos 700 millones de dólares.
El segundo efecto es que quedarán debilitadas ante la ausencia del respaldo y el apoyo técnico de los bancos. Y el tercero que la medida podría abrir la oportunidad a actores inescrupulosos que capten fondos, perjudicando a miles de ahorristas.
La Asociación de Bancos, en cambio, pidió una definición técnica de los porcentajes sobre las acciones. "Los bancos no están de acuerdo que se dé una calificación de principal accionista, cuando se tiene el 6% del paquete accionario de un banco.
También solicitaron a la JB que aclare la definición de "accionista principal y control indirecto" que consta en la resolución emitida y si seguirá o no permitiendo la conformación de grupos financieros. Además, proponen una ampliación del plazo para la desinversión, porque hasta julio del próximo año será muy difícil vender un sistema de seguros, de tarjetas de crédito, compañías de servicios auxiliares, administradoras de fondos y otras.
La JB analizará las propuestas y resolverá la próxima semana, si se hacen o no reformas a la resolución número 1973.