Con el cambio se eliminan las especializaciones y unos 200 000 alumnos de primer año de bachillerato (antes cuarto curso) recibirán un tronco común de materias. Solo en el tercer año podrán optar por una especialización técnica o en ciencias.
Frente a la implementación del BGU, el reclamo de la Unión Nacional de Educadores (UNE) es la falta de socialización de la propuesta y la falta de capacitación. La capacitación docente apenas comenzará en octubre.
Víctor Hugo Aguilar, presidente de la UNE de Pichincha, argumenta que no conocen a profundidad los contenidos del Bachillerato. “No nos oponemos al Bachillerato pero sí a la manera como lo están haciendo”.
Este año, además, fueron zonificados los alumnos que van a primero, segundo y octavo de básica. Esto significó la reubicación de los estudiantes en los centros cercanos a sus domicilios.
Los padres de familia se quejaron porque en la zonificación se dio prioridad para que abanderados y personas con discapacitadad escogieran el plantel de su preferencia.
La zonificación obligó al Ministerio de Educación a abrir nuevos paralelos y jornadas vespertinas, porque la capacidad de los colegios cercanos a las casas de los estudiantes no fue suficiente.
Aguilar se queja de la precaridad laboral dentro del Magisterio. “Se crearon octavos, novenos y décimos con maestros contratados por USD 350 y USD 400”.
Gloria Vidal, ministra de Educación, indica que antes de proceder a abrir nuevos paralelos, la Subsecretaría de Seguimiento a la Gestión Educativa y las direcciones provinciales realizaron un estudio territorial. “A finales de septiembre vamos a declarar el primer distrito educativo del país. El sentido es que los estudiantes asistan a la institución educativa más cercana”.
Con esto se reforzará la zonificación, que busca evitar problemas de tránsito, cansancio del estudiante y facilitar que el padre de familia esté pendiente del rendimiento académico de su hijo.
Hasta la semana pasada, los padres buscaban cupos para sus hijos en las Unidades Territoriales Educativas (UTE). Según el Ministerio, la disponibilidad de vacantes para octavo era de 2 600 y el acceso estaba garantizado. “El problema es que el padre de familia quiere que su hijo estudie en un colegio tradicional donde ya no hay cupos“, aclara la Ministra.
Otra de las novedades de este año es que el docente debe cumplir ocho horas diarias, según la Ley Orgánica de Educación Intercultural. El gremio cree que el aumento de la jornada provocará el despido de los maestros sin nombramiento.
Aguilar dice que el 60% de los cerca de 60 000 docentes con contrato se quedará sin trabajo este año. De momento trascendió el despido de 30 docentes del Colegio Mejía. Uno de ellos es Fausto Carrera, que laboraba como psicólogo e inspector. El 30 de agosto les dijeron que sus servicios ya no eran necesarios, pese a que les entregaron el distributivo el mes pasado. “La secretaria del Vicerrectorado nos dijo que los profesores que tienen nombramiento van a trabajar ocho horas y se ocuparán de las clases nocturnas. Es decir que cumplirán una jornada de 12 horas. Es antipedagógico”.
La Ministra indica que solo se renovarán aquellos contratos que sean necesarios. Y que esto depende de las necesidades de cada plantel. En el Ministerio hay 22 000 vacantes que serán llenadas entre octubre y noviembre de este año. Para ello se llamará a un concurso de méritos y oposición.
Otro de los problemas que se presentan en este inicio del año lectivo es la falta de infraestructura, conserjes y mobiliario. La Ministra enfatizó que un 50% de los establecimientos no ha utilizado el dinero que tenía previsto para las adecuaciones. Estas partidas presupuestarias están asignadas desde abril y no se han ejecutado por la falta de gestión de sus autoridades. El listado será publicado en la web del Ministerio. “Tenemos USD 100 millones para invertir en infraestructura”.
