QUITO, AFP. La designación de embajadores por parte de Ecuador y Estados Unidos comienza a zanjar una crisis de cinco meses por filtraciones de WikiLeaks, un paso que según Quito fue posible porque el diálogo no se cortó y es una oportunidad de ampliar la relación.
El gobierno ecuatoriano informó el martes que dio su beneplácito para que Adam Namm sea el nuevo embajador estadounidense, luego de que el sábado el presidente Rafael Correa anunciara a Nathalie Cely -ministra de Producción- como su representante ante Washington.
La nominación de Correa tiene carácter inmediato, mientras que en el caso de Estados Unidos el Senado tiene que aprobar la propuesta de Barack Obama.
"Siempre se mantuvieron conversaciones, nunca se rompieron ni se pensó en que no se iban a nombrar embajadores en mucho tiempo", dijo el vicecanciller ecuatoriano, Kintto Lucas, en entrevista con la AFP este miércoles.
"Pensábamos que iba a ser antes de fin de año, por eso no fue una gran sorpresa", añadió Lucas, indicando que Washington dio el primer paso al pedir a Quito que aceptara a Namm hace unas tres semanas.
"Estados Unidos pidió el beneplácito antes que nosotros, pero era parte de lo que pensábamos, que se iba a solucionar antes de fin de año", sostuvo.
La crisis se desató tras la difusión el 5 de abril de un cable confidencial estadounidense filtrado por el sitio de internet WikiLeaks.
El mensaje publicado por el diario El País de España acusaba a Correa de haber nombrado jefe de la Policía a un oficial a sabiendas de que era corrupto para poder manipularlo, y supuestamente fue firmado por la embajadora Heather Hodges en julio de 2009.
Quito declaró persona no grata a Hodges, y dos días después el gobierno de Obama expulsó al embajador ecuatoriano Luis Gallegos en represalia.
El gobierno ecuatoriano informó el martes que dio su beneplácito para que Adam Namm sea el nuevo embajador estadounidense, luego de que el sábado el presidente Rafael Correa anunciara a Nathalie Cely -ministra de Producción- como su representante ante Washington.
La nominación de Correa tiene carácter inmediato, mientras que en el caso de Estados Unidos el Senado tiene que aprobar la propuesta de Barack Obama.
"Siempre se mantuvieron conversaciones, nunca se rompieron ni se pensó en que no se iban a nombrar embajadores en mucho tiempo", dijo el vicecanciller ecuatoriano, Kintto Lucas, en entrevista con la AFP este miércoles.
"Pensábamos que iba a ser antes de fin de año, por eso no fue una gran sorpresa", añadió Lucas, indicando que Washington dio el primer paso al pedir a Quito que aceptara a Namm hace unas tres semanas.
"Estados Unidos pidió el beneplácito antes que nosotros, pero era parte de lo que pensábamos, que se iba a solucionar antes de fin de año", sostuvo.
La crisis se desató tras la difusión el 5 de abril de un cable confidencial estadounidense filtrado por el sitio de internet WikiLeaks.
El mensaje publicado por el diario El País de España acusaba a Correa de haber nombrado jefe de la Policía a un oficial a sabiendas de que era corrupto para poder manipularlo, y supuestamente fue firmado por la embajadora Heather Hodges en julio de 2009.
Quito declaró persona no grata a Hodges, y dos días después el gobierno de Obama expulsó al embajador ecuatoriano Luis Gallegos en represalia.