miércoles, 1 de junio de 2011

La presencia de las grandes mineras repercute en la economía local

Hace seis meses Mónica Jiménez deseaba adquirir un terreno de 500 metros en la parroquia de Los Encuentros, cantón Yantzaza, en Zamora Chinchipe. En ese tiempo le pedían USD 5 000.

Dice que los ahorró con esfuerzo pero cuando iba a transar la compra, el fin de semana pasado, el dueño le dijo que el precio había aumentado y que ahora costaba USD 10 000. Hace un mes, las oficinas de la compañía minera Kinross se trasladaron hasta esta zona, antes estaban en Yantzaza, localizada a 20 minutos.

Con su llegada los precios de las casas, de los terrenos y de los alimentos se dispararon. Se abrieron nuevos locales de comida, despensas, cabinas (zona sin señal telefónica) y también empezó a llegar gente de las parroquias cercanas, buscando empleo.

Con la presencia de Kinross, Jiménez también se benefició. Antes trabajaba como secretaria de la Junta Parroquial y ahora lo hace para esa compañía minera, en una fundación y gana USD 400 al mes por laborar a medio tiempo. Mauricio Peñalosa también fue beneficiado: con su camioneta realiza fletes en la zona.

A dos horas de este sitio (hacia la Cordillera del Cóndor), en la zona concesionada de La Zarza, está el campamento Fruta del Norte. Un área de 95 000 hectáreas, donde la empresa Kinross, luego de una rigurosa exploración, ha encontrado una de las reservas de oro y plata más importantes del país. Según sus estudios, las reservas probadas y probables de minerales se calculan en 6,8 millones de onzas de oro y 9,1 millones de onzas de plata. En términos económicos esto significaría USD 10 390 millones en oro y USD 344 millones en plata. En esta fase de exploración, la empresa invirtió USD 100 millones.

Actualmente se encuentran en la etapa de negociaciones con el Gobierno para determinar los beneficios que recibirá el Estado por esa explotación.

Sin embargo, la presencia de esta multinacional genera el rechazo del alcalde de Yantzaza, Ángel Erreyes, y del prefecto, Salvador Quishpe, quien sostiene que esta futura explotación no traerá mayores beneficios a la zona.

“Nosotros no nos oponemos a la explotación minera pero se deben definir las zonas sensibles”. Para él, esto se logrará con una planificación territorial responsable en donde la comunidad participe y se beneficie.

Pero hay políticos como el alcalde de Yacuambi, Milton González, que sostiene que en estas concesiones existen procesos de responsabilidad ambiental y que hacer une explotación responsable es necesaria para el desarrollo.

Para llegar a Fruta del Norte se debe recorrer por dos horas un estrecho camino hacia el interior de la Cordillera del Cóndor. Ahí hay 20 comunidades que se han beneficiado. Magdalena Tumpal, de Cóndor Alto, reconoce el apoyo en educación y agradece porque su esposo tiene un trabajo