Los 200 alumnos que se educan en la escuela Hilda Márquez Cerezo, en el recinto Bola de Oro del cantón Puebloviejo, fueron afectados por la fumigación aérea que se realizaba en las plantaciones de banano de la hacienda Analita.
Ayer las clases en la sección matutina fueron suspendidas porque los alumnos presentaban síntomas de mareo, náuseas y dolor de estómago. Unos vomitaron y se desmayaron al percibir el veneno.
Los docentes llamaron a los bomberos de Babahoyo, pero la ambulancia de estos se averió en el trayecto. Se consiguió la ayuda de la ambulancia de la Prefectura y hasta que esta llegó al recinto, los afectados ingerieron suero oral.
Los habitantes de ese sector explicaron que la fumigación se realiza cada quince días, pero al parecer en esta ocasión aplicaron un líquido más fuerte.
“Estamos preocupados porque los dueños de haciendas fumigan y no les importa la salud de decenas de niños que se educan en las escuela”, dijo Dalila Párraga, una madre de familia que pide más control del Ministerio de Ambiente.
El conserje de esa institución también se vio afectado por la fumigación aérea.
Ayer las clases en la sección matutina fueron suspendidas porque los alumnos presentaban síntomas de mareo, náuseas y dolor de estómago. Unos vomitaron y se desmayaron al percibir el veneno.
Los docentes llamaron a los bomberos de Babahoyo, pero la ambulancia de estos se averió en el trayecto. Se consiguió la ayuda de la ambulancia de la Prefectura y hasta que esta llegó al recinto, los afectados ingerieron suero oral.
Los habitantes de ese sector explicaron que la fumigación se realiza cada quince días, pero al parecer en esta ocasión aplicaron un líquido más fuerte.
“Estamos preocupados porque los dueños de haciendas fumigan y no les importa la salud de decenas de niños que se educan en las escuela”, dijo Dalila Párraga, una madre de familia que pide más control del Ministerio de Ambiente.
El conserje de esa institución también se vio afectado por la fumigación aérea.