El Directorio de Petroecuador, en sesión del pasado miércoles 8 de junio, resolvió autorizar al gerente de la empresa, Marco Calvopiña, suscribir un acta transaccional con los ex trabajadores involucrados en el caso Gaspetsa.
Entre septiembre y octubre del 2010, Petroecuador separó mediante la figura de visto bueno a 520 trabajadores, por un supuesto conflicto de intereses al tener acciones en Gaspetsa, empresa que mantenía un contrato de provisión de gasolina de pesca artesanal con la estatal.
Luego de nueve meses, la resolución DIR- EPP-28-2011-06- 08, del directorio de Petroecuador, a la que este Diario tuvo acceso, determinó que, con la firma de actas transaccionales, los ex empleados regresarán a Petroecuador con la misma remuneración que tenían al momento en que fueron separados.
Pero el documento determinó que “no se reconocerá valor alguno por el tiempo que estos trabajadores dejaron de trabajar, pues no hubo contraprestación de servicio que justifique su pago”.
Días después de firmada la resolución se entregó a los ex trabajadores un modelo de acta que debían llenar y entregar firmada, junto con una carta dirigida al gerente de la estatal, Marco Calvopiña, para su retorno.
En el acta de cinco puntos, el ex trabajador manifiesta su “voluntad de inhibirse en iniciar acciones judiciales en contra de Petroecuador”, por sus derechos supuestamente vulnerados.
De su lado, Petroecuador se compromete a vincular al trabajador en su mismo puesto y bajo la misma remuneración; además de que reconoce su antigüedad y años de servicios.
Según fuentes de Petroecuador que pidieron la reserva, hasta el viernes pasado, más de 200 ex trabajadores entregaron en la empresa las actas firmadas.
Sin embargo, un grupo del mismo número de ex empleados se ha negado a aceptar el acta porque no se elimina el visto bueno de sus hojas de vida.
Entre estos trabajadores, Susana L. mostró escepticismo sobre el reconocimiento de su antigüedad y rechazó el hecho de que no se reivindique a los trabajadores luego de que fueron “tachados de ladrones e injuriados ante la opinión pública”.
Entre septiembre y octubre del 2010, Petroecuador separó mediante la figura de visto bueno a 520 trabajadores, por un supuesto conflicto de intereses al tener acciones en Gaspetsa, empresa que mantenía un contrato de provisión de gasolina de pesca artesanal con la estatal.
Luego de nueve meses, la resolución DIR- EPP-28-2011-06- 08, del directorio de Petroecuador, a la que este Diario tuvo acceso, determinó que, con la firma de actas transaccionales, los ex empleados regresarán a Petroecuador con la misma remuneración que tenían al momento en que fueron separados.
Pero el documento determinó que “no se reconocerá valor alguno por el tiempo que estos trabajadores dejaron de trabajar, pues no hubo contraprestación de servicio que justifique su pago”.
Días después de firmada la resolución se entregó a los ex trabajadores un modelo de acta que debían llenar y entregar firmada, junto con una carta dirigida al gerente de la estatal, Marco Calvopiña, para su retorno.
En el acta de cinco puntos, el ex trabajador manifiesta su “voluntad de inhibirse en iniciar acciones judiciales en contra de Petroecuador”, por sus derechos supuestamente vulnerados.
De su lado, Petroecuador se compromete a vincular al trabajador en su mismo puesto y bajo la misma remuneración; además de que reconoce su antigüedad y años de servicios.
Según fuentes de Petroecuador que pidieron la reserva, hasta el viernes pasado, más de 200 ex trabajadores entregaron en la empresa las actas firmadas.
Sin embargo, un grupo del mismo número de ex empleados se ha negado a aceptar el acta porque no se elimina el visto bueno de sus hojas de vida.
Entre estos trabajadores, Susana L. mostró escepticismo sobre el reconocimiento de su antigüedad y rechazó el hecho de que no se reivindique a los trabajadores luego de que fueron “tachados de ladrones e injuriados ante la opinión pública”.