Violentos enfrentamientos se produjeron ayer en las calles de Atenas, mientras el Parlamento debatía sobre una nueva serie de medidas de austeridad que la Unión Europea (UE) asegura son necesarias para evitar una crisis económica global.
Al menos tres civiles y 21 policías resultaron heridos en los choques entre la Policía griega y grupos de jóvenes encapuchados. La Policía realizó varios arrestos. Unas 250 personas que buscaron refugio en el metro de Atenas fueron atendidas por problemas respiratorios, mientras nubes de gas lacrimógeno cubrían el aire de la plaza céntrica de la ciudad.
Las violentas protestas tuvieron lugar mientras el Parlamento se dispone a votar sobre recortes presupuestarios de 28 000 millones de euros (40 000 millones de dólares) así como subidas de impuestos hasta el 2015 para reducir la descomunal deuda del país, que se eleva a más del 150% del PIB.
Las últimas medidas de austeridad, que también contienen un plan de privatizaciones de 50 000 millones de euros, enfrentarán dos votaciones parlamentarias hoy y el jueves. Su aprobación es decisiva para que se aprueben nuevos créditos que salvarían a Grecia de la suspensión de pagos. La estabilidad financiera global depende de que la crisis griega se resuelva positivamente y de que, concretamente, el Parlamento heleno apruebe hoy el nuevo paquete de austeridad a cambio de más ayudas de la UE y el FMI, comentó ayer el presidente del Consejo de la UE, Herman van Rompuy.
“Las próximas horas serán cruciales, serán absolutamente vitales para la población de Grecia, pero no solo para el pueblo, también para la eurozona en su conjunto e incluso para la economía mundial”, comentó el belga.
Dicho plan es “la única forma de evitar un default (impago) inmediato” de Grecia y “no hay plan B”, aseguró de su parte el comisario europeo de Relaciones Económicas, Olli Rehn.
En Atenas, cientos de jóvenes encapuchados se desprendieron de una manifestación pacífica que convocaba a unas 20 000 personas y comenzaron a destrozar tiendas y bancos, a la vez que apuntaron también contra el edificio del Ministerio de Finanzas. Cerca del Parlamento y del Ministerio de Finanzas, jóvenes arrojaron bombas molotov y pedazos de mármol contra la Policía, que respondió con gases lacrimógenos.
Desde las primeras horas de ayer, ni los autobuses ni los tranvías en Atenas funcionan y los trabajadores del puerto impiden que zarpen los ferries desde el puerto del Pireo, en la capital griega, cumpliendo así con la huelga de 48 horas en protesta por las medidas de ahorro. Miles de turistas se encontraban varados por la huelga de los ferries.
Al menos tres civiles y 21 policías resultaron heridos en los choques entre la Policía griega y grupos de jóvenes encapuchados. La Policía realizó varios arrestos. Unas 250 personas que buscaron refugio en el metro de Atenas fueron atendidas por problemas respiratorios, mientras nubes de gas lacrimógeno cubrían el aire de la plaza céntrica de la ciudad.
Las violentas protestas tuvieron lugar mientras el Parlamento se dispone a votar sobre recortes presupuestarios de 28 000 millones de euros (40 000 millones de dólares) así como subidas de impuestos hasta el 2015 para reducir la descomunal deuda del país, que se eleva a más del 150% del PIB.
Las últimas medidas de austeridad, que también contienen un plan de privatizaciones de 50 000 millones de euros, enfrentarán dos votaciones parlamentarias hoy y el jueves. Su aprobación es decisiva para que se aprueben nuevos créditos que salvarían a Grecia de la suspensión de pagos. La estabilidad financiera global depende de que la crisis griega se resuelva positivamente y de que, concretamente, el Parlamento heleno apruebe hoy el nuevo paquete de austeridad a cambio de más ayudas de la UE y el FMI, comentó ayer el presidente del Consejo de la UE, Herman van Rompuy.
“Las próximas horas serán cruciales, serán absolutamente vitales para la población de Grecia, pero no solo para el pueblo, también para la eurozona en su conjunto e incluso para la economía mundial”, comentó el belga.
Dicho plan es “la única forma de evitar un default (impago) inmediato” de Grecia y “no hay plan B”, aseguró de su parte el comisario europeo de Relaciones Económicas, Olli Rehn.
En Atenas, cientos de jóvenes encapuchados se desprendieron de una manifestación pacífica que convocaba a unas 20 000 personas y comenzaron a destrozar tiendas y bancos, a la vez que apuntaron también contra el edificio del Ministerio de Finanzas. Cerca del Parlamento y del Ministerio de Finanzas, jóvenes arrojaron bombas molotov y pedazos de mármol contra la Policía, que respondió con gases lacrimógenos.
Desde las primeras horas de ayer, ni los autobuses ni los tranvías en Atenas funcionan y los trabajadores del puerto impiden que zarpen los ferries desde el puerto del Pireo, en la capital griega, cumpliendo así con la huelga de 48 horas en protesta por las medidas de ahorro. Miles de turistas se encontraban varados por la huelga de los ferries.