En los últimos días, los técnicos del Ministerio de Finanzas han iniciado la elaboración de la Pro forma 2012, que será enviada a la Asamblea en los últimos meses de este año para su discusión y posterior aprobación.
Según fuentes de la entidad, el proceso en estos momentos es de realizar reuniones en diferentes estamentos institucionales para explicar cómo se arma el Presupuesto y recoger sus puntos de vista.
Además, el trabajo está cimentado en la Programación Cuatrianual que fue aprobada por la Asamblea a finales del año pasado y que es parte del mandato constitucional de armar el Presupuesto para el período inmediato y los siguientes tres años.
Sin embargo, el trabajo que se venía realizando se vio alterado por el sacudón que sufrieron los mercados financieros durante la última semana. Eso, pese a que no influyó aún en la corrección de las estimaciones ecuatorianas, sí ha puesto en alerta y en compás de espera a las autoridades.
“Es de suponer que el Gobierno espera manejarse de manera similar a este año. No ha habido grandes impactos, salvo el último susto mundial, y ha logrado conseguir el financiamiento que necesitaba. Si es así, entonces sería un Presupuesto calcado”, señala el economista Pablo Galarza.
Pero, para el consultor Juan Fernando Díaz, tras el temblor financiero vivido, el Gobierno debería sentarse a revisar las cifras de los supuestos y ser más cauto. “Con un precio del barril de USD 83, estaríamos viviendo al filo. Más aún luego de que los analistas internacionales aseguran que el precio se movería en la banda de entre USD 80 y 90 el próximo año”.
Galarza explica que equilibrar un Presupuesto es una tarea de carpintería. “Si el Ministerio se baja mucho en sus expectativas del precio del barril de petróleo, eso le disminuirá su perspectiva de ingresos. Por tanto, deberá ajustar otros rubros: bien sea aumentar la recaudación tributaria o bien buscar más financiamiento afuera”.
Asimismo, hay otro escenario que preocupa y es el aumento del déficit de la balanza comercial no petrolera. A finales del 2008, el Gobierno decidió enfrentar la crisis económica, protegiéndose al imponer salvaguardias a las importaciones, pero en el 2010, una vez desmanteladas, nuevamente el nivel de importación repuntó.
“Vivimos un alto consumo. La política anticíclica que el Gobierno dice que nos protegió de la crisis del 2008, dinamizó el consumo. La gente siente que tiene mayor capacidad adquisitiva y gasta. Pero eso ha puesto a la balanza no petrolera contra las cuerdas”, alerta Andrea Samaniego, asesora en Comercio Exterior.
Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, en su análisis de ayer en diario Hoy, recomienda que el Gobierno “vea las malas experiencias pasadas, las buenas prácticas de sus vecinos y las duras lecciones del mundo desarrollado”.
Según fuentes de la entidad, el proceso en estos momentos es de realizar reuniones en diferentes estamentos institucionales para explicar cómo se arma el Presupuesto y recoger sus puntos de vista.
Además, el trabajo está cimentado en la Programación Cuatrianual que fue aprobada por la Asamblea a finales del año pasado y que es parte del mandato constitucional de armar el Presupuesto para el período inmediato y los siguientes tres años.
Sin embargo, el trabajo que se venía realizando se vio alterado por el sacudón que sufrieron los mercados financieros durante la última semana. Eso, pese a que no influyó aún en la corrección de las estimaciones ecuatorianas, sí ha puesto en alerta y en compás de espera a las autoridades.
“Es de suponer que el Gobierno espera manejarse de manera similar a este año. No ha habido grandes impactos, salvo el último susto mundial, y ha logrado conseguir el financiamiento que necesitaba. Si es así, entonces sería un Presupuesto calcado”, señala el economista Pablo Galarza.
Pero, para el consultor Juan Fernando Díaz, tras el temblor financiero vivido, el Gobierno debería sentarse a revisar las cifras de los supuestos y ser más cauto. “Con un precio del barril de USD 83, estaríamos viviendo al filo. Más aún luego de que los analistas internacionales aseguran que el precio se movería en la banda de entre USD 80 y 90 el próximo año”.
Galarza explica que equilibrar un Presupuesto es una tarea de carpintería. “Si el Ministerio se baja mucho en sus expectativas del precio del barril de petróleo, eso le disminuirá su perspectiva de ingresos. Por tanto, deberá ajustar otros rubros: bien sea aumentar la recaudación tributaria o bien buscar más financiamiento afuera”.
Asimismo, hay otro escenario que preocupa y es el aumento del déficit de la balanza comercial no petrolera. A finales del 2008, el Gobierno decidió enfrentar la crisis económica, protegiéndose al imponer salvaguardias a las importaciones, pero en el 2010, una vez desmanteladas, nuevamente el nivel de importación repuntó.
“Vivimos un alto consumo. La política anticíclica que el Gobierno dice que nos protegió de la crisis del 2008, dinamizó el consumo. La gente siente que tiene mayor capacidad adquisitiva y gasta. Pero eso ha puesto a la balanza no petrolera contra las cuerdas”, alerta Andrea Samaniego, asesora en Comercio Exterior.
Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, en su análisis de ayer en diario Hoy, recomienda que el Gobierno “vea las malas experiencias pasadas, las buenas prácticas de sus vecinos y las duras lecciones del mundo desarrollado”.