El informe incluye, en detalle, la inversión de 103,7 millones de dólares realizada en: equipamiento técnico (18,2 millones), insumos médicos (12,2 millones), infraestructura hospitalaria (9,7 millones), recursos informáticos (8,8 millones), medicamentos (8,3 millones de dólares), adquisición de servicios (5,4 millones -aquí está incluido pago a médicos, transporte, limpieza y asesoría jurídica-), consultoría (1,4 millones), talento humano (3,8 millones) comunicación social (809 mil dólares).
La inversión más grande que realizó esta cartera de Estado en el primer semestre de este año fue la adquisición de los dos hospitales móviles por un valor de 35 millones.
A pesar de que el Ministerio justificó los desembolsos, la realidad que viven los usuarios de hospitales públicos no ha variado en gran medida, de acuerdo con los testimonios. “No hay un beneficio real, aún tenemos que suplicar por un turno o esperar una cama para que nuestros parientes sean ingresados. Las medicinas no se encuentran. Incluso hasta lo más básico nos mandan a comprar”, comentó Ana Quevedo, ama de casa, quien buscaba un turno para traumatología en el Hospital Eugenio Espejo de Quito.
Un médico de esta casa de salud, quien prefirió no revelar su nombre, por no ser una fuente oficial, indicó que él conoce sobre la falta de medicinas. “En las consultas, mucha gente aún se queja porque a veces les mandan a comprar hasta alcohol. Algunos exámenes de laboratorio también deben realizarse fuera de la institución”, comentó.
En otros hospitales declarados en emergencia la situación es similar. En el Teófilo Dávila (Machala) la gente debe dormir en las aceras para conseguir un turno.
Ayer, el presidente de la República, Rafael Correa, constató las quejas de los pacientes que se atienden en el Hospital Abel Gilbert Pontón.
El exministro de Salud, Francisco Andino, mencionó que el sistema de salud está colapsado porque se ha aplicado un modo de gestión inadecuado. “El Gobierno aplica un esquema asistencialista. El Estado está en deuda con la población porque en Tarqui (parroquia), por ejemplo, hay más de 700 mil habitantes y no hay un solo hospital”, señaló.
Andino señaló que, si bien se incrementaron las consultas, el Ministerio no estaba preparado para una respuesta oportuna. “Los resultados se verán si bajan los índices de mortalidad infantil, mortalidad materna, y eso no ha sucedido hasta ahora”. El exministro opinó que el Gobierno debería trabajar en medicina preventiva.
