La débil recuperación económica de Estados Unidos y los problemas financieros de los gobiernos europeos, que han provocado inestabilidad en los mercados y generado temores de una nueva recesión mundial, podrían afectar las expectativas de crecimiento de Ecuador para el año próximo si la situación se complica, según analistas.
Hace diez días, antes de la primera caída de las bolsas de valores internacionales, el Gobierno anunció un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4,2% para el 2012. Pero especialistas nacionales consultados hacen estimaciones de que este crecimiento se ubicará entre un 2% y 4%.
Para el cierre de este año el cálculo se mantiene entre los márgenes anunciados por los organismos oficiales. Las proyecciones calculan el aumento del PIB en 5,2% y los analistas lo colocan alrededor del 5%.
A criterio de especialistas, los efectos de una eventual crisis global obligarían a revisar hacia la baja las expectativas de crecimiento por varios factores. Entre ellos, la posibilidad de una disminución en los precios de los commodities (petróleo, cacao, banano), la baja de la demanda de productos por países como Estados Unidos, China y la Unión Europea y la disminución en la llegada de remesas.
Mauricio Ramírez, decano de Economía de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), explica que uno de los primeros efectos en notarse será la caída de las exportaciones, que calcula bajarían en el segundo semestre de este año.
Este tema, añade, es preocupante, pues Ecuador no tiene mercados alternativos capaces de acoger sus exportaciones, a diferencia de los países vecinos que han firmado Tratados de Libre Comercio con países asiáticos o de Europa del Este.
Ramírez puntualiza que Ecuador mantiene acercamientos comerciales con países miembros de la ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de América ) y árabes, pero ninguno puede absorber la oferta de los bienes exportables.
Francisco Alemán, catedrático de la Escuela de Posgrados de Administración de Empresas de la Espol, considera que Ecuador no solo debe diversificar mercados, sino aumentar su variedad de productos para no depender de las ventas de los tradicionales. Sin embargo, cree que esto requiere un trabajo a largo plazo.
Las medidas que se deberían tomar, según Alemán, están vinculadas con controlar el gasto público, ya que en un escenario de recesión mundial los ingresos que percibiría el Estados serían menores.
Hace diez días, antes de la primera caída de las bolsas de valores internacionales, el Gobierno anunció un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4,2% para el 2012. Pero especialistas nacionales consultados hacen estimaciones de que este crecimiento se ubicará entre un 2% y 4%.
Para el cierre de este año el cálculo se mantiene entre los márgenes anunciados por los organismos oficiales. Las proyecciones calculan el aumento del PIB en 5,2% y los analistas lo colocan alrededor del 5%.
A criterio de especialistas, los efectos de una eventual crisis global obligarían a revisar hacia la baja las expectativas de crecimiento por varios factores. Entre ellos, la posibilidad de una disminución en los precios de los commodities (petróleo, cacao, banano), la baja de la demanda de productos por países como Estados Unidos, China y la Unión Europea y la disminución en la llegada de remesas.
Mauricio Ramírez, decano de Economía de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), explica que uno de los primeros efectos en notarse será la caída de las exportaciones, que calcula bajarían en el segundo semestre de este año.
Este tema, añade, es preocupante, pues Ecuador no tiene mercados alternativos capaces de acoger sus exportaciones, a diferencia de los países vecinos que han firmado Tratados de Libre Comercio con países asiáticos o de Europa del Este.
Ramírez puntualiza que Ecuador mantiene acercamientos comerciales con países miembros de la ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de América ) y árabes, pero ninguno puede absorber la oferta de los bienes exportables.
Francisco Alemán, catedrático de la Escuela de Posgrados de Administración de Empresas de la Espol, considera que Ecuador no solo debe diversificar mercados, sino aumentar su variedad de productos para no depender de las ventas de los tradicionales. Sin embargo, cree que esto requiere un trabajo a largo plazo.
Las medidas que se deberían tomar, según Alemán, están vinculadas con controlar el gasto público, ya que en un escenario de recesión mundial los ingresos que percibiría el Estados serían menores.