Las gasolinas súper, extra y el diésel que Petroecuador distribuye en el país cumplen con las normas de calidad del Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN), pero no cabalmente con los requerimientos internacionales.
Esos combustibles tienen alto contenido de azufre y agravan los problemas ambientales y de salud de la población, explicó Mauro González, coordinador de refinación e industrialización de la Agencia de Regulación y Control (ARCH), del ministerio de Recursos Naturales No Renovables.
Luis Monar, profesor de mecánica básica, explicó que la calidad también se afecta por las mezclas con agua que hacen las gasolineras. El filtro de la gasolina no retiene el agua y daña el motor. Recomendó las gasolineras estatales, por calidad y cantidad.
Las normas INEN de la gasolina y del diésel han sido actualizadas en parámetros de calidad, como en el incremento del octanaje de 80 a 81 para la extra; de 89 a 90 para la gasolina súper. También se incorporaron otros controles de calidad como el contenido de oxígeno para lograr en 2014 una gasolina de 95 octanos. El octanaje es el poder de detonación de la gasolina en la combustión interna del motor.
La gasolina y el diésel se deberán comercializar con un máximo de 10 partes por millón (ppm) de azufre.
Actualmente el diésel tiene hasta 7000 ppm de azufre.
Este mineral no se reduce de los combustibles por problemas en la planta de hidrodesulfuración (que elimina el azufre del petróleo) de la refinería Esmeraldas; y por fallas operativas y por importar combustibles de menor calidad para las mezclas, dijo González.
Para Víctor Paredes, asesor técnico de la gerencia de Refinación de Petroecuador, la calidad de los combustibles está en función de la infraestructura de refinería que fue construida en la década de los 70: “En gobiernos anteriores no se hizo inversión en refinación, no se puso unidades de alta conversión”.
El plan de mejoramiento de combustibles de Petroecuador apunta a elevar el octanaje y reducir el azufre. Se logrará que la gasolina extra tenga 85 octanos y la súper 95. La mejora se alcanzaría con la importación de 1,2 millones de barriles de nafta (gasolina) de 95 octanos para sustituir la de 93, que se utiliza actualmente para la preparación de súper y extra. Incluye un embarque más de 250 mil barriles de nafta.
Se necesitarán 200 millones de dólares anuales para este plan, calculado con los costos del barril de petróleo WTI de enero a junio.
“Se debe esperar el estudio de Jacobs para saber los productos a importar”, manifestó Aurelio Andrade, subgerente de operaciones de Refinación de Petroecuador. Dijo que antes no se mejoraron los combustibles por costos e infraestructura.
Esos combustibles tienen alto contenido de azufre y agravan los problemas ambientales y de salud de la población, explicó Mauro González, coordinador de refinación e industrialización de la Agencia de Regulación y Control (ARCH), del ministerio de Recursos Naturales No Renovables.
Luis Monar, profesor de mecánica básica, explicó que la calidad también se afecta por las mezclas con agua que hacen las gasolineras. El filtro de la gasolina no retiene el agua y daña el motor. Recomendó las gasolineras estatales, por calidad y cantidad.
Las normas INEN de la gasolina y del diésel han sido actualizadas en parámetros de calidad, como en el incremento del octanaje de 80 a 81 para la extra; de 89 a 90 para la gasolina súper. También se incorporaron otros controles de calidad como el contenido de oxígeno para lograr en 2014 una gasolina de 95 octanos. El octanaje es el poder de detonación de la gasolina en la combustión interna del motor.
La gasolina y el diésel se deberán comercializar con un máximo de 10 partes por millón (ppm) de azufre.
Actualmente el diésel tiene hasta 7000 ppm de azufre.
Este mineral no se reduce de los combustibles por problemas en la planta de hidrodesulfuración (que elimina el azufre del petróleo) de la refinería Esmeraldas; y por fallas operativas y por importar combustibles de menor calidad para las mezclas, dijo González.
Para Víctor Paredes, asesor técnico de la gerencia de Refinación de Petroecuador, la calidad de los combustibles está en función de la infraestructura de refinería que fue construida en la década de los 70: “En gobiernos anteriores no se hizo inversión en refinación, no se puso unidades de alta conversión”.
El plan de mejoramiento de combustibles de Petroecuador apunta a elevar el octanaje y reducir el azufre. Se logrará que la gasolina extra tenga 85 octanos y la súper 95. La mejora se alcanzaría con la importación de 1,2 millones de barriles de nafta (gasolina) de 95 octanos para sustituir la de 93, que se utiliza actualmente para la preparación de súper y extra. Incluye un embarque más de 250 mil barriles de nafta.
Se necesitarán 200 millones de dólares anuales para este plan, calculado con los costos del barril de petróleo WTI de enero a junio.
“Se debe esperar el estudio de Jacobs para saber los productos a importar”, manifestó Aurelio Andrade, subgerente de operaciones de Refinación de Petroecuador. Dijo que antes no se mejoraron los combustibles por costos e infraestructura.