Un oficio del 10 de febrero, hecho por el Comité de Control de Infecciones del Hospital Francisco de Ycaza, ratifica que tres bacterias incidieron en la muerte de parte de los 11 bebés asilados en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), en febrero.
El informe señala que “se trata de un brote por Serratia marcescens que ha ocasionado el fallecimiento de cuatro niños”. Y agrega que “hay niños fallecidos por Klebsiella pneumoniae (otra bacteria), un niño fallecido por Pseudomonas aeruginosa”.
La información coincide con los partes de defunción, que indican sepsis (infección) como causa de muerte. “Ante ello es fácil establecer que las bacterias que se alojaron en el organismo de los neonatos, sí coadyuvaron a su fallecimiento. Las bacterias fueron adquiridas cuando estaban asilados en la UCIN, en donde se comprobó la falta de asepsia”, dijo la fiscal Margarita Neira en la audiencia de formulación de cargos por este caso, hace dos semanas.
El oficio se basa en hemocultivos (exámenes de sangre) hechos a los bebés. El niño Herrera A., quien sufría gastrosquisis (exposición de vísceras) fue el primero. Se cree que fue el niño cero.
El resultado se dio el viernes 4 de febrero y fue la alerta de una infección en la sala. Pero las medidas se tomaron el sábado, cuando seis bebés habían muerto.
El oficio del Comité del Control de Infecciones fue confirmado por otro análisis del 23 de febrero. Ambos fueron evaluados por las comisiones Interna y Externa, dirigidas por el Ministerio de Salud, y determinan que la letalidad del brote bacteriano fue del 62,5%.
En febrero, la UCIN asilaba a 21 neonatos. En ocho se encontró la bacteria Serratia marcescens.
El informe señala que “se trata de un brote por Serratia marcescens que ha ocasionado el fallecimiento de cuatro niños”. Y agrega que “hay niños fallecidos por Klebsiella pneumoniae (otra bacteria), un niño fallecido por Pseudomonas aeruginosa”.
La información coincide con los partes de defunción, que indican sepsis (infección) como causa de muerte. “Ante ello es fácil establecer que las bacterias que se alojaron en el organismo de los neonatos, sí coadyuvaron a su fallecimiento. Las bacterias fueron adquiridas cuando estaban asilados en la UCIN, en donde se comprobó la falta de asepsia”, dijo la fiscal Margarita Neira en la audiencia de formulación de cargos por este caso, hace dos semanas.
El oficio se basa en hemocultivos (exámenes de sangre) hechos a los bebés. El niño Herrera A., quien sufría gastrosquisis (exposición de vísceras) fue el primero. Se cree que fue el niño cero.
El resultado se dio el viernes 4 de febrero y fue la alerta de una infección en la sala. Pero las medidas se tomaron el sábado, cuando seis bebés habían muerto.
El oficio del Comité del Control de Infecciones fue confirmado por otro análisis del 23 de febrero. Ambos fueron evaluados por las comisiones Interna y Externa, dirigidas por el Ministerio de Salud, y determinan que la letalidad del brote bacteriano fue del 62,5%.
En febrero, la UCIN asilaba a 21 neonatos. En ocho se encontró la bacteria Serratia marcescens.