Los principales socios comerciales de Ecuador atraviesan una delicada situación económica. Estados Unidos pelea para salir de su crisis de deuda, mientras la Unión Europea intenta controlar los problemas generados por el endeudamiento de sus socios.
Este escenario no deja de preocupar a los exportadores de Ecuador, pues en esos mercados se concentra el 53,3% de los envíos, según las cifras a mayo del Banco Central. Además, las remesas de los migrantes en las dos regiones significan una inyección de más de $ 2 mil millones al año a la economía.
Según los analistas, las exportaciones y las remesas serían las dos áreas con mayor impacto si se ahonda la crisis y alcanza repercusiones globales.
Jorge Gallardo, director del Centro de Estudios Económicos y Financieros de la UEES, explica que en Estados Unidos se profundiza la probabilidad de una recesión (decrecimiento de la actividad económica) y esta vez el Gobierno no podrá utilizar herramientas como aumentar el gasto fiscal o colocar más circulante en la economía (imprimir más moneda).
Esto, explica, haría que las empresas disminuyan su producción, por lo tanto necesitarían comprar menos productos, entre ellos commodities como petróleo, banano y cacao.
Al caer esta demanda no solo los volúmenes se verían afectados, sino también los precios en el mercado mundial.
Felipe Ribadeneira, director ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, en cambio, cree que el tema de la crisis debe ser observado, pero hasta ahora no muestra repercusiones en el mercado.
Ribadeneira explica que las exportaciones no petroleras del país han aumento 4,1% en toneladas de enero a mayo, frente al mismo periodo del 2010.
Sin embargo, en el sector floricultor sí hay temor por el impacto de una posible crisis. Ignacio Pérez, presidente de Expoflores, indica que el 43% de sus compradores está en Estados Unidos y ese mercado ha demostrado que ante una crisis sí disminuyen sus pedidos.
Durante el 2009 (cuando se sintió el efecto de la crisis inmobiliaria) las exportaciones del sector bajaron casi un 8%.
En el panorama mundial a la crisis de Estados Unidos se suman los problemas por el sobreendeudamiento de España, Italia, Portugal y Grecia.
Este escenario no deja de preocupar a los exportadores de Ecuador, pues en esos mercados se concentra el 53,3% de los envíos, según las cifras a mayo del Banco Central. Además, las remesas de los migrantes en las dos regiones significan una inyección de más de $ 2 mil millones al año a la economía.
Según los analistas, las exportaciones y las remesas serían las dos áreas con mayor impacto si se ahonda la crisis y alcanza repercusiones globales.
Jorge Gallardo, director del Centro de Estudios Económicos y Financieros de la UEES, explica que en Estados Unidos se profundiza la probabilidad de una recesión (decrecimiento de la actividad económica) y esta vez el Gobierno no podrá utilizar herramientas como aumentar el gasto fiscal o colocar más circulante en la economía (imprimir más moneda).
Esto, explica, haría que las empresas disminuyan su producción, por lo tanto necesitarían comprar menos productos, entre ellos commodities como petróleo, banano y cacao.
Al caer esta demanda no solo los volúmenes se verían afectados, sino también los precios en el mercado mundial.
Felipe Ribadeneira, director ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, en cambio, cree que el tema de la crisis debe ser observado, pero hasta ahora no muestra repercusiones en el mercado.
Ribadeneira explica que las exportaciones no petroleras del país han aumento 4,1% en toneladas de enero a mayo, frente al mismo periodo del 2010.
Sin embargo, en el sector floricultor sí hay temor por el impacto de una posible crisis. Ignacio Pérez, presidente de Expoflores, indica que el 43% de sus compradores está en Estados Unidos y ese mercado ha demostrado que ante una crisis sí disminuyen sus pedidos.
Durante el 2009 (cuando se sintió el efecto de la crisis inmobiliaria) las exportaciones del sector bajaron casi un 8%.
En el panorama mundial a la crisis de Estados Unidos se suman los problemas por el sobreendeudamiento de España, Italia, Portugal y Grecia.