El militar retirado Ollanta Humala se convirtió en el virtual presidente electo de Perú tras ganar una ajustada segunda vuelta y prometió respetar la inversión privada y el rumbo económico del país, en un mensaje dirigido a los mercados inquietos por su pasado anticapitalista.
Y es que el presidente electo de Perú enfrenta desde ayer un doble desafío: dar señales en un país fuertemente polarizado para la conciliación política y para tranquilizar a los mercados, cuya fuerte caída provocó la suspensión de operaciones en la bolsa.
Humala celebró el triunfo ante sus seguidores, respaldado en datos oficiales preliminares que le daban una ventaja de más de 2,5 puntos porcentuales frente a la conservadora Keiko Fujimori. Según los últimos datos emitidos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), y al 90,5% de votos escrutados, Humala, candidato por Gana Perú, logró el 51,36% de los votos, frente al 48,63% alcanzado por la candidata por Fuerza 2011.
Los datos oficiales mostraban que Humala superaba por un estrecho pero creciente margen de 424.000 sufragios a Fujimori.
Ayer, con la victoria del candidato nacionalista consolidada, las acciones peruanas que cotizan en EE.UU. se desplomaban. La bolsa peruana vivió una jornada negra y cerró con una caída del 12,5%, la mayor en la historia tras haber suspendido dos veces operaciones y acortado la jornada en medio de una debacle de precios de las mineras.
Analistas señalan que la volatilidad seguirá en el corto plazo hasta que el nuevo gobierno consiga despejar las dudas sobre su programa económico.
La madrugada de ayer, Humala afirmó en una plaza de Lima, en medio del vitoreo de miles de seguidores que agitaban pancartas y banderas, que impulsará programas sociales para reducir la pobreza y que buscará la unidad de los países de Latinoamérica.
“Esta noche renuevo mi compromiso con el pueblo peruano de crecimiento económico con inclusión social”, expresó. Para lograrlo, “vamos a promover más inversiones, vamos a llevar una economía de mercado que es la consolidación, el fortalecimiento del mercado interno”, precisó.
El nuevo presidente de Perú, un gran exportador de minerales, recibirá un país que registra un crecimiento económico entre los más altos de mundo, pero que no ha podido sacar de la pobreza a un tercio de su población. También deberá lidiar con un Congreso dividido donde ninguna fuerza política es mayoritaria.
Y es que el presidente electo de Perú enfrenta desde ayer un doble desafío: dar señales en un país fuertemente polarizado para la conciliación política y para tranquilizar a los mercados, cuya fuerte caída provocó la suspensión de operaciones en la bolsa.
Humala celebró el triunfo ante sus seguidores, respaldado en datos oficiales preliminares que le daban una ventaja de más de 2,5 puntos porcentuales frente a la conservadora Keiko Fujimori. Según los últimos datos emitidos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), y al 90,5% de votos escrutados, Humala, candidato por Gana Perú, logró el 51,36% de los votos, frente al 48,63% alcanzado por la candidata por Fuerza 2011.
Los datos oficiales mostraban que Humala superaba por un estrecho pero creciente margen de 424.000 sufragios a Fujimori.
Ayer, con la victoria del candidato nacionalista consolidada, las acciones peruanas que cotizan en EE.UU. se desplomaban. La bolsa peruana vivió una jornada negra y cerró con una caída del 12,5%, la mayor en la historia tras haber suspendido dos veces operaciones y acortado la jornada en medio de una debacle de precios de las mineras.
Analistas señalan que la volatilidad seguirá en el corto plazo hasta que el nuevo gobierno consiga despejar las dudas sobre su programa económico.
La madrugada de ayer, Humala afirmó en una plaza de Lima, en medio del vitoreo de miles de seguidores que agitaban pancartas y banderas, que impulsará programas sociales para reducir la pobreza y que buscará la unidad de los países de Latinoamérica.
“Esta noche renuevo mi compromiso con el pueblo peruano de crecimiento económico con inclusión social”, expresó. Para lograrlo, “vamos a promover más inversiones, vamos a llevar una economía de mercado que es la consolidación, el fortalecimiento del mercado interno”, precisó.
El nuevo presidente de Perú, un gran exportador de minerales, recibirá un país que registra un crecimiento económico entre los más altos de mundo, pero que no ha podido sacar de la pobreza a un tercio de su población. También deberá lidiar con un Congreso dividido donde ninguna fuerza política es mayoritaria.