El ex presidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí y su esposa Leila Trabelsi, fueron declararon culpables de malversación y otros cargos luego de que se hallaran 27 millones de dólares en joyas y fondos públicos en uno de sus palacios.
Fueron sentenciados en ausencia a 35 años de prisión cada uno y multados con decenas de millones de dólares.
La sentencia de Ben Alí y Leila Trabelsi se da después de un juicio de un día en la corte criminal de Túnez. La pareja se exilió el 14 de enero en Arabia Saudita luego de un mes de agitación popular que generó levantamientos en otras partes del mundo árabe.
El ex presidente fue multado con 50 millones de dinares (aproximadamente 36 millones de dólares) y su esposa con 41 millones de dinares. Las joyas, algunas con "valor histórico", según señaló la corte, y el dinero fueron encontrados en un palacio en el pintoresco poblado de Sidi Bou Said, a las afueras de Túnez, tras la partida de Ben Alí.
El ex mandatario, de 74 años, negó enérgicamente los cargos en un comunicado difundido por su abogado francés, calificando los procesos judiciales como una "vergonzosa mascarada de la justicia de los victoriosos".
Arabia Saudita no respondió a una solicitud de extradición, y algunos tunecinos expresaron frustración porque no estuvo presente en su juicio.
Por otro lado, se pospuso el veredicto sobre un segundo caso relacionado con el descubrimiento de armas y drogas en el palacio presidencial oficial en Cartago.
Los defensores públicos asignados a Ben Alí dijeron que necesitaban tiempo para estudiar el expediente. El juicio continuará el 30 de junio.
Unas 300 personas murieron en la represión del movimiento popular contra el régimen de Ben Alí. La revuelta comenzó después de que un joven vendedor ambulante se inmolara con fuego en Sidi Bouzid el 17 de diciembre, para protestar por la confiscación de su mercancía por parte de la policía.
La caída de Ben Ali fue el inicio de una serie de levantamientos contra varios líderes del mundo árabe, entre ellos el libio Muamar Gadafi, y el egipcio Hosni Mubarak.
Fueron sentenciados en ausencia a 35 años de prisión cada uno y multados con decenas de millones de dólares.
La sentencia de Ben Alí y Leila Trabelsi se da después de un juicio de un día en la corte criminal de Túnez. La pareja se exilió el 14 de enero en Arabia Saudita luego de un mes de agitación popular que generó levantamientos en otras partes del mundo árabe.
El ex presidente fue multado con 50 millones de dinares (aproximadamente 36 millones de dólares) y su esposa con 41 millones de dinares. Las joyas, algunas con "valor histórico", según señaló la corte, y el dinero fueron encontrados en un palacio en el pintoresco poblado de Sidi Bou Said, a las afueras de Túnez, tras la partida de Ben Alí.
El ex mandatario, de 74 años, negó enérgicamente los cargos en un comunicado difundido por su abogado francés, calificando los procesos judiciales como una "vergonzosa mascarada de la justicia de los victoriosos".
Arabia Saudita no respondió a una solicitud de extradición, y algunos tunecinos expresaron frustración porque no estuvo presente en su juicio.
Por otro lado, se pospuso el veredicto sobre un segundo caso relacionado con el descubrimiento de armas y drogas en el palacio presidencial oficial en Cartago.
Los defensores públicos asignados a Ben Alí dijeron que necesitaban tiempo para estudiar el expediente. El juicio continuará el 30 de junio.
Unas 300 personas murieron en la represión del movimiento popular contra el régimen de Ben Alí. La revuelta comenzó después de que un joven vendedor ambulante se inmolara con fuego en Sidi Bouzid el 17 de diciembre, para protestar por la confiscación de su mercancía por parte de la policía.
La caída de Ben Ali fue el inicio de una serie de levantamientos contra varios líderes del mundo árabe, entre ellos el libio Muamar Gadafi, y el egipcio Hosni Mubarak.