No se conocen las previsiones del Gobierno para enfrentar los impactos por la crisis económica internacional, que se avizoran más fuertes con el sacudón de los mercados financieros tras la antes impensable reducción de la calificación de riesgo a los Estados Unidos, y con los obligados recortes desde 2012 para reducir el déficit gigante de la primera potencia económica mundial y la persistencia de los problemas de deuda en Europa.
Meses atrás, se daba por seguro que el precio del barril de crudo se mantendría al alta. No obstante, hay señales de una caída. Si esta perdura como tendencia, pondrá en difícil situación al presupuesto fiscal del país, con alta dependencia de los ingresos petroleros.
Ante esa eventualidad, resulta más urgente mejorar la capacidad de la extracción petrolera, tanto más cuanto un alto porcentaje de la producción estatal se halla comprometido a China por la venta anticipada de crudo.
Existe temor, también, que impacte la crisis en las exportaciones no petroleras de América Latina a los Estados Unidos, la Unión Europea y, sobre todo, a China si, por una desaceleración de la economía de este país, se reducen las compras de materias primas a la región, según ha advertido el Banco Mundial que, sin embargo, mantiene la previsión de un crecimiento promedio de entre 4,5% y 5% para la América Latina en este año. Frente a esta eventualidad, el organismo señala como retos para mantener las tasas de crecimiento en la región ahorrar y diversificar las exportaciones.
Entre otros impactos para la economía nacional sobre los que se advierte, se hallan los créditos y las remesas. En cuanto a lo primero, la calificación de riesgo del Ecuador es de las más bajas, lo cual cierra las puertas para conseguir recursos o las abre solo con el castigo de los altos intereses. En cuanto a lo segundo, en la reducción de las remesas, se observa una caída continua desde finales de 2010.
Meses atrás, se daba por seguro que el precio del barril de crudo se mantendría al alta. No obstante, hay señales de una caída. Si esta perdura como tendencia, pondrá en difícil situación al presupuesto fiscal del país, con alta dependencia de los ingresos petroleros.
Ante esa eventualidad, resulta más urgente mejorar la capacidad de la extracción petrolera, tanto más cuanto un alto porcentaje de la producción estatal se halla comprometido a China por la venta anticipada de crudo.
Existe temor, también, que impacte la crisis en las exportaciones no petroleras de América Latina a los Estados Unidos, la Unión Europea y, sobre todo, a China si, por una desaceleración de la economía de este país, se reducen las compras de materias primas a la región, según ha advertido el Banco Mundial que, sin embargo, mantiene la previsión de un crecimiento promedio de entre 4,5% y 5% para la América Latina en este año. Frente a esta eventualidad, el organismo señala como retos para mantener las tasas de crecimiento en la región ahorrar y diversificar las exportaciones.
Entre otros impactos para la economía nacional sobre los que se advierte, se hallan los créditos y las remesas. En cuanto a lo primero, la calificación de riesgo del Ecuador es de las más bajas, lo cual cierra las puertas para conseguir recursos o las abre solo con el castigo de los altos intereses. En cuanto a lo segundo, en la reducción de las remesas, se observa una caída continua desde finales de 2010.