Los 11 maestros de Esmeraldas que mantenían una huelga de hambre desde hace un mes y la suspendieron la noche del jueves tras un acuerdo previo con el Gobierno retomaron nuevamente la huelga durante el fin de semana. Los manifestantes calificaron como una burla al acuerdo, hecho con el gobernador de Esmeraldas, Lenin Lara y el coordinador zonal del Ministerio de Educación, Manuel Rivadeneira.
Estaba previsto que, tras una revisión de las carpetas, los docentes firmaran sus contratos definitivos, pero tal medida no se dio. A través de un comunicado de prensa, el Ministerio de Educación explicó:
“Únicamente contratará los docentes que el sistema educativo requiera y ningún docente podrá recibir nombramiento sin triunfar en los respectivos concursos de meritos y oposición, tal como establece la Ley Orgánica de Educación Intercultural”.
Esta puntualización fue criticada por la presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Mariana Pallasco. “Rechazamos la manera indolente en la que el Gobierno y el Ministerio de Educación se burlan de los maestros ecuatorianos. El acuerdo no se ha respetado, el Estado no ha garantizado uno de los derechos fundamentales en la Constitución, el trabajo digno”, manifestó.
La titular del gremio indicó que apoyan el concurso de méritos y oposición pero siempre que se lo haga con transparencia. “Los maestros han estado a merced de las autoridades de turno, los contratos se han convertido en un botín político. Si, según el Ministerio, no se necesitan más maestros ¿por qué dan nuevos contratos y no se hace una renovación de los que ya existen?”, cuestionó Pallasco.
Desde hace cuatro años, Verónica Yépez labora en la escuela Aurelio Bayas, ubicada en Guajaló, en el sur de Quito. Sobre el tema, ella indicó:
“No hay igualdad de condiciones para los docentes. Durante este año, hemos firmado tres contratos”, mencionó. Yépez aseguró que el sueldo que ahora percibe es de 328 dólares. Antes de mayo recibía 260.
Martha Suárez, especialista en temas educativos, aseguró que los nombramientos se deben entregar de acuerdo con los méritos de los docentes.
“Estoy de acuerdo con que los puestos deben ser ocupados por maestros probos para garantizar así una educación de calidad. El número de años que estén a contrato no debe ser un argumento para que les entreguen el nombramiento definitivo”, recalcó.
En el país 57.527 docentes trabajan a contrato.
Estaba previsto que, tras una revisión de las carpetas, los docentes firmaran sus contratos definitivos, pero tal medida no se dio. A través de un comunicado de prensa, el Ministerio de Educación explicó:
“Únicamente contratará los docentes que el sistema educativo requiera y ningún docente podrá recibir nombramiento sin triunfar en los respectivos concursos de meritos y oposición, tal como establece la Ley Orgánica de Educación Intercultural”.
Esta puntualización fue criticada por la presidenta de la Unión Nacional de Educadores (UNE), Mariana Pallasco. “Rechazamos la manera indolente en la que el Gobierno y el Ministerio de Educación se burlan de los maestros ecuatorianos. El acuerdo no se ha respetado, el Estado no ha garantizado uno de los derechos fundamentales en la Constitución, el trabajo digno”, manifestó.
La titular del gremio indicó que apoyan el concurso de méritos y oposición pero siempre que se lo haga con transparencia. “Los maestros han estado a merced de las autoridades de turno, los contratos se han convertido en un botín político. Si, según el Ministerio, no se necesitan más maestros ¿por qué dan nuevos contratos y no se hace una renovación de los que ya existen?”, cuestionó Pallasco.
Desde hace cuatro años, Verónica Yépez labora en la escuela Aurelio Bayas, ubicada en Guajaló, en el sur de Quito. Sobre el tema, ella indicó:
“No hay igualdad de condiciones para los docentes. Durante este año, hemos firmado tres contratos”, mencionó. Yépez aseguró que el sueldo que ahora percibe es de 328 dólares. Antes de mayo recibía 260.
Martha Suárez, especialista en temas educativos, aseguró que los nombramientos se deben entregar de acuerdo con los méritos de los docentes.
“Estoy de acuerdo con que los puestos deben ser ocupados por maestros probos para garantizar así una educación de calidad. El número de años que estén a contrato no debe ser un argumento para que les entreguen el nombramiento definitivo”, recalcó.
En el país 57.527 docentes trabajan a contrato.
