Luego de casi un año de negociaciones, los ministerios de Finanzas y Sectores Estratégicos cerraron la negociación para un crédito de $ 571 millones con el Banco de Exportaciones e Importaciones de China (Eximbank), que se utilizará para la construcción de la central hidroeléctrica Sopladora.
La obra está ubicada aguas abajo de las centrales Paute y Mazar y completa el complejo hidroeléctrico Paute–Mazar–Sopladora, que nació en la década del setenta.
Los $ 571 millones, sin embargo, representan el 85% del costo total de la obra calculada en $ 671,76 millones. Incluidos los valores de la fiscalización y construcción de vías, el monto total subiría a $ 735 millones, estimó el ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.
Sopladora tendrá una capacidad instalada de 487 megavatios (MW), que se dispondría a partir del 2015.
El contrato de endeudamiento, sin embargo, se suscribirá en Beijing, en agosto próximo.
Según el Ministerio de Finanzas, el país logró una tasa de interés del 6,35% a 15 años plazo con cuatro años de periodo de gracia.
Sopladora, que se alimentará al igual que Mazar y Paute del río que lleva igual nombre, no contempla la construcción de un embalse, sino solo turbinas, similar a la central hidroeléctrica San Francisco, instalada en Tungurahua.
Sopladora forma parte de las grandes centrales que impulsa el Gobierno. La primera es Coca Codo Sinclair, que también fue financiada por el Eximbank de China, a través de la empresa Sinohydro.
Con la construcción de centrales hidroeléctricas se producirá una energía más barata y limpia, reduciendo las emisiones de carbono.
Hacia octubre o noviembre de este año, incluso, ingresa a operar la central Ocaña, en la provincia del Cañar. Su potencia instalada es de 26 MW y oxigenará en la época de estiaje, que se inicia en octubre y termina en marzo.
Este préstamo es adicional a los dos mil millones de dólares que consiguió el lunes pasado con el Banco de Desarrollo de China y el cual estará atado a la venta de un volumen inicial de 72.000 barriles de petróleo por día.
Dicho préstamo tendrá una tasa de interés del 6,9% y un plazo de ocho años para su cancelación.
La obra está ubicada aguas abajo de las centrales Paute y Mazar y completa el complejo hidroeléctrico Paute–Mazar–Sopladora, que nació en la década del setenta.
Los $ 571 millones, sin embargo, representan el 85% del costo total de la obra calculada en $ 671,76 millones. Incluidos los valores de la fiscalización y construcción de vías, el monto total subiría a $ 735 millones, estimó el ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.
Sopladora tendrá una capacidad instalada de 487 megavatios (MW), que se dispondría a partir del 2015.
El contrato de endeudamiento, sin embargo, se suscribirá en Beijing, en agosto próximo.
Según el Ministerio de Finanzas, el país logró una tasa de interés del 6,35% a 15 años plazo con cuatro años de periodo de gracia.
Sopladora, que se alimentará al igual que Mazar y Paute del río que lleva igual nombre, no contempla la construcción de un embalse, sino solo turbinas, similar a la central hidroeléctrica San Francisco, instalada en Tungurahua.
Sopladora forma parte de las grandes centrales que impulsa el Gobierno. La primera es Coca Codo Sinclair, que también fue financiada por el Eximbank de China, a través de la empresa Sinohydro.
Con la construcción de centrales hidroeléctricas se producirá una energía más barata y limpia, reduciendo las emisiones de carbono.
Hacia octubre o noviembre de este año, incluso, ingresa a operar la central Ocaña, en la provincia del Cañar. Su potencia instalada es de 26 MW y oxigenará en la época de estiaje, que se inicia en octubre y termina en marzo.
Este préstamo es adicional a los dos mil millones de dólares que consiguió el lunes pasado con el Banco de Desarrollo de China y el cual estará atado a la venta de un volumen inicial de 72.000 barriles de petróleo por día.
Dicho préstamo tendrá una tasa de interés del 6,9% y un plazo de ocho años para su cancelación.