El seguro general de Riesgos del Trabajo ha entregado, en los últimos tres años, 103 millones de dólares a los afiliados por concepto de prestaciones económicas, subsidios, indemnizaciones, pensiones, mortuoria y montepío como consecuencia de accidentes y enfermedades generadas en el trabajo.
Juan José Vélez, director del seguro de Riesgos del Trabajo, explicó a la Agencia Andes que este seguro es un derecho al que pueden acceder los afiliados que sufran un daño repentino en los centros laborales ó cuando lleguen o salgan de él.
Pero, además -afirmó Vélez- el seguro cubre las enfermedades profesionales que son aquellas que se desarrollan a través del tiempo por efecto del trabajo, de la acción de los riesgos a los que se somete el empleado: de orden físico, químico, mecánico, ergonómico y sicológico, y psicosocial.
Hugo Herrera, de 60 años, el 2 de marzo pasado sufrió una fractura en el fémur mientras cargaba cajas en su lugar de trabajo, por lo que accedió a los beneficios del seguro de riesgos laborales.
“El IESS y mi empleador han cumplido con el pago de mi sueldo de los días que he pasado en reposo y hospitalizado”, comentó Herrera mientras esperaba una cita médica en el edificio del Seguro, en Quito.
Vélez refirió que desde su creación, el seguro de Riesgos del Trabajo ha beneficiado a 10 000 afiliados. Sin embargo, afirmó que la mayoría de trabajadores desconocen sus derechos.
Explicó que el seguro repara o compensa estos siniestros con consulta externa, auxiliares de diagnóstico y tratamiento, hospitalización, farmacia, prótesis completo “a cero costo”.
Además, dijo Vélez, compensa también con el pago de subsidio por el tiempo que no puede trabajar, su afiliación y pensiones vitalicias de acuerdo a cada caso.Hugo Herrera, afiliado al IESS. Foto: Micaela Ayala/Andes.
Sin embargo, recalcó que para que esto ocurra el empleador debe tener todos los requerimientos de seguridad de la empresa en orden. “Es decir que su sistema de gestión de riesgos del trabajo funcione, que tenga un reglamento inscrito en el seguro de riesgos”.
Afirmó que la mejor inversión que puede realizar un empleador es mantener los niveles de seguridad de su empresa. En caso de incumplimiento el trabajador puede acercarse a esta unidad y el IESS cobrará los rubros a través de coactivas.
Vélez aseguró que la población económicamente activa en el Ecuador es de 7 millones 600 mil habitantes y el seguro cubre a 2 millones.
La meta del Gobierno es que luego de aprobada la Consulta Popular -que sanciona la no afiliación al IESS- el número de afiliados subirá a 2,8 millones.
Juan José Vélez, director del seguro de Riesgos del Trabajo, explicó a la Agencia Andes que este seguro es un derecho al que pueden acceder los afiliados que sufran un daño repentino en los centros laborales ó cuando lleguen o salgan de él.
Pero, además -afirmó Vélez- el seguro cubre las enfermedades profesionales que son aquellas que se desarrollan a través del tiempo por efecto del trabajo, de la acción de los riesgos a los que se somete el empleado: de orden físico, químico, mecánico, ergonómico y sicológico, y psicosocial.
Hugo Herrera, de 60 años, el 2 de marzo pasado sufrió una fractura en el fémur mientras cargaba cajas en su lugar de trabajo, por lo que accedió a los beneficios del seguro de riesgos laborales.
“El IESS y mi empleador han cumplido con el pago de mi sueldo de los días que he pasado en reposo y hospitalizado”, comentó Herrera mientras esperaba una cita médica en el edificio del Seguro, en Quito.
Vélez refirió que desde su creación, el seguro de Riesgos del Trabajo ha beneficiado a 10 000 afiliados. Sin embargo, afirmó que la mayoría de trabajadores desconocen sus derechos.
Explicó que el seguro repara o compensa estos siniestros con consulta externa, auxiliares de diagnóstico y tratamiento, hospitalización, farmacia, prótesis completo “a cero costo”.
Además, dijo Vélez, compensa también con el pago de subsidio por el tiempo que no puede trabajar, su afiliación y pensiones vitalicias de acuerdo a cada caso.Hugo Herrera, afiliado al IESS. Foto: Micaela Ayala/Andes.
Sin embargo, recalcó que para que esto ocurra el empleador debe tener todos los requerimientos de seguridad de la empresa en orden. “Es decir que su sistema de gestión de riesgos del trabajo funcione, que tenga un reglamento inscrito en el seguro de riesgos”.
Afirmó que la mejor inversión que puede realizar un empleador es mantener los niveles de seguridad de su empresa. En caso de incumplimiento el trabajador puede acercarse a esta unidad y el IESS cobrará los rubros a través de coactivas.
Vélez aseguró que la población económicamente activa en el Ecuador es de 7 millones 600 mil habitantes y el seguro cubre a 2 millones.
La meta del Gobierno es que luego de aprobada la Consulta Popular -que sanciona la no afiliación al IESS- el número de afiliados subirá a 2,8 millones.