WASHINGTON. La tasa de desempleo de los Estados Unidos se elevó en junio al 9,2%, la cifra más alta en lo que va de año. El Departamento de Trabajo informó que el desempleo creció a pesar de que se crearon 18 mil nuevos puestos de trabajo fuera de la agricultura el mes pasado.
En mayo pasado, el desempleo se situaba en 9,1%. Según los últimos datos, hay 14,1 millones de desempleados en la nación norteamericana, unos 545 mil más que en marzo.
El presidente Barack Obama afirmó al respecto que este es un indicador de que le queda mucho camino por recorrer a la economía estadounidense. Pero es también un factor que evidencia la grave crisis económica en la que se encuentra el país.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), de hecho, alertó al Gobierno estadounidense que debe tomar medidas de inmediato.
Aunque la Reserva Federal de los EEUU estimó que el ritmo económico será más dinámico el segundo semestre de este año y que el crecimiento llegará al 2,9%, el FMI desestimó el cálculo y dijo que su crecimiento alcanzará solo un 2,5%.
El organismo multilateral enfatizó que, si no aumenta "lo antes posible" el límite de su deuda federal, actualmente fijado en $14,3 billones, las consecuencias serán "graves" dentro y fuera del país, pues significaría que los EEUU declararan por primera vez una moratoria de no pago.
El propio Obama está consciente de ello y alertó a su Congreso, de mayoría republicana, que, si no se eleva el techo de la deuda, el país caerían en una nueva recesión. Lo que, para muchos analistas citados por la prensa estadounidense, sería el colapso económico de la primera potencia mundial.
El presidente Obama propuso un plan para reducir esta deuda pública en $4 billones los próximos 12 años. Su propuesta incluye recorte de gasto en las entidades gubernamentales y cargas impositivas a los estadounidenses más acomodados. El recorte de impuesto a este sector fue aprobado durante la gestión del expresidente George W. Bush.
En el plan de Obama, la clase media, los jubilados y las inversiones a futuro quedan protegidas.
Tanto los congresistas demócratas como republicanos están de acuerdo en que es necesario elevar el techo de la deuda, pero falta llegar a un acuerdo sobre el plan de ahorro del mandatario. Los republicanos no quieren las cargas impositivas, mientras que los demócratas las consideran vitales para poder controlar el déficit.
Ayer en la noche, Obama pidió continuar con las conversaciones sobre el presupuesto federal hoy, tras no llegar a un acuerdo con los republicanos para evitar una cesación de pagos de los Estados Unidos, informó la Casa Blanca.
El plazo máximo que tiene el país para definir esta situación es hasta el 2 de agosto. No obstante, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, indicó que el plazo real para alcanzar un acuerdo es hasta el 15 de julio, pues se necesitan luego dos semanas más para pulir detalles y conseguir los votos necesarios en el Parlamento.
Explicó, además, que la Reserva Federal de su país seguirá recibiendo los pagos tras el vencimiento del plazo, el 2 de agosto, pero eso no significa que cumplirá con todas las obligaciones.
Y como los primeros días del próximo mes el Gobierno debe enfrentar algunos pagos necesarios, es indispensable subir el techo de la deuda.
Según el diario Nuevo Herald, unos $23 000 millones en pagos de la Seguridad Social deben ser cancelados para el 3 de agosto.
"Casi $90 000 millones en deuda del Tesoro vencen el 4 de agosto, lo que significa que el Gobierno debe tomar prestada esa cantidad para pagarle a los tenedores de los bonos", aseguró el rotativo.
Aparte del aumento del desempleo en el país, otra consecuencia de la crisis financiera es la caída de la popularidad de Obama. Un 49% de estadounidenses desaprueba su trabajo.
En mayo pasado, el desempleo se situaba en 9,1%. Según los últimos datos, hay 14,1 millones de desempleados en la nación norteamericana, unos 545 mil más que en marzo.
El presidente Barack Obama afirmó al respecto que este es un indicador de que le queda mucho camino por recorrer a la economía estadounidense. Pero es también un factor que evidencia la grave crisis económica en la que se encuentra el país.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), de hecho, alertó al Gobierno estadounidense que debe tomar medidas de inmediato.
Aunque la Reserva Federal de los EEUU estimó que el ritmo económico será más dinámico el segundo semestre de este año y que el crecimiento llegará al 2,9%, el FMI desestimó el cálculo y dijo que su crecimiento alcanzará solo un 2,5%.
El organismo multilateral enfatizó que, si no aumenta "lo antes posible" el límite de su deuda federal, actualmente fijado en $14,3 billones, las consecuencias serán "graves" dentro y fuera del país, pues significaría que los EEUU declararan por primera vez una moratoria de no pago.
El propio Obama está consciente de ello y alertó a su Congreso, de mayoría republicana, que, si no se eleva el techo de la deuda, el país caerían en una nueva recesión. Lo que, para muchos analistas citados por la prensa estadounidense, sería el colapso económico de la primera potencia mundial.
El presidente Obama propuso un plan para reducir esta deuda pública en $4 billones los próximos 12 años. Su propuesta incluye recorte de gasto en las entidades gubernamentales y cargas impositivas a los estadounidenses más acomodados. El recorte de impuesto a este sector fue aprobado durante la gestión del expresidente George W. Bush.
En el plan de Obama, la clase media, los jubilados y las inversiones a futuro quedan protegidas.
Tanto los congresistas demócratas como republicanos están de acuerdo en que es necesario elevar el techo de la deuda, pero falta llegar a un acuerdo sobre el plan de ahorro del mandatario. Los republicanos no quieren las cargas impositivas, mientras que los demócratas las consideran vitales para poder controlar el déficit.
Ayer en la noche, Obama pidió continuar con las conversaciones sobre el presupuesto federal hoy, tras no llegar a un acuerdo con los republicanos para evitar una cesación de pagos de los Estados Unidos, informó la Casa Blanca.
El plazo máximo que tiene el país para definir esta situación es hasta el 2 de agosto. No obstante, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, indicó que el plazo real para alcanzar un acuerdo es hasta el 15 de julio, pues se necesitan luego dos semanas más para pulir detalles y conseguir los votos necesarios en el Parlamento.
Explicó, además, que la Reserva Federal de su país seguirá recibiendo los pagos tras el vencimiento del plazo, el 2 de agosto, pero eso no significa que cumplirá con todas las obligaciones.
Y como los primeros días del próximo mes el Gobierno debe enfrentar algunos pagos necesarios, es indispensable subir el techo de la deuda.
Según el diario Nuevo Herald, unos $23 000 millones en pagos de la Seguridad Social deben ser cancelados para el 3 de agosto.
"Casi $90 000 millones en deuda del Tesoro vencen el 4 de agosto, lo que significa que el Gobierno debe tomar prestada esa cantidad para pagarle a los tenedores de los bonos", aseguró el rotativo.
Aparte del aumento del desempleo en el país, otra consecuencia de la crisis financiera es la caída de la popularidad de Obama. Un 49% de estadounidenses desaprueba su trabajo.