El bloqueo del proyecto de la Ley de Comunicación para el presidente Rafael Correa se ha dado desde la propia prensa que no quiere “rendir cuentas a nadie”.
En una entrevista concedida en Paraguay esta semana, dijo que se dio un año para tramitar esa ley y que “cierta prensa en Ecuador ha estado bloqueando sistemáticamente que salga porque no quieren ninguna clase de regulación, ni rendir cuentas a nadie...”.
Justificó las regulaciones que se elaboran en que “si nos dan mala información pueden crear hasta una guerra civil, pueden destruir una sociedad. Esa sociedad tiene que tener capacidad de regulación de esos medios de comunicación, que no significa censura... Si nos dan pésima comunicación, programas donde solo se ve violencia, discriminación, sexismo... se enferma la sociedad, nuestros jóvenes; en consecuencia, hay que tener mucho más cuidado con la provisión de esos bienes que llamamos, en economía, bienes públicos...”.
Ante la pregunta de que si tenía miedo de quedar como un presidente que censure la libertad de prensa, Correa respondió que “el único miedo que me da es fallarle a mis ciudadanos y no estar a la altura de esta responsabilidad histórica. No me interesa lo que diga la historia de mí, me interesa dejar un país mejor de aquel que encontré... ¿De qué limitación de libertad de prensa nos hablan? ¿Cuántos periodistas hay presos en Ecuador? Vaya a preguntar a quién se lo ha llamado para decirle ‘no hable, no publique’...”
En alusión a la demanda que planteó contra este Diario y uno de sus periodistas (Emilio Palacio, editor de Opinión), dijo: “Si a usted le muerde un perro bravo, ¿la culpa es del perro bravo o del dueño del perro?”.
En una entrevista concedida en Paraguay esta semana, dijo que se dio un año para tramitar esa ley y que “cierta prensa en Ecuador ha estado bloqueando sistemáticamente que salga porque no quieren ninguna clase de regulación, ni rendir cuentas a nadie...”.
Justificó las regulaciones que se elaboran en que “si nos dan mala información pueden crear hasta una guerra civil, pueden destruir una sociedad. Esa sociedad tiene que tener capacidad de regulación de esos medios de comunicación, que no significa censura... Si nos dan pésima comunicación, programas donde solo se ve violencia, discriminación, sexismo... se enferma la sociedad, nuestros jóvenes; en consecuencia, hay que tener mucho más cuidado con la provisión de esos bienes que llamamos, en economía, bienes públicos...”.
Ante la pregunta de que si tenía miedo de quedar como un presidente que censure la libertad de prensa, Correa respondió que “el único miedo que me da es fallarle a mis ciudadanos y no estar a la altura de esta responsabilidad histórica. No me interesa lo que diga la historia de mí, me interesa dejar un país mejor de aquel que encontré... ¿De qué limitación de libertad de prensa nos hablan? ¿Cuántos periodistas hay presos en Ecuador? Vaya a preguntar a quién se lo ha llamado para decirle ‘no hable, no publique’...”
En alusión a la demanda que planteó contra este Diario y uno de sus periodistas (Emilio Palacio, editor de Opinión), dijo: “Si a usted le muerde un perro bravo, ¿la culpa es del perro bravo o del dueño del perro?”.