En aproximadamente cuatro días se conocerá la sentencia que el presidente del Quinto Tribunal de Garantías Penales, Hugo Sierra, emitirá en el juicio que enfrenta el ex director del Hospital de la Policía, Crnl. César Carrión, por el presunto delito de magnicidio (intento de asesinato al Presidente de la República), durante los hechos del 30 de septiembre de 2010.
La demora obedece a que en el proceso que se reinstaló ayer con la audiencia de juzgamiento existen alrededor de 100 personas que deberán rendir testimonio y en cada una se tomará un tiempo aproximado de 30 minutos. En un bus de la Policía y custodiados por varios agentes llegaron a ese juzgado el coronel Cesar Carrión, los cabos Luis Rodolfo Bahamonde, Jaime Paucar y Luis Aníbal Martínez Vilañez.
Este último formó parte del grupo GAO y se encuentra además en un proceso en el que se lo acusa de la desaparición de Geordi Cedeño.
La audiencia estaba prevista a las 8:50 de la mañana, sin embargo no fue sino hasta las 10:00 en que se instaló. De acuerdo al Código Penal, si Carrión es encontrado culpable, podría recibir hasta 12 años de reclusión mayor.
El juez Hugo Sierra dio inicio a la diligencia judicial con un recuento de los hechos ocurridos el 30 de septiembre por parte del fiscal Luis Enríquez, quien concluyó su intervención con la muestra y sustentación de pruebas, como fotografías en las que aparecen los implicados.
Posteriormente se procedió a la recepción de las primeras declaraciones de los testigos, entre los que figuran asesores de la Presidencia de la República, como Francisco Latorre, quien el 30 de septiembre ayudó a salir del Regimiento Quito al presidente Correa.
También asistieron Edgar Andrade, jefe de seguridad de la Presidencia; Alex Casierra, integrante de la guardia presidencial y Patricio Franco, comandante de la Policía.
Además de personal del Hospital de la Policía y miembros del Regimiento Quito.
El abogado de Carrión, Stalin López, también presentó sus argumentos de descargo, exponiendo que el imputado brindó las facilidades necesarias para que el Primer Mandatario pudiera “salir sano y salvo” del enfrentamiento policial.
Apoyo de familiares y amigos
En los exteriores del despacho judicial se encontraban familiares, amigos y demás simpatizantes de los hoy demandados, quienes con carteles y fotos proclamaban la inocencia de Carrión, exigiendo así su liberación.
La demora obedece a que en el proceso que se reinstaló ayer con la audiencia de juzgamiento existen alrededor de 100 personas que deberán rendir testimonio y en cada una se tomará un tiempo aproximado de 30 minutos. En un bus de la Policía y custodiados por varios agentes llegaron a ese juzgado el coronel Cesar Carrión, los cabos Luis Rodolfo Bahamonde, Jaime Paucar y Luis Aníbal Martínez Vilañez.
Este último formó parte del grupo GAO y se encuentra además en un proceso en el que se lo acusa de la desaparición de Geordi Cedeño.
La audiencia estaba prevista a las 8:50 de la mañana, sin embargo no fue sino hasta las 10:00 en que se instaló. De acuerdo al Código Penal, si Carrión es encontrado culpable, podría recibir hasta 12 años de reclusión mayor.
El juez Hugo Sierra dio inicio a la diligencia judicial con un recuento de los hechos ocurridos el 30 de septiembre por parte del fiscal Luis Enríquez, quien concluyó su intervención con la muestra y sustentación de pruebas, como fotografías en las que aparecen los implicados.
Posteriormente se procedió a la recepción de las primeras declaraciones de los testigos, entre los que figuran asesores de la Presidencia de la República, como Francisco Latorre, quien el 30 de septiembre ayudó a salir del Regimiento Quito al presidente Correa.
También asistieron Edgar Andrade, jefe de seguridad de la Presidencia; Alex Casierra, integrante de la guardia presidencial y Patricio Franco, comandante de la Policía.
Además de personal del Hospital de la Policía y miembros del Regimiento Quito.
El abogado de Carrión, Stalin López, también presentó sus argumentos de descargo, exponiendo que el imputado brindó las facilidades necesarias para que el Primer Mandatario pudiera “salir sano y salvo” del enfrentamiento policial.
Apoyo de familiares y amigos
En los exteriores del despacho judicial se encontraban familiares, amigos y demás simpatizantes de los hoy demandados, quienes con carteles y fotos proclamaban la inocencia de Carrión, exigiendo así su liberación.
