Serrano expresó su compromiso de "separar de sus filas a esos pocos malos, que han pretendido hacer de esta gran institución su negocio propio".
En la ceremonia en el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo, en la que asumió el cargo, Serrano anunció que desde la próxima semana todo el personal de la policía judicial "deberá someterse periódicamente al polígrafo, así iniciaremos la transformación inmediata del sistema de investigación".
Asimismo, Serrano dijo que solo dará la vuelta a la página del alzamiento del 30 de septiembre de 2010, protagonizado principalmente por efectivos de la Policía, "en el momento en el que en verdad se haya juzgado y se haya sancionado a los responsables".
Hasta ahora no se ha condenado a nadie por su participación en ese alzamiento, en el que murieron ocho personas. Un juez puso en a libertad en abril a uno de los principales acusados por el Gobierno, Fidel Araujo.
Esta semana se juzga a César Carrión, exdirector del hospital en el que se refugió el 30 de septiembre el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien le ha acusado de ser cómplice de la sublevación.
El mandatario le retó hoy en la ceremonia a que, independientemente del resultado del juicio, se someta a una prueba de polígrafo sobre lo que ocurrió ese día.
Serrano, hasta hoy ministro de Justicia, tomó el relevo en Interior de Alfredo Vera, a quien Correa destituyó sin que se haya informado de los motivos.
En el acto, asumió el Ministerio de Justicia Johanna Pesántez, asesora del jefe de Estado, mientras que Stalin Vera se hizo cargo del Ministerio de Agricultura, un puesto que ejercía de manera temporal Miguel Carvajal, quien se mantendrá como viceministro de Desarrollo Rural.
Correa dijo en la ceremonia que el país necesita "una revolución agraria profunda y radical", y anunció que su Gobierno sopesa la creación del Instituto del Mar, para explorar las aguas territoriales y sus "potenciales riquezas inmensas". (EFE)