El Departamento de Estado de EE.UU. alertó ayer de la posibilidad de ataques violentos en todo el mundo contra objetivos estadounidenses, tras el operativo militar en Pakistán que condujo a la muerte del líder terrorista Osama bin Laden.
En una alerta de viaje difundida ayer, el Departamento de Estado advierte de la posibilidad de ataques con “violencia contra objetivos estadounidenses”, y que pueden registrarse en todo el mundo.
EE.UU. aconseja a sus ciudadanos en el exterior, y especialmente a los que vivan en zonas más susceptibles de reaccionar a estos acontecimientos, que eviten en lo posible “salir de sus casas y hoteles, las reuniones públicas y manifestaciones”.
“El terrorista internacional más buscado del planeta ya no está, pero su muerte no representa la desaparición de los afiliados de Al Qaeda y aquellos inspirados por esa agrupación, que seguirán participando en ataques terroristas en todo el mundo”, dijo Ronald Noble, jefe de la agencia policial internacional Interpol.
EE.UU. ha puesto a sus embajadas bajo la máxima alerta y les ha recomendado cerrar sus instalaciones temporalmente.
En la alerta emitida ayer, que expira el 1 de agosto, EE.UU. aconseja a sus ciudadanos que estén pendientes de las noticias locales y en contacto regular con sus familiares y amigos, para evitar ser motivo de preocupación innecesaria.
El Departamento de Estado alertó que hay un “elevado potencial de violencia antiestadounidense dadas las recientes actividades contraterroristas realizadas en Pakistán”.
Indicó que los ciudadanos de EE.UU. que viven en el extranjero, particularmente en áreas en que se ha registrado violencia antiestadounidense con anterioridad, deben evitar salir de sus hogares y reunirse en grupos numerosos.
Las dependencias del orden público en Estados Unidos aumentaron ayer las medidas de seguridad tras la muerte de Bin Laden, pero la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo que no hay planes para elevar el nivel de alerta terrorista. Napolitano expresó que solo se emitirán alertas elevadas por terrorismo cuando el gobierno tenga información creíble que pueda compartir con la ciudadanía.
La secretaria de Seguridad Nacional agregó que EE.UU. se mantiene en un estado de vigilancia y que la nación es ahora más segura de lo que fue el 11 de septiembre del 2001, en parte debido a que Bin Laden está muerto.
Varias ciudades en todo el país, sin embargo, aumentaron las normas de control ante el temor de posibles ataques de represalia, incluido el sistema de metro de Nueva York, así como los aeropuertos que atienden a su zona metropolitana, los puentes y el lugar del Centro de Comercio Mundial.
En una alerta de viaje difundida ayer, el Departamento de Estado advierte de la posibilidad de ataques con “violencia contra objetivos estadounidenses”, y que pueden registrarse en todo el mundo.
EE.UU. aconseja a sus ciudadanos en el exterior, y especialmente a los que vivan en zonas más susceptibles de reaccionar a estos acontecimientos, que eviten en lo posible “salir de sus casas y hoteles, las reuniones públicas y manifestaciones”.
“El terrorista internacional más buscado del planeta ya no está, pero su muerte no representa la desaparición de los afiliados de Al Qaeda y aquellos inspirados por esa agrupación, que seguirán participando en ataques terroristas en todo el mundo”, dijo Ronald Noble, jefe de la agencia policial internacional Interpol.
EE.UU. ha puesto a sus embajadas bajo la máxima alerta y les ha recomendado cerrar sus instalaciones temporalmente.
En la alerta emitida ayer, que expira el 1 de agosto, EE.UU. aconseja a sus ciudadanos que estén pendientes de las noticias locales y en contacto regular con sus familiares y amigos, para evitar ser motivo de preocupación innecesaria.
El Departamento de Estado alertó que hay un “elevado potencial de violencia antiestadounidense dadas las recientes actividades contraterroristas realizadas en Pakistán”.
Indicó que los ciudadanos de EE.UU. que viven en el extranjero, particularmente en áreas en que se ha registrado violencia antiestadounidense con anterioridad, deben evitar salir de sus hogares y reunirse en grupos numerosos.
Las dependencias del orden público en Estados Unidos aumentaron ayer las medidas de seguridad tras la muerte de Bin Laden, pero la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, dijo que no hay planes para elevar el nivel de alerta terrorista. Napolitano expresó que solo se emitirán alertas elevadas por terrorismo cuando el gobierno tenga información creíble que pueda compartir con la ciudadanía.
La secretaria de Seguridad Nacional agregó que EE.UU. se mantiene en un estado de vigilancia y que la nación es ahora más segura de lo que fue el 11 de septiembre del 2001, en parte debido a que Bin Laden está muerto.
Varias ciudades en todo el país, sin embargo, aumentaron las normas de control ante el temor de posibles ataques de represalia, incluido el sistema de metro de Nueva York, así como los aeropuertos que atienden a su zona metropolitana, los puentes y el lugar del Centro de Comercio Mundial.