Con proyector y marcador electrónico en mano, el presidente Rafael Correa denunció un supuesto complot orquestado por la oposición para deslegitimar el triunfo del Sí en la consulta popular, del sábado pasado.
Correa aseguró que, deliberadamente, las delegaciones electorales de la “partidocracia” están retrasando el escrutinio de las provincias donde, supuestamente, el Sí va ganando. Estas son: Guayas, Manabí, Los Ríos, Pichincha y Esmeraldas.
Según Correa, solo se han ingresado los datos de las provincias donde el No llevaba la delantera, como las de la Amazonía y la Sierra central.
“Los tribunales del país están tomados. En Guayas, (el presidente de la Junta Provincial, Freddy) Cabrera, que es del MPD, está haciendo lo imposible para que no se ingresen los votos”, aseguró.
Correa calcula que el Sí ganará en la consulta con una ventaja de siete puntos, que representan alrededor de medio millón de votos.
En las preguntas que él mismo considera como “las más duras”, que son la 4 y la 9, ganará con una diferencia de por lo menos 200 mil votos, dijo.
Lamentó que en algunas provincias haya ganado el No y dijo que “cree que en esos lugares posiblemente no tienen tantos problemas de inseguridad o la justicia no funciona tan mal”.
En tanto, ayer en la Delegación Electoral del Guayas los ánimos se calmaron y los sujetos políticos que acudieron a supervisar el conteo voto a voto de las papeletas, no repitieron la batalla verbal de insultos que protagonizaron el lunes.
Los simpatizantes por el Sí y el No a la consulta popular, se abstuvieron de entonar barras en favor de sus tesis o de atacar con improperios al bando opuesto, como ocurrió el lunes, y permanecieron sentados del lado de las gradas que habían escogido en el auditorio.
El ambiente, incluso rayó en la camaradería y por momentos los dirigentes de cada grupo se desentendían del trabajo que se realizaba en el área de reconteo y preferían tomarse fotos, navegar en internet en sus computadoras portátiles, hablar por celular o comer.
Un bando agrupaba a los oficialistas, entre ellos el gobernador del Guayas, Roberto Cuero; la ministra de Transporte, María de los Ángeles Duarte y varios asambleístas del Guayas; y otro a los de oposición, con varios representantes del Movimiento Popular Democrático (MPD), Madera de Guerrero (MG) y el partido Sociedad Patriótica (SP).
El caos del lunes se diluyó con una medida administrativa que permitió “poner orden” y con la aplicación de un nuevo esquema de trabajo, destacó el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Omar Simon, quien ayer estuvo en Guayaquil gran parte de la jornada.
Se restringió el número de delegados a las dos tendencias que surgieron en el referéndum y el nuevo formato de trabajo implicó incrementar el número de mesas de reconteo.
La Junta Electoral del Guayas resolvió la noche del lunes limitar la cantidad de delegados políticos en cada mesa de reconteo a dos: uno en representación del Sí y otro del No. La decisión la apoyaron tres de los cinco vocales de la Junta: uno estuvo ausente y su presidente, Freddy Cabrera, se opuso.
El dirigente del PSC Raymundo Chedraui calificó de ilegal la resolución de la Junta ya que contraría el Código de la Democracia, que permite la vigilancia de los sujetos políticos en el proceso de escrutinio; en tanto que la directora del movimiento RED, Martha Roldós, denunció que las autoridades electorales quieren obstaculizar la labor de quienes están debidamente acreditados.
Sin embargo, el director de la Delegación Electoral en Guayas, Enrique Pita, explicó que ni el Código ni la reglamentación vigente amparan la presencia de delegados políticos en las mesas de reconteo y que lo que la normativa garantiza es que estos estén en el auditorio.
Además, desmintió que la decisión fuera impuesta por Simon, ya que la Junta, además de ser autónoma ¬dijo¬, adoptó su resolución una hora antes de que el titular del CNE llegara.
Simon respaldó la medida de la Junta y recordó que estas elecciones no fueron de candidaturas o de partidos, sino de dos posiciones: el Sí y el No.
Correa aseguró que, deliberadamente, las delegaciones electorales de la “partidocracia” están retrasando el escrutinio de las provincias donde, supuestamente, el Sí va ganando. Estas son: Guayas, Manabí, Los Ríos, Pichincha y Esmeraldas.
Según Correa, solo se han ingresado los datos de las provincias donde el No llevaba la delantera, como las de la Amazonía y la Sierra central.
“Los tribunales del país están tomados. En Guayas, (el presidente de la Junta Provincial, Freddy) Cabrera, que es del MPD, está haciendo lo imposible para que no se ingresen los votos”, aseguró.
Correa calcula que el Sí ganará en la consulta con una ventaja de siete puntos, que representan alrededor de medio millón de votos.
En las preguntas que él mismo considera como “las más duras”, que son la 4 y la 9, ganará con una diferencia de por lo menos 200 mil votos, dijo.
Lamentó que en algunas provincias haya ganado el No y dijo que “cree que en esos lugares posiblemente no tienen tantos problemas de inseguridad o la justicia no funciona tan mal”.
En tanto, ayer en la Delegación Electoral del Guayas los ánimos se calmaron y los sujetos políticos que acudieron a supervisar el conteo voto a voto de las papeletas, no repitieron la batalla verbal de insultos que protagonizaron el lunes.
Los simpatizantes por el Sí y el No a la consulta popular, se abstuvieron de entonar barras en favor de sus tesis o de atacar con improperios al bando opuesto, como ocurrió el lunes, y permanecieron sentados del lado de las gradas que habían escogido en el auditorio.
El ambiente, incluso rayó en la camaradería y por momentos los dirigentes de cada grupo se desentendían del trabajo que se realizaba en el área de reconteo y preferían tomarse fotos, navegar en internet en sus computadoras portátiles, hablar por celular o comer.
Un bando agrupaba a los oficialistas, entre ellos el gobernador del Guayas, Roberto Cuero; la ministra de Transporte, María de los Ángeles Duarte y varios asambleístas del Guayas; y otro a los de oposición, con varios representantes del Movimiento Popular Democrático (MPD), Madera de Guerrero (MG) y el partido Sociedad Patriótica (SP).
El caos del lunes se diluyó con una medida administrativa que permitió “poner orden” y con la aplicación de un nuevo esquema de trabajo, destacó el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Omar Simon, quien ayer estuvo en Guayaquil gran parte de la jornada.
Se restringió el número de delegados a las dos tendencias que surgieron en el referéndum y el nuevo formato de trabajo implicó incrementar el número de mesas de reconteo.
La Junta Electoral del Guayas resolvió la noche del lunes limitar la cantidad de delegados políticos en cada mesa de reconteo a dos: uno en representación del Sí y otro del No. La decisión la apoyaron tres de los cinco vocales de la Junta: uno estuvo ausente y su presidente, Freddy Cabrera, se opuso.
El dirigente del PSC Raymundo Chedraui calificó de ilegal la resolución de la Junta ya que contraría el Código de la Democracia, que permite la vigilancia de los sujetos políticos en el proceso de escrutinio; en tanto que la directora del movimiento RED, Martha Roldós, denunció que las autoridades electorales quieren obstaculizar la labor de quienes están debidamente acreditados.
Sin embargo, el director de la Delegación Electoral en Guayas, Enrique Pita, explicó que ni el Código ni la reglamentación vigente amparan la presencia de delegados políticos en las mesas de reconteo y que lo que la normativa garantiza es que estos estén en el auditorio.
Además, desmintió que la decisión fuera impuesta por Simon, ya que la Junta, además de ser autónoma ¬dijo¬, adoptó su resolución una hora antes de que el titular del CNE llegara.
Simon respaldó la medida de la Junta y recordó que estas elecciones no fueron de candidaturas o de partidos, sino de dos posiciones: el Sí y el No.