BRUSELAS. La Unión Europea (UE) y el Mercosur iniciaron lunes pasado en Bruselas una nueva ronda de negociaciones para un acuerdo de asociación que incluya un TLC, mientras los países europeos aguardan los resultados de informes acerca del efecto del pacto sobre su producción agrícola.
Desde el pasado lunes y hasta el próximo viernes, los negociadores y técnicos de ambos bloques mantendrán diferentes reuniones en la que ya es su sexta ronda de trabajos después de retomar en mayo del año pasado unas conversaciones que estaban bloqueadas desde 2004.
A lo largo de este año, no obstante, ni los países de la UE ni los del Mercosur (el Brasil, la Argentina, el Uruguay y el Paraguay) han puesto aún sobre la mesa ofertas concretas para la entrada de sus productos a los mercados, algo que tampoco se espera que ocurra esta semana.
Varios estados europeos como Francia, Bélgica o Irlanda temen que su agricultura se vea muy perjudicada por la aplicación del acuerdo y han pedido a la Comisión Europea, la institución que negocia este tipo de pactos en nombre de los 27 países comunitarios, que no haga concesiones que resulten dolorosas para el sector.
En concreto, algunos estados se han mostrado especialmente preocupados ante la perspectiva de liberalizar el comercio con países que son líderes mundiales en la producción de carne de vacuno y, en esa misma línea, asociaciones agrarias europeas y la Eurocámara expresaron su recelo hace unos meses.
El pasado sábado, el ministro de Agricultura de Polonia, Marek Sawicki, cuyo país asumió la presidencia rotatoria de la UE el 1.° de julio, lanzó una advertencia de cara a la negociación de acuerdos comerciales con terceros países.
Ante un grupo de periodistas europeos reunidos en Varsovia con motivo del inicio del semestre de presidencia polaca, insistió en la necesidad de que Europa requiera los mismos estándares de sanidad y seguridad alimentaria que imperan dentro de sus fronteras.
"Si no, no debemos abrir nuestros mercados", comentó, y añadió que "la agricultura (europea) no debe ser sacrificada" a cambio de que los servicios y la industria de la UE tengan más fácil acceder a otros mercados.
Para despejar incertidumbres, la Comisión Europea decidió impulsar evaluaciones de impacto que actualmente está ultimando. (EFE)
CAREI:
Desde el pasado lunes y hasta el próximo viernes, los negociadores y técnicos de ambos bloques mantendrán diferentes reuniones en la que ya es su sexta ronda de trabajos después de retomar en mayo del año pasado unas conversaciones que estaban bloqueadas desde 2004.
A lo largo de este año, no obstante, ni los países de la UE ni los del Mercosur (el Brasil, la Argentina, el Uruguay y el Paraguay) han puesto aún sobre la mesa ofertas concretas para la entrada de sus productos a los mercados, algo que tampoco se espera que ocurra esta semana.
Varios estados europeos como Francia, Bélgica o Irlanda temen que su agricultura se vea muy perjudicada por la aplicación del acuerdo y han pedido a la Comisión Europea, la institución que negocia este tipo de pactos en nombre de los 27 países comunitarios, que no haga concesiones que resulten dolorosas para el sector.
En concreto, algunos estados se han mostrado especialmente preocupados ante la perspectiva de liberalizar el comercio con países que son líderes mundiales en la producción de carne de vacuno y, en esa misma línea, asociaciones agrarias europeas y la Eurocámara expresaron su recelo hace unos meses.
El pasado sábado, el ministro de Agricultura de Polonia, Marek Sawicki, cuyo país asumió la presidencia rotatoria de la UE el 1.° de julio, lanzó una advertencia de cara a la negociación de acuerdos comerciales con terceros países.
Ante un grupo de periodistas europeos reunidos en Varsovia con motivo del inicio del semestre de presidencia polaca, insistió en la necesidad de que Europa requiera los mismos estándares de sanidad y seguridad alimentaria que imperan dentro de sus fronteras.
"Si no, no debemos abrir nuestros mercados", comentó, y añadió que "la agricultura (europea) no debe ser sacrificada" a cambio de que los servicios y la industria de la UE tengan más fácil acceder a otros mercados.
Para despejar incertidumbres, la Comisión Europea decidió impulsar evaluaciones de impacto que actualmente está ultimando. (EFE)
CAREI: