Hermán Jaramillo inició su primer día como presidente del Consejo de la Judicatura entre cuestionamientos a su legalidad en el cargo. Él mismo considera que la manera en que fue destituido su antecesor, Benjamín Cevallos, no estuvo apegado al debido proceso. Pese a eso, minutos después de su nombramiento, la noche del martes, ya firmaba documentos como autoridad del órgano. A las 18:00 envió la circular 608 a todos los vocales, directores, coordinadores y auditores del Consejo para presentarse como presidente. Se envió una copia del texto al primer mandatario y a otras autoridades.
Uno de los notificados, el vocal Ulpiano Salazar, considera que la Judicatura no podrá tomar ninguna decisión hasta que se nombre a Víctor Hugo Castillo como el reemplazo de Cevallos. En la oficina del presidente, Jaramillo dijo que con cinco vocales se puede instalar una sesión y que, con siete, se pueden tomar decisiones importantes. "La salida de Benjamín Cevallos -dijo- no afectará la toma de resoluciones". El argumento de Salazar es que cualquier decisión que tomen puede ser apelada porque no hay nueve vocales.
El vacío jurídico que crean las dos posturas será analizado hoy en la primera sesión del Pleno orquestada por Jaramillo a las 15:30. También se debatirán las resoluciones de Benjamín Cevallos sobre los jueces del caso Tapia y algunas denuncias de irregularidades. Ayer, luego de dar una rueda de prensa improvisada, Jaramillo se dedicó a revisar la situación de los jueces del Tribunal Segundo de Garantías Penales de Pichincha que sentenciaron al coronel Rolando Tapia en el caso 30 de septiembre.
Mientras Jaramillo estudiaba los casos y Salazar cuestionaba la permanencia del nuevo presidente, Benjamín Cevallos, con terno negro y camiseta, llegó al Consejo de la Judicatura a las 11:30. Conversó con sus excompañeros y advirtió que apelará las decisiones tomadas e iniciará acciones penales contra el juez Santiago Coba que ordenó su destitución. También dijo que aunque sea por un día él regresará como presidente del Consejo de la Judicatura. No olvidó decir que considera que es una "gran coincidencia" que sea destituido luego de sus decisiones en el caso del 30 de septiembre con una resolución que se emitió la madrugada del lunes. Él se enteró de la acción mientras desayunaba en Guayaquil.
Cevallos no fue el único visitante inusual. A las 09:30 llegó Juan Pablo Hernández, juez vigésimo segundo de Garantías Penales de Pichincha. En la entrada del edificio dijo a este Diario que la salida de Cevallos se dio respetando el debido proceso y que fue el expresidente del Consejo quien incumplió la ley. Por eso dijo estar satisfecho por su destitución. Sobre su visita a la Judicatura dijo que solo iba a visitar a algunos de sus amigos. Sin embargo, no entró a las instalaciones de la entidad y prefirió marcharse.
Uno de los notificados, el vocal Ulpiano Salazar, considera que la Judicatura no podrá tomar ninguna decisión hasta que se nombre a Víctor Hugo Castillo como el reemplazo de Cevallos. En la oficina del presidente, Jaramillo dijo que con cinco vocales se puede instalar una sesión y que, con siete, se pueden tomar decisiones importantes. "La salida de Benjamín Cevallos -dijo- no afectará la toma de resoluciones". El argumento de Salazar es que cualquier decisión que tomen puede ser apelada porque no hay nueve vocales.
El vacío jurídico que crean las dos posturas será analizado hoy en la primera sesión del Pleno orquestada por Jaramillo a las 15:30. También se debatirán las resoluciones de Benjamín Cevallos sobre los jueces del caso Tapia y algunas denuncias de irregularidades. Ayer, luego de dar una rueda de prensa improvisada, Jaramillo se dedicó a revisar la situación de los jueces del Tribunal Segundo de Garantías Penales de Pichincha que sentenciaron al coronel Rolando Tapia en el caso 30 de septiembre.
Mientras Jaramillo estudiaba los casos y Salazar cuestionaba la permanencia del nuevo presidente, Benjamín Cevallos, con terno negro y camiseta, llegó al Consejo de la Judicatura a las 11:30. Conversó con sus excompañeros y advirtió que apelará las decisiones tomadas e iniciará acciones penales contra el juez Santiago Coba que ordenó su destitución. También dijo que aunque sea por un día él regresará como presidente del Consejo de la Judicatura. No olvidó decir que considera que es una "gran coincidencia" que sea destituido luego de sus decisiones en el caso del 30 de septiembre con una resolución que se emitió la madrugada del lunes. Él se enteró de la acción mientras desayunaba en Guayaquil.
Cevallos no fue el único visitante inusual. A las 09:30 llegó Juan Pablo Hernández, juez vigésimo segundo de Garantías Penales de Pichincha. En la entrada del edificio dijo a este Diario que la salida de Cevallos se dio respetando el debido proceso y que fue el expresidente del Consejo quien incumplió la ley. Por eso dijo estar satisfecho por su destitución. Sobre su visita a la Judicatura dijo que solo iba a visitar a algunos de sus amigos. Sin embargo, no entró a las instalaciones de la entidad y prefirió marcharse.