Luego de un periodo de sequía que empezó a mediados de febrero y que se extendió durante todo marzo, las lluvias volvieron con fuerza y en cuatro días causaron cinco deslaves en zonas de la serranía. Estos a la vez interrumpieron vías, provocaron la muerte de tres personas y la desaparición de otra más, además, la destrucción de al menos 13 casas y el riesgo del colapso para unas 60.
El hecho más reciente ocurrió el miércoles pasado en la provincia de Loja, en el sur del país (ver gráfico). Un aluvión en el sitio Loma Redonda, del cantón Olmedo, causó la muerte de Esther Torres, de 67 años, quien no pudo huir debido a su discapacidad física; además, la avalancha de lodo y maleza destruyó 9 casas y dejó a otras 13 con daños estructurales, según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).
Ayer la entidad anunció que construirá nuevas casas para los afectados en un plan en conjunto con el Cabildo de Olmedo y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
En Ibarra, capital de Imbabura, en el norte del país, otro aluvión segó la vida de Jennifer Arredondo Delgado, de 7 años; y de Segundo Manuel Torres, de 65, quienes habitaban en el barrio Tanguarín, de la parroquia San Antonio. La tragedia se suscitó el martes pasado y aún mantiene conmocionada a la localidad, pues el cuerpo de Scarlet Arredondo, de 1 año 8 meses, hermana de Jennifer, todavía no es hallado.
Ayer, encomendándose a una imagen de la Virgen de Fátima, policías y moradores seguían hurgando entre los escombros con ansias de encontrar a la pequeña para entregarla a sus padres y aliviar en algo el desconsuelo que viven.
Pero la desolación es general en San Antonio, en la vecina parroquia La Esperanza y otros sitios porque las lluvias no cesan y han dejado inundaciones. Según el Comité de Operaciones de Emergencias (COE), hay 96 personas damnificadas, 4 viviendas destruidas, 47 afectadas; además, entre 300 y 400 ha de cultivos perjudicados.
Por las calles de San Antonio, ayer, un tanquero del Cuerpo de Bomberos repartió agua a los habitantes que la almacenaron en canecas y baldes. Este servicio aún no se restablece.
En el coliseo improvisado como albergue solo permanecían al mediodía unos cinco niños y la única persona adulta era María Farinango, quien perdió su vivienda en el sector La Compañía. Ella preparaba el almuerzo para los pequeños. El resto de damnificados optó por ir a sus viviendas para tratar de limpiar o recuperar algo. Vuelven a descansar en la noche.
Según el SNGR, se refugian 230 personas, pero en la noche del miércoles pasado solo 160, según un dirigente barrial.
Hay otros centros de atención para afectados por inundaciones en La Compañía de Jesús (50 personas); San Pablo, cantón Otavalo (6); sector aeropuerto de Ibarra (8).
Respecto a los cierres de caminos por deslizamientos, ocurrió uno el miércoles en el sector Las Tinieblas, que bloqueó la vía La Maná-Latacunga. Un puente metálico quedó destrozado, por lo que las labores de desarme se extenderían hasta hoy y con ello se reabriría la vía. Mientras los pasajeros deben hacer trasbordos.
El martes y domingo hubo otros deslizamientos en la carretera Bucay-Pallatanga y en la Loja-Zamora, en su orden.
El primero ocurrió en el sector Los Santiagos, pero la ruta se restableció el mismo día, aunque el paso es lento por los restos de material regados en la calzada. El otro camino también está habilitado, pero el panorama es similar.
Apuntes: En la Costa
Manabí y Los Ríos
Aunque la sequía dejó pérdidas de cultivos, hasta en el 80% en ciertas zonas, las lluvias recientes devuelven la esperanza a campesinos de estas dos provincias, con significativos sembríos de maíz y arroz. El martes hubo lluvias focalizadas que inundaron Chone y Babahoyo.
Guayas y Santa Elena
En Guayas, los primeros días de abril hubo lluvias torrenciales; en cambio, en Santa Elena, son prácticamente nulas.
El hecho más reciente ocurrió el miércoles pasado en la provincia de Loja, en el sur del país (ver gráfico). Un aluvión en el sitio Loma Redonda, del cantón Olmedo, causó la muerte de Esther Torres, de 67 años, quien no pudo huir debido a su discapacidad física; además, la avalancha de lodo y maleza destruyó 9 casas y dejó a otras 13 con daños estructurales, según el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).
Ayer la entidad anunció que construirá nuevas casas para los afectados en un plan en conjunto con el Cabildo de Olmedo y la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
En Ibarra, capital de Imbabura, en el norte del país, otro aluvión segó la vida de Jennifer Arredondo Delgado, de 7 años; y de Segundo Manuel Torres, de 65, quienes habitaban en el barrio Tanguarín, de la parroquia San Antonio. La tragedia se suscitó el martes pasado y aún mantiene conmocionada a la localidad, pues el cuerpo de Scarlet Arredondo, de 1 año 8 meses, hermana de Jennifer, todavía no es hallado.
Ayer, encomendándose a una imagen de la Virgen de Fátima, policías y moradores seguían hurgando entre los escombros con ansias de encontrar a la pequeña para entregarla a sus padres y aliviar en algo el desconsuelo que viven.
Pero la desolación es general en San Antonio, en la vecina parroquia La Esperanza y otros sitios porque las lluvias no cesan y han dejado inundaciones. Según el Comité de Operaciones de Emergencias (COE), hay 96 personas damnificadas, 4 viviendas destruidas, 47 afectadas; además, entre 300 y 400 ha de cultivos perjudicados.
Por las calles de San Antonio, ayer, un tanquero del Cuerpo de Bomberos repartió agua a los habitantes que la almacenaron en canecas y baldes. Este servicio aún no se restablece.
En el coliseo improvisado como albergue solo permanecían al mediodía unos cinco niños y la única persona adulta era María Farinango, quien perdió su vivienda en el sector La Compañía. Ella preparaba el almuerzo para los pequeños. El resto de damnificados optó por ir a sus viviendas para tratar de limpiar o recuperar algo. Vuelven a descansar en la noche.
Según el SNGR, se refugian 230 personas, pero en la noche del miércoles pasado solo 160, según un dirigente barrial.
Hay otros centros de atención para afectados por inundaciones en La Compañía de Jesús (50 personas); San Pablo, cantón Otavalo (6); sector aeropuerto de Ibarra (8).
Respecto a los cierres de caminos por deslizamientos, ocurrió uno el miércoles en el sector Las Tinieblas, que bloqueó la vía La Maná-Latacunga. Un puente metálico quedó destrozado, por lo que las labores de desarme se extenderían hasta hoy y con ello se reabriría la vía. Mientras los pasajeros deben hacer trasbordos.
El martes y domingo hubo otros deslizamientos en la carretera Bucay-Pallatanga y en la Loja-Zamora, en su orden.
El primero ocurrió en el sector Los Santiagos, pero la ruta se restableció el mismo día, aunque el paso es lento por los restos de material regados en la calzada. El otro camino también está habilitado, pero el panorama es similar.
Apuntes: En la Costa
Manabí y Los Ríos
Aunque la sequía dejó pérdidas de cultivos, hasta en el 80% en ciertas zonas, las lluvias recientes devuelven la esperanza a campesinos de estas dos provincias, con significativos sembríos de maíz y arroz. El martes hubo lluvias focalizadas que inundaron Chone y Babahoyo.
Guayas y Santa Elena
En Guayas, los primeros días de abril hubo lluvias torrenciales; en cambio, en Santa Elena, son prácticamente nulas.